“Tengo muchos años de almacenero, pero nunca ha subido tanto la mercadería como en estos días”


Por la aceleración inflacionaria, el negocio de los comercios de barrio se modifica de manera sustancial, por eso, los cambios en la manera de hacer las compras coinciden también con una dinámica de enfriamiento del consumo, por el impacto de la inflación en los bolsillos de los argentinos.

En una entrevista telefónica con FM 89.3 Santa María de las MisionesIsmael Ortigoza, presidente del Centro de Almaceneros de Posadas, habló  sobre la situación que se vive en los almacenes de barrio.  “Tengo muchos años de almacenero, pero nunca ha subido tanto la mercadería como en estos días. Impresionante. Cada pedido que nosotros hacemos viene con un aumento del 10, del 7, del 6 % y no para de subir, nosotros los almaceneros ya tenemos experiencia en esto y lo estamos llevando, pero duele, duele porque a la gente que no le alcanza. Los vecinos eligen 10 o 20 productos y salen llevando 5 o 6 productos porque no les alcanza. Es caótica la situación”. 

Ortigoza se refirió a la situación del 2001 haciendo hincapié en que también fue un período de precios al rojo vivo. Sin embargo, cree que no es comparable a lo que se está viviendo en la actualidad “la gente lleva lo que come en el día, la verdad que duele ser almacenero, es difícil ahora porque uno ve y palpita lo que la gente está sufriendo porque realmente no le alcanza, no le alcanza para nada. A partir del 10, del 12 de cada mes ya termina la plata de la gente” agregó que “hay que ser almacenero para palpitar, para ver cómo está la situación económica, esa es la manera que va afectando la inflación también a los pequeños almaceneros de barrio que son los que tienen este contacto directo con los compradores”. Por otro lado, también remarcó que lo que ha afectado la inflación a los pequeños comerciantes de barrio es “incalcublable”. 

Los precios en el barrio, por las nubes

El presidente del Centro de Almaceneros  recalcó que muchos de sus clientes se sienten desilusionados por la crisis económica que atraviesa el país y que la hora de hacer las compras es la más complicada de la semana. 

Para contextualizar, aludió que antes el vecino llevaba harina 0000 para trabajar y costaba $3.200, $3.500 y ahora está a $4.300. También, el azúcar está $420, $430 cuando la semana pasada estaba a $380.

En el caso de los fideos, los 5 kilos costaban $1800 y ahora aumentó a $2600. El almidón por su parte tiene un costo de $21.000 los 25 kilos cuando hace tres meses atrás su costo era de $15.000. Destacó que el aceite, por ahora, es lo único que no subió, “la gente va de la góndola al mostrador y no lleva nada” sentenció.

Menciona también que nadie sabe nada sobre los próximos aumentos, que si bien tiene contacto con algunos gerentes, ellos también desconocen cómo continuará la situación “nosotros tenemos que esperar porque la verdad que no sabemos a qué precio vender”.  Añadió que ayer se reunió con una firma yerbatera de Posadas porque se estaban quedando sin stock y le manifestaron que “tenemos orden de no vender”.

La obligación de vender

“Tenemos que tener todos los productos, caso contrario no ganamos” con esas palabras describe el panorama en su propio comercio. “Cuantos más productos tengamos acá, mejores ventas vamos a tener porque vamos a tener mercadería. Nadie quiere vender nada porque no sabe si pierde o gana”.

“Nosotros llegamos a tener 55 libretas (de anotación) y ahora tenemos 8 libretas que son buenos pagadores. Nosotros queremos seguir ayudando a nuestra gente, queremos colaborar como colaborábamos antes. En los 15 años de la hija del vecino nosotros le vendíamos pastelitos dulces, empanadas, siempre estaban en contacto, los almaceneros siempre tenían contacto con nuestros vecinos, con la gente del barrio y bueno pues ahora se está poniendo difícil pero aún seguimos, aún seguimos trabajando, seguimos ayudando, no como antes”. 

Si bien la gente sabe que los aumentos se producen prácticamente todos los días, él también confirma en que “hay que trasladar esos aumentos a los productos”. 

Los almacenes de hoy

Al ser consultado sobre si le consta que cerraron muchos almacenes de barrio, enfatizó en que lamentablemente sí. “Hacemos reuniones cada viernes ahí nos juntamos y nos comentamos los precios, la mayoría de los que cerraron son los que tienen alquileres que no le alcanza, y lastimosamente así hay muchos almaceneros que pasaron a ser vendedores que trabajan en la calle, y bueno, cambió el ritmo de vida” se lamentó.

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