El presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Juan José Szychowski, visitó los estudios de FM 89.3 de las Misiones, para brindar sus consideraciones sobre diversas temáticas relacionadas a la producción en Misiones.
Así, afirmó que trabajarán inflexiblemente sobre quienes adulteran el producto dañando la calidad que llega al consumidor. Además, remarcó detalles sobre los volúmenes de materia prima que se importan desde los países vecinos a la provincia, la cantidad de molinos y marcas que concentran la actividad, la evaluación de una obra social que sirva para cubrir a los pequeños productores, el diálogo que se mantiene por el laudo, y el desarrollo del mercado.
Al ser consultado sobre la diversidad de sabores que se encuentran en diferentes zonas del país, Szychowski recalcó que “la calidad es muy variada, por la mezcla o el tipo de sabor que cada industrial trata de darle al producto que está vendiendo y lo caracterice”.
“La calidad está determinada por el código alimentario argentino que nos dice que tiene que tener cierta cantidad de palos, de hojas, tal porcentaje de humedad, aparte de toda la parte microbiológica que se debe analizar”, explicó y agregó: “Pero no es lo mismo una yerba producida en la Zona Sur de Misiones y Corrientes que en el Centro o Norte de la provincia, por el sabor de la yerba”.
“Tampoco es lo mismo una yerba estacionada en forma natural, con 10 o 12 meses, o con una cámara de maduración. Ni una con molienda integral que otra por componentes donde se separa la hoja