Cáncer renal: enfermedad silenciosa, de difícil prevención y más común en hombres


El pasado jueves se conmemoró a nivel mundial el Día del Cáncer de Riñón, una patología que afecta a alrededor de 5.000 personas anualmente en Argentina y a 80.000 personas en el mundo.

En ese marco, el especialista oncólogo Martín Richardet, miembro de la Asociación Argentina de Oncología Clínica explicó a FM 89.3 Santa María de las Misiones cuáles son los puntos a tener en cuenta sobre esta patología, que representa la décima causa de cáncer más frecuente a nivel mundial y en un 20% de los casos mortal.

“Es una enfermedad silenciosa, en la mayoría de los casos se detecta cuando hay síntomas. Por eso no es una patología fácil de prevenir con imágenes o laboratorios específicos”, explicó el especialista.

Es decir, generalmente se diagnostica la enfermedad cuando el riñón ya está afectado, lo que la hace diferente a otros tipos de cáncer como el de mama, de pulmón, de colon, de cuello uterino, donde se puede aplicar estudios preventivos antes que aparezca la enfermedad.

A su vez, este tipo oncológico es más frecuente en personas de 65 a 75 años (aunque puede verse en personas más jóvenes) y especialmente en hombres, lo que según el médico está relacionado al consumo tabáquico, que a nivel mundial es más común en la población masculina.

Por ese motivo remarcó que una de las formas de prevención más importante es la cesación del hábito tabáquico porque “esta enfermedad está vinculada con el cigarrillo y también con la obesidad, ya que mientras sea mayor el índice de masa corporal, mayor es la incidencia de este tipo de patologías, al igual que otras enfermedades cardiovasculares o metabólicas como la diabetes, por es importante la prevención mediante el estilo de vida saludable”, destacó.

Sin embargo, pese a que el tabaco y la obesidad son dos factores determinantes, el especialista indicó que, como todos los tipos de cáncer, es importante que las personas con familiares que tienen cáncer renal presten más atención a los síntomas y a los chequeos.

Dos signos determinantes

Ante la consulta, el médico explicó que, a pesar de ser por lo general una enfermedad silenciosa, hay síntomas determinantes a los cuales se debe prestar atención.

El primero de ellos, es lo que los médicos llaman hematuria, y refiere a la pérdida de sangre en la orina. En cuanto a esto aclaró “no quiere decir que todas las personas que tengan un sangrado en la orina necesariamente tengan cáncer renal, también existen infecciones urinarias y cálculos renales”, explicó.

El otro es la aparición de un dolor lumbar o en la parte baja de la espalda (que se sepa que no está relacionado a un mal movimiento o una contractura), “sino que sea un dolor que empezó de forma progresiva y no se va ni con la utilización de analgésicos”, explicó el doctor. En esos casos, es imprescindible acudir al médico y realizarse los estudios correspondientes, que generalmente son un análisis de orina y una ecografía abdominopélvica.

Avances médicos

Por otro lado, a pesar que se trata de una enfermedad que se detecta por lo general en estados avanzados, el especialista se mostró optimista ante los avances médicos y científicos respecto a la causa.
“Hoy tenemos mucha práctica en lo quirúrgico y también hemos avanzado mucho en tratamientos, lo que posibilita que hasta lleguemos a curar a estos pacientes”, indicó.

También, a comparación de unas décadas atrás, hoy en día son muy frecuentes las cirugías parciales donde sólo se extrae la parte enferma del riñón, lo que hace que la recuperación sea mucho más rápida y sin complicaciones posquirúrgicas. Esto es algo que depende en gran porcentaje de la ubicación del tumor que “en muchos de los casos se ubica en la punta del riñón, en la parte superior, una locación que con las técnicas quirúrgicas existentes permite que no haya que extraer todo el órgano”, afirmó.

Asimismo, en los casos que el paciente pierde uno de sus riñones a causa de la enfermedad (algo que también ocurre con frecuencia), el médico indicó que se puede vivir tranquilamente, siempre con seguimiento, cuidados alimenticios y buenos hábitos de vida.

 

Ingesta de líquidos: mitos y verdades

El médico miembro de la Asociación Argentina de Oncología Clínica también se refirió a algunos mitos y verdades sobre el consumo de agua y qué relación tiene esto con las enfermedades que afectan el riñón.

“Una persona debería ingerir entre dos o tres litros de agua por día para mantener un buen funcionamiento renal, pero no porque si no consume va a desarrollar una lesión en el riñón, sino para que estos funcionen de manera adecuada y filtren aquellos componentes que van eliminando”, especificó el especialista.

Por otro lado, ante la consulta, se refirió al mito que dice que el color de la orina está directamente relacionado con que se debe ingerir más líquidos.

“Las orinas más concentradas, es decir las más amarillas, están relacionadas a que el organismo necesita tomar más líquido para poder filtrar con mayor facilidad las toxinas metabolizadas”, explicó.

Sin embargo, ante eso hay que prever si la persona tiene alguna patología de base como diabetes “porque si es así, nos concentramos en otro tipo de cosas como el nivel de glucosa en sangre, pero en una persona sana sin enfermedades, sí está relacionada directamente a la cantidad de líquido que ingiere”, finalizó.

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