Hay que hablar claro, decir lo que está pasando con la expansión de la viruela del mono y evitar estigmatizaciones. Con ese propósito, la médica infectóloga Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, docente e investigadora, habló sobre esta enfermedad con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Debemos ocuparnos y nuestra tarea como médicos es alertar sobre las conductas de riesgo. Preocupa porque esta enfermedad, que era endémica en África del Sur y África Occidental, con un patrón de transmisión que iba de los roedores a las personas, es muy diferente a lo que vemos ahora fuera de África que es un virus que se transmite en forma eficiente entre personas. Y en este momento, la transmisión entre personas está mediada por el contacto sexual pese a no ser una enfermedad de transmisión sexual propiamente de acuerdo a las definiciones, hoy se observa mediada en el 95% de los casos por un contacto de tipo sexual, donde el virus se transmite por el contacto íntimo piel a piel y de piel a mucosas”, indicó.
En el mundo, según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya son más de 18.000 casos de viruela del mono detectados en 78 países desde mayo a mediados de julio y el 99% de esos casos son hombres de 35 años promedio.
En Argentina, los 24 casos conformados también son hombres. “Esto nos lleva al mensaje de atención con las parejas sexuales múltiples y anónimas porque este modo de relación puede ser de riesgo”, alertó Guzzi en sintonía con la OMS.
“No es un señalamiento moral, sino sanitario”
Según señaló, “lejos de querer hacer un señalamiento o una mirada de estigmatización o discriminación que siempre es mala para la salud, lo que se está viendo hoy es que la principal vía de contagio es de hombres que tienen sexo con hombres o en hombres bisexuales”.
“De ninguna manera esto significa que no pueda expandirse a personas heterosexuales pues, dado el mecanismo de transmisión, trascenderá estos grupos donde en este momento estamos viendo centrada la afectación. Por eso, no tiene que haber un estigma en torno al diagnóstico de la viruela, pero hay que alertar a la población para que sepa como cuidarse”, agregó.
En este contexto, ratificó que “las prácticas sexuales anónimas, grupales y que generalmente son con poca protección son las que hoy generan mayor riesgo. Esto no es un señalamiento moral, sino sanitario. Este virus está circulando de forma solapada en estos circuitos y lo que está preocupando a la comunidad científica que pueda haber transmisiones de personas asintomáticas porque si bien aún no está confirmado, van surgiendo reportes de personas sin manifestación clínica que podrían transmitir el virus”.
Sólo es cuestión de tiempo
Para Guzzi, que este virus esté impactando casi exclusivamente en hombres (el 99% de los casos registrados en el mundo son en hombres y el 100% de los 24 casos confirmados en Argentina) es una casualidad.
“Creo que la viruela del mono comenzó con una persona que viajó a uno de los países donde es endémica y al retornar a Europa hubo una transmisión en grupo de sus contactos sexuales y a su vez esas personas, que también tienen prácticas sexuales múltiples, también lo fueron replicando y se fue expandiendo”, analizó.
Por eso, la especialista anticipó que “en cualquier momento comenzará a aparecer en mujeres y en personas que practican otro tipo de sexualidad porque este virus no es patrimonio de los hombres que tienen sexo con hombres”.
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