“Creo en los propósitos de Dios y creo en los milagros”


El camino que atravesaron Paula Ramírez y su marido para poder darle un hermanito a Vicente de casi 5 años no fue fácil, estuvo plagado de momentos de angustia, llanto y dolor, mucho dolor. Perdió cuatro embarazos y cuando todo parecía que esa posibilidad de tener otro hijo se desvanecería por siempre, sucedió el milagro. Paula está embarazada de 15 semanas y su presente hoy es de felicidad, esperanza, amor.

En diálogo con  FM 89.3 Santa María de las Misiones, Paula contó su testimonio que no tiene que ver solamente con el deseo de ser madre sino también sobre cómo enfrentar la pérdida de sus bebes en gestación.

“Soy mamá de Vicente  que tiene casi 5 años y en la búsqueda de darle un hermano, emprendemos la búsqueda y es así que en el trascurso del tiempo pierdo a mis tres bebés”, relató.  Junto al equipo médico que la atendía comenzaron a buscar cuáles eran los motivos por los cuales Paula no lograba continuar sus embarazos, máxime teniendo en cuenta que ella ya era madre de un niño sano, que había tenido un embarazo sin problemas.

Con ese objetivo comenzó la seguidilla de estudios de todo tipo, hasta que el estudio hematológico confirmó el diagnóstico: trombofilia. Teniendo ya un diagnóstico volvieron las esperanzas ya que los profesionales le dijeron que podía comenzar el tratamiento para quedar embarazada y así fue. Quedó embarazada pero a los diez días vuelve a perderlo.

Era el cuarto embarazo que perdía y no es difícil poder imaginar el dolor enorme que atravesaron ante esta nueva pérdida. “Fue como un salto al vacío” describió Paula, un nuevo revés porque se habían aferrado al tratamiento para la trombofilia pensando que habían encontrado la solución desde la medicina y podría llegar con su embarazo a término.

“Bebés estrella”

La alegría y esperanza del “positivo”, el pensar, imaginar el futuro hijo y de golpe ver que todo se vuelve a desvanecer, era la realidad que atravesaba Paula y su marido, pero a pesar del dolor, la fe en Dios no cesó.

“Creo en los propósitos de Dios y creo en los milagros” afirmó para continuar relatando que llegó a su vida el Dr. Juan Ramón González, ginecólogo y obstetra de Posadas, quien desde hace muchos años trabaja con las madres que han perdido a sus bebés, o en otras palabras,  con madres de “bebés estrellas” tal como se los llama a los bebes que se originan y mueren dentro del seno materno  y que se han convertido en una estrella que continuará brillando en el cielo.

Para continuar con la historia de Paula, es necesario hacer un parate y explicar una fría realidad: los bebés que fallecen antes de nacer y pesan menos de 500 gramos no pueden ser inscriptos en los registros de defunción  y terminan catalogados como “restos orgánicos”. Además hay impedimentos para recibir una ceremonia fúnebre. Para los papás de esos bebés esto no hace más que ahondar su dolor.

“No son tenidos en cuenta, de hecho no les ponen nombre y para nosotras las mamás es una vida, es un hijo que no llegó a ser palpable, a darle un abrazo, un beso pero sí por siempre está en nuestro corazón”, relata Paula.

 

“Juan llega a mi vida y él practica lo que es la indulgencia plenaria, me dice ‘Paula creo que tengo la solución para que finalice tu duelo y podamos entregar a Jesús a tus bebés´”.

 

Es así que Paula se fue al Cementerio Parque Tierra de Paz que brinda un servicio a la comunidad gratuito que es  una parcela de uso exclusivo para “bebés estrella”. En esa parcela hay un árbol donde de cada ramite cae una estrellita y hay una lápida que dice “Dejen que los niños vengan a mí porque de ellos es el Reino de los Cielos“.

“Es así que en una ceremonia muy pequeña pero muy emotiva fue el momento donde como madre se me dio la posibilidad de que pueda poner nombres a mis hijos y que  pueda sentirlos. De hecho mis tres bebés que están en el cielo y me iluminan por el resto de mi vida se llaman Franco, Felipe y Agustina. Desde ese momento me propuse no volverlos a recordarlos desde el dolor, sino de la alegría porque ellos están en la Gloria de Dios donde no hay tristeza, no hay angustia y me iluminan”.

Un presente lleno de esperanza

“Si vos crees que Jesús te puede sanar, él lo puede hacer”, fue la frase que el Dr. González le dijo a Paula a fin del año pasado, momento en que ella decidió repetir esa batería de estudios y como el análisis de trombofilia le dio negativo volvieron a emprender la búsqueda de un bebé.

“Para la gloria de Dios hoy me encuentro embarazada, muy feliz, muy contenta y creyendo que hay una salida y que el dolor ya quedó atrás y hoy recuerdo con toda la felicidad a mis hijos que me van a acompañar toda la vida”, relató emocionada al tiempo que aprovechó el momento para manifestar su alegría porque la Legislatura misionera sancionó hace dos semanas  la ley de Duelo Perinatal que recordemos  garantiza, promueve y efectiviza el derecho de la persona gestante a un duelo respetado y a la atención frente a la muerte gestacional y perinatal.

” Estoy de casi 15 semanas, creo que será varon vamos a confirmar en la próxima ecografía. Así que  Genaro viene en camino para demostrarme Dios que el bebé arcoiris viene a demostrarme que todo es posible para quien en él crea”, expresó.

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