Luego de que un numeroso grupo de alumnas del Colegio Roque González realizó una sentada para expresar su hartazgo al ser víctimas del acoso por parte de un pequeño grupo de sus propios compañeros, las autoridades educativas, de la Institución y de la Justicia tomaron cartas en el asunto.
El ministro de Educación, Miguel Sedoff habló con FM 89.3 Santa María de las Misiones al respecto y contó los pasos a seguir en este tema tan complejo y que por estas horas impacta a la sociedad misionera.
Institucionalmente, ¿cómo se aborda el caso del Colegio Roque González, que ha tomado tanta trascendencia?
En primera ocasión que tuvimos conocimiento del caso, en el día de ayer, inmediatamente yo instruí al director provincial de Enseñanza Privada (SPEPM), Luis Bogado, para que se ponga en contacto con autoridades de la Institución para recabar toda la información necesaria para saber la situación de la actuación de la escuela con relación a la gravísima denuncia de estas chicas, a las que obviamente creemos, apoyamos y estamos decididos a hacer todas las acciones necesarias para poder proteger sus derechos y sobre todo para resolver esta situación que a todos nos preocupa.
Dentro de las posibilidades, ¿qué herramientas tiene la Institución y qué tipo de sanciones puede aplicar?
Hay dos cuestiones fundamentales que tienen que ver con la actuación de la Institución. En primer lugar, hay un hecho que es producido por alumnos menores de edad, esto significa que tiene que haber implicación directa de las familias, por lo que tienen que estar reservados los derechos de los denunciantes y de los denunciados.
Pero también forma parte de una comunidad educativa por lo que esto tiene impacto completo no solamente en las personas que han denunciado, sus compañeras y el resto de la comunidad educativa, entonces hay que hacer un abordaje integral sobre el hecho que va más allá del hecho puntual de decir ‘pasó esto’, sino que es una situación que se viene repitiendo y es una situación de gran zozobra para las chicas que han sido objeto de esto, pero que también impacta al resto. Entonces no solamente se resuelve con una sanción directa sino que hay que hacer un trabajo de concientización, de reflexión y de ver qué llevó a que esto pase también, eso obliga a la institución pero también obliga a la familia a trabajar.
Me parece que reducir esto a un hecho y una sanción, primero le quita la trascendencia, que es mucho más que un hecho aislado, y a su vez nos quita la posibilidad de darle a los acusados la posibilidad de reflexionar y de cambiar su conducta porque son jóvenes que están en una etapa de crecimiento en la cual debe ser determinada claramente las sanciones que son tolerables y las que no lo son. Debe quedar muy claro cuáles son los valores sociales que nosotros defendemos y vamos a hacer todo lo posible para que esto se respete.
En principio, ¿debería quedar todo en manos de la Institución con el seguimiento de ustedes o van a poner profesionales a trabajar dentro del colegio?
La Institución es de gestión privada por lo tanto tiene un equipo de trabajo en este tema en particular. Lo que hice fue poner a trabajar junto con ese equipo de trabajo al equipo del Servicio Provincial de Enseñanza Privada (SPEPM) y a su vez también a un equipo del Ministerio de Educación que tenga que ver con esta temática. Toda esta apoyatura está trabajando ya desde el día de ayer. Hoy vamos a estar pendiente, tenemos nuevamente una reunión y me están mandando los informes correspondientes y vamos a ver cuáles van a hacer los pasos que va a hacer la institución, porque es la primera responsable que es la que tiene contacto con las familias y los alumnos.
Los padres de las alumnas dijeron a PRIMERA EDICIÓN que todo sigue normalmente, ¿los alumnos involucrados están yendo a clases?
El día de hoy estoy recibiendo la documentación e información de los supervisores, todavía no tengo ese dato en particular pero eso también va a depender de cómo se sienten dentro de la Institución. Obviamente que cuanto más trascendencia pública tenga esto, mayores circunstancias de conflictividad pueden tener los chicos para ir a la escuela. Nosotros queremos que esto no ocurra, tenemos preservar el espacio escolar pero no podemos renunciar a actuar porque sino sería una falta de respeto ante la gravedad de los hechos denunciados y a los derechos vulnerados de estas chicas.
La convivencia entre las víctimas y acusados, con los padres involucradas, ¿cómo se hace para que la convivencia continúe hasta que se termine este ciclo lectivo?
Es un tema muy complejo. Esto es algo que tiene un impacto que va más allá de un hecho circunstancial que involucra a dos o tres personas implicadas sino que por su grave trascendencia implica una afectación de toda la comunidad educativa y a sido probado ayer con la sentada de las chicas la situación en la que estaban. Entonces no podemos estar con ojos cerrados a eso, pero tampoco podemos transformar esto en un hecho político, de toda la sociedad, que ponga a la escuela en el centro de este conflicto. Tenemos que preservar todos las partes de esto acá, entonces me parece que cuando existe ya una situación que está, digamos, en el en el ojo de la inspección, del trabajo y la atención de todas las partes implicadas, tenemos que dejar que esto pase un poquito para ir viendo todos los pasos, escuchando las partes y encontrando la mejor solución.
Creo que el hecho de armar un un gran escándalo o hacer mucho ruido no resuelve las cosas más rápido, sino que tenemos que tener muy claro hacia dónde queremos ir y que tiene que ver con preservar los valores y los derechos de todas las partes implicadas acá, pero obviamente de las denunciantes que son las primeras que se sienten agraviadas y que evidentemente nosotros las vamos a apoyar, queremos llegar hasta las últimas consecuencias de ver lo que pasó, lo que está pasando y actuar en consecuencia para preservar sus derechos.
