El director del IAE Business School de la Universidad Austral, Eduardo Fracchia advirtió que la inflación para el 2022 se proyecta en 65% y que el crecimiento económico podría ser igual a cero, con lo cual el Gobierno tendrá que estar muy atento a la posibilidad de un crecimiento de la pobreza.
Lo dijo en el contexto de que se conocieron esta semana los datos del INDEC, referidos al primer semestre del año, que arrojaron un 40,6% de pobreza en todo el país y 39,4% en Posadas.
“Habrá que seguir la evolución del índice de pobreza que es derivado de dos indicadores muy malos para 2022, crecimiento nulo e inflación que sería 65% en un estimado muy difícil de pronosticar dada la enorme volatilidad económica y la crisis de gobernabilidad”, sostuvo en una gacetilla.
En base a esto, Fracchia dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde pronosticó un panorama sombrío: “Si me tengo que jugar, la inflación va a estar arriba de 60 puntos y el crecimiento va a ser cero”, dijo. Siendo esperanzador comentó: “Creo que podemos llegar a zafar de una macro crisis” como la que vivió el gobierno de Raúl Alfonsín en 1987 con hiperinflación.
Se alienta el populismo
El economista explicó que los niveles altos de pobreza obligan a “esforzar las políticas más a corto plazo, a contener, a atender más la urgencia, es natural que haya una visión más de populismo”.
Remarcó que la salida “tiene que ver con inversión y generar un clima de confianza y credibilidad” pero “hace 12 años no se crea trabajo y no imagino que eso cambie en tres meses. Las papas queman por el lado de cuidar gente que está más abajo del nivel de ingreso”, apuntó.
Luego, Fracchia analizó que la inflación es un drama permanente del que ningún Gobierno pudo salir en los últimos 45 años. Sacando la cuestión ideológica, sostuvo que “en los años 70 teníamos menos de 10 puntos. Eso fue creciendo y en la democracia creció, no por culpa de la democracia”.
“Es un número complejo, asociado a que Argentina no crea puestos de trabajo y tiene alta inflación. La receta es crear puestos de trabajo, en lo posible registrados en blanco, y baja inflación”, señaló y advirtió que “son procesos de cinco, ocho o diez años”.
Explicó que hay sectores que padecen más que otros la inflación y la pobreza: “Hay mucha pobreza de niños menores a 14 años, es creciente y es lo que más duele porque están hipotecando el futuro. La pobreza no es sólo una cuestión material, de no tener comida y juguetes, es desnutrición, es pobreza de afecto, de sentido de la vida, eso preocupa más que la pobreza material, hay como una vida gris en esta gente que tiene una proyección de futuro complicada”.
“El ascenso social no viene funcionando bien en los últimos años, ese ascenso que sacaba a las familias de la población pobre, ahora la movilidad social está más difícil”, remarcó.
Como afrontar la pobreza
Fracchia explicó que “todos estamos de acuerdo y muy unidos” en que se debe buscar una solución contra la pobreza” pero “lo difícil es como entrarle: una perspectiva liberal dice que se debe tener un mercado de trabajo flexible, bajar el costo a PyME, dejar que se despida más fácil, que no haya limitaciones, flexibilidad laboral”.
“Pero políticamente no entra, hay una grieta. Después hay que resolver la macro economía: bajar inflación, ajuste fiscal, arreglar con el Fondo, es una niebla que hace costar el crecimiento y es casi imposible bajar la pobreza”, consideró el economista.
Agregó que “la pobreza no se baja con voluntarismo. Del 2001 para acá los planes han sido funcionales en ese sentido, es como un seguro para la gente que no tiene trabajo o changas, así hemos contenido a mucha población, pero los que están a cargo de los planes ahora no los quieren, (Juan) Grabois, (Andrés) Larroque, el kirchnerismo ya no quiere los planes, eso es positivo pero es difícil implementar”.
Impacto a nivel nacional
La pobreza fue del 40,6% en el primer semestre del año, mientras que la indigencia alcanzó al 10,7% de la población, según publicó el pasado jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Así, casi 19 millones de personas son considerados pobres por no poder cubrir el costo de la canasta básica total.
La pobreza abarcó a 18,8 millones de habitantes y la indigencia a casi 5 millones, según la proyección al total país de 46,4 millones de personas de la Encuesta Permanente de Hogares en 31 aglomerados urbanos con una población de 28,9 millones de personas.
Un año antes, en el primer semestre del 2020, la pobreza había sido del 40,9%, lo que implicó que unos 18,5 millones de personas en todo el país no lograran cumplir con sus necesidades básicas; a su vez, la indigencia trepó entonces al 10,5%, equivalente a 4,8 millones de personas. La falta de recuperación real de puestos de trabajo y del poder de compra de los salarios evitó que los números de la pobreza muestren una mejoría relevante en los últimos meses.
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