Este 25 de Mayo y en el tradicional Tedeum, la palabra del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, ante el presidente Alberto Fernández dejó un claro mensaje, no sólo para el máximo mandatario, sino también para toda la dirigencia política al señalar que “hay que pensar en el prójimo cuando falta el pan en las familias”.
El cardenal hizo un llamado a la solidaridad, la fraternidad y la amistad social en la homilía que pronunció en la catedral porteña en la jornada de ayer. Por ello, este jueves desde la FM 89.3 Santa María de las Misionesse contactó al sacerdote Alberto Barros, vicepresidente de Cáritas de la Diócesis de Posadas y párroco de la Sagrada Familia, para que cuente sus impresiones en este nuevo cara a cara entre la Iglesia y el Gobierno y sobre el real impacto de la inflación en las familias pobres.
“No estoy en el pensamiento del Cardenal -por Mario Poli-, pero creo que es un mensaje que tenemos que recibirlo todos. En la Argentina tenemos esa costumbre que el mensaje es para el otro y no para mí, como si yo no tuviera nada que ver con las dificultades“, resaltó Barros respecto al primer punt.
“Todos estamos llamados a hacernos solidarios. Como dijo el Cardenal, ‘hay mucha gente que no tiene el pan de todos los días en su casa’; mientras tanto vemos peleas y enfrentamientos estériles, dentro del mismo Gobierno nacional, internas partidarias dentro del oficialismo y la oposición. Eso genera mucho desconcierto, desánimo y mucha bronca en el ciudadano común que está pensando como sobrevivir a una situación muy difícil”, añadió.
Además el párroco dejó en claro que “es un mensaje para todos, particularmente para toda la dirigencia política nacional. Lógicamente cuanto más alto es el grado de responsabilidad que se tiene en la función pública, por supuesto que mayor responsabilidad uno tiene a la hora de transformar la realidad y escuchar los mensajes que invitan a cambiar las cosas”.
Por otra parte recordó que este 25 de Mayo el arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, también se pronunció duramente sobre la realidad actual que vive la Argentina al remarcar que “el poder tiene que servir para transformar la realidad, no para inflar egos, buscar intereses particulares, vanidades“.
Fue muy claro además el Arzobispo de La Plata al resaltar que “los que tienen que gobernar piensen en la gente, en los problemas del pueblo y dejen de estar pensando en sus intereses, en sus propios proyectos personales, partidarios, sectoriales, porque en el fondo, si siguen así perdemos todos”.
En otro tramo de la charla y basado en la experiencia vivida, dijo que “no se si internalizan lo que se escucha. Realmente nos faltan modelos ejemplificadores de políticos entregados puramente a la búsqueda del bien común“.
De igual manera contó que “hay cosas que se hacen. Sería muy necio decir que no se hace nada. Pero creo que hay muchos frenos, hay muchas cosas que se podrían hacer mucho mejor, si los funcionarios en cualquier nivel de conducción se abocaran pura y exclusivamente a cumplir las tareas para las cuales fueron votados o cumplen funciones aunque no hayan sido votados”.
“Sería muy injusto si generalizara, pero creo que en términos generales tenemos una dirigencia muy mediocre y que no está a la altura de la circunstancias. No sé si llegan a captar el dolor profundo que tienen millones de argentinos hoy, que literalemente no tienen para la comida todos los días”, reflexionó.
Además, al ser consultado sobre el impacto de la inflación en la familias pobres, el Padre Barros resumió de forma contundente y cruda: “Hay un dato que revela lo que nos pasa. Un país donde en forma constante crece la pobreza, pese al color político de turno. Entonces hay algo que no anda bien, que está mal. Sino no tendríamos el panorama que tenemos hoy en la Argentina; con una inflación imparable que golpea en forma particular en los alimentos, que es el gasto mayor que tienen los sectores pobres. Con una clase media empobrecida, con gente asalariada y en blanco, pero que hoy es pobre y que no llega a cubrir la canasta básica”.
“Si hay millones de argentinos que no pueden acceder a algo tan básico como el alimento, en el país de los alimentos, eso es algo muy escandaloso. Si no llegamos a entender esa realidad, nunca vamos a salir de este pozo”, remarcó.
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