Más allá del abordaje integral necesario, ¿Existe en la actualidad, en el marco normativo educativo, la posibilidad de suspender, de amonestar o expulsar a un alumno?
Lo que ha pasado en el último tiempo desde hace unos años en adelante, es que hemos pasado, sobre todo desde el momento en que se sancionó el nuevo Código Civil Comercial, a un régimen disciplinario reparatorio y no sancionatorio. ¿Cuál es la diferencia? El régimen sancionatorio va solamente buscando un castigo a una acción, es como una una situación de causa y efecto, mientras que el régimen reparatorio toma en cuenta las consecuencias de esto para la víctima, por lo tanto lo que busca en primer lugar es que la víctima de algún hecho de bullying, de un particular hecho de violencia o de acoso en una institución educativa (como este caso), en primer lugar tenga una situación reparatoria de esto y eso también sirva para que la persona responsable reflexione sobre lo hecho y no lo vuelva a hacer, entonces ese paradigma es un paradigma legal de todo el sistema de para los niños, niñas y adolescentes. Entonces los regímenes de convivencia tienen ese nuevo paradigma que no es puramente sancionatoria.
La solución, como decía, no es solamente poner amonestaciones, suspender o expulsar al alumno, sino reflexionar sobre el hecho y tratar de que esto no vuelva a ocurrir, pero siempre tomando en cuenta en primer lugar las consecuencias que sufren las personas afectadas, en este caso las chicas que han denunciado.
Esta problemática ha traspasado las paredes de la escuela y de la cuestión educativa. Hubo mucha gente que se sumó y sumó un montón de información errónea, violencia y hoy, me han confirmado las madres, que están asustadísimas las chicas porque sus compañeros han recibido amenaza de muerte…
Cuando esto sale del ámbito escolar y se convierte en un hecho en el cual toda la sociedad se cree con derecho a opinar, a presionar o a pedir que se haga algo, pueden ocurrir estas cosas. Lo que no tenemos que dejar es que nos gane la desesperación y el todos contra todos. Esta es una situación gravísima a la que nosotros apoyamos a la víctimas. Vamos a investigar y también a preservar el ámbito escolar que es un ámbito educativo, porque estamos hablando de menores de edad, de personas que aún no han terminado su desarrollo de personalidad, de su proyecto de vida. Por lo tanto, es el momento en el cual una buena reflexión, un buen acompañamiento, puede cambiar la percepción de lo que pasó y puede evitar que esto vuelva a ocurrir. Lo primero que queremos es que obviamente no haya ocurrido, pero tampoco que sea una constante y que siempre tengamos que hablar de lo mismo. Esto tenemos que erradicarlo de las escuelas y tenemos que erradicarlo de la práctica social de la juventud.
¿Pudo haber fallado la cuestión de la Educación Sexual Integral o tiene que ver más con una cuestión familiar que con la escuela?
Yo creo que está interrelacionado, no podemos reducir a una cuestión de educación sexual integral o no. En la provincia se trabaja hace bastante tiempo todo lo que tiene que ver con la ESI también el programa ENIA, tenemos equipos interdisciplinarios que trabajan desde el Ministerio y en cada institución educativa, esto se está trabajando. ¿Qué pasa? También todo un contexto social al que la escuela está abierto de una manera mucho más clara en los últimos tiempos que tiene que ver con las redes sociales.
Ahora con las redes sociales el conflicto no termina sino que empieza una vez que este se produce, porque con los celulares se filman, empiezan las redes sociales, eso se va a viralizando y crece exponencialmente, entonces hubo una cuestión que antes quedaba muy reducida al ámbito escolar se convierte en un fenómeno público y social. Es una cuestión que tiene que ver con la realidad en la que vivimos nosotros. Entonces, no podemos como escuela seguir pensando que somos una isla y que no tenemos la influencia y estamos sujetos a las consecuencias que pueden tener estas dinámica sociales que nos afectan a todos.
En este caso no sólo salió en Internet sino que también hay denuncia penal, también es un tema de investigación de la Justicia…
Cuando hay un juez interviniente nosotros tenemos que ponernos a disposición del juez, y una vez que ha tomado el caso es el que también puede ordenar de una manera diferente la situación de las partes, pero tampoco queremos que todo esto termine en una actuación judicial. La escuela y la familia tienen que tener herramientas para evitar que esto se transforme siempre en este en algo judicial, que exceda el ámbito en el cual nos podemos encontrar y podemos dialogar para encontrar una solución.
Por último, algún mensaje que quiera dejar a las víctimas, los padres y la sociedad que están movilizados atentos a lo que está pasando en el Roque González….
En realidad más que un mensaje como ministro, te diría un mensaje como padre. Yo soy padre de cuatro hijos y obviamente tengo las mismas preocupaciones, la misma visión sobre lo que está pasando y estaría muy preocupado y muy dolido si a alguno de mis hijos le hubiera pasado lo que les está pasando a estas chicas.
En primer lugar para su familia, para las chicas que fueron las que valientemente denunciaron, todo nuestro apoyo. Entendemos y felicitamos la valentía de haber podido contar, porque tampoco el silencio es la solución. Hay que hablar, hay que exteriorizar y no dejar que esto pase como si no hubiera pasado nada. Entonces estamos desde el primer momento que tomamos conocimiento sobre el tema, estamos preocupadísimos y queremos encontrar la solución para preservar los derechos, la intimidad, sobre todo la tranquilidad de esa familias que también es la tranquilidad del resto de las familias de la escuela y de nuestra sociedad que está pendiente de este hecho.
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