Crece la preocupación en el sector tabacalero por las graves consecuencias que genera la sequía, principalmente en el Norte de Misiones. Así, desde el sector productivo estimaron que el nivel de pérdidas, hasta el momento, es del 25% por la falta de caudal de lluvias.
Además, remarcaron que el impacto se está observando, principalmente, en los tabacales que fueron plantados entre agosto y las dos primeras semanas de septiembre.
Al respecto en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Gustavo Piñeiro, presidente de la Cámara del Tabaco de Misiones, indicó: “En estos momentos la pérdida en el sector tabacalero es del 25%. Los productores que plantaron entre agosto y las dos primeras semanas de septiembre ya no pueden recuperar su producción porque está en despunte y la falta de lluvia no permitió que se sigan desarrollando las hojas, quedaron chicas y ya están amarillando”.
Ese porcentaje se traduce en alrededor de siete millones de kilos del producto. “Tener una pérdida de siete millones de kilos es un monto muy significativo para la provincia y para las zonas productoras de tabaco donde este producto mueve mucho la economía. Las zonas más perjudicadas hasta ahora son Colonia Aurora y el Norte de la provincia”, afirmó.
Al mismo tiempo consideró que la compleja situación puede mermar si mejora la situación climática en relación a las necesidades de la producción. “Esto puede recuperarse un poco y bajar el porcentaje de pérdidas con el tabaco que se plantó después de la primavera. Si las lluvias acompañan puede darse un buen desarrollo. Todavía hay productores que tienen tabaco para llevar al rozado y ese tabaco necesita una mejor condición climática y desarrollarse bien”, aclaró Piñeiro.
Desde la Delegación de la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (SAFCI) señalaron que “esta sequía ya afectó bastante la producción tabacalera, producción de maíz, soja, mandioca y las pasturas para los animales”.
Los técnicos de SAFCI, Claudio Ferrari y Javier Sezler, expresaron a este Diario que “estamos recorriendo todos los días las chacras y hablamos con los productores que manifiestan sus quejas por las pérdidas que están teniendo por la falta de lluvia”.
Heladas: otro problema
Al perjuicio por la falta de lluvia en los últimos meses, se suman los impactos provocados por las intensas heladas que se dieron en diversos puntos de la provincia, dañando a los tabacales que estaban en el rozado y en los almácigos.
Cabe recordar que las pérdidas por estos dos efectos climáticos (sequía y helada) son absorbidas directamente por los productores porque no están consideradas en el plan de contingencia climática que ofrece un seguro para lo que es granizos, vendaval o mucha lluvia.
Por otro lado, la producción de sandía tipo primicia está por comenzar la cosecha y también sufre una importante pérdida. Desde la SAFCI señalaron que “el productor que tiene forma de riego artificial pudo sacar una buena cosecha con sandías grandes. Pero la mayoría no tiene forma de riego y perdieron plantas y frutas que no tuvieron un desarrollo esperado. Son mucho más chicas de lo esperado”.
A su vez, “los productores ganaderos también están siendo perjudicados. Los pastos no crecen por la falta de lluvia y al que no tiene silo o alguna comida alternativa le está faltando alimento para sus animales. Esta es la mejor época para las pasturas naturales porque se desarrollan con la llegada de la primavera y las lluvias abundantes. Pero ahora es todo lo contrario. Y está afectando a la producción de leche y al ganado de carne”, remarcaron.
Destacan importancia de vertientes
Ante la inquietud de los productores, en búsqueda de soluciones para enfrentar las complicaciones del ámbito productivo de sus chacras, el subsecretario de Planificación, Extensión y Programas de Financiamiento Rural, Martín Ibarguren, reconoció en diálogo con FM 89.3 de las Misiones que “esta es una sequía muy pronunciada. Según los profesionales este tipo de sequías no son excepcionales, sino que muy probablemente sean recurrentes”. Por ello, “tenemos que empezar a tener planificación climáticamente inteligente”, opinó.
Así, aconsejó: “Más allá de paliar la situación con algún pozo perforado o protección de vertiente, tenemos que empezar a proteger los lechos y cursos de agua. Hay que hacer sistematización de suelos para que el agua no se escurra y tenga capacidad de absorción”.
Al ser consultado por el nivel de apertura de los productores ante las técnicas propuestas, dijo que “son muy receptivos, están entendiendo que es un gran problema en la provincia si no cuidamos nuestro suelo y el agua. Incluso las generaciones nuevas son mucho más receptivas. Por eso, es necesario hacer buenos acuerdos entre el Estado y los productores. La clave es que estemos con mucha presencia en las picadas. Cuando el acuerdo está claro con los productores todo sale muy bien”.
“Hicimos una recorrida por algunas vertientes con las que estamos trabajando. Más allá de esta coyuntura por la sequía de ahora, hace rato venimos trabajando con la protección de vertientes porque estamos teniendo una demanda muy grande en las picadas sobre la escasez de agua para consumo humano. Es algo que nos preocupa y que tiene diversos factores, como por ejemplo la sequía que estamos viviendo ahora”, comentó el funcionario.
“Los municipios nos suelen traer las demandas de las picadas, que son las que sufren este flagelo por escasez de agua. Lo primero que intentamos hacer con la gente que vive en la zona, es preguntar cuáles son las vertientes disponibles en las diferentes chacras y cuál de esas vertientes son las que no se usan en todo el año”, recalcó y añadió: “Cuando son identificadas, medimos el caudal que sale de cada una de esas vertientes y vemos las mejores opciones para la protección, hacer tanques elevados, y la distribución a cada una de las chacras”.
En relación al funcionamiento administrativo, apuntó que “son administradas por las familias de las picadas que conforman consorcios, cobran una pequeña cuota como para ir reponiendo las bombas y haciendo las mejoras necesarias. Son autogestionadas por las familias, implica un gran compromiso para el cuidado del recurso”.
“Por eso tiene dos partes, una es la presencia del Estado aportando las cuestiones técnicas y el financiamiento, y por otro lado las familias favoreciendo lo que es la administración del recurso”, completó.
Mientras que sobre la capacidad que pueden alcanzar, Ibarguren contó: “Una de las vertientes que visitamos hoy (por ayer) está dando unos 40 mil litros de agua por día. Con eso se abastece a unas 15 familias y se está viendo la posibilidad que se integren más al consorcio”.
“Siempre tenemos que ser cuidadosos de hacer redes no muy grandes y que no sean exigidas por usos que no tienen que ver con el consumo humano, por lo general”, finalizó.
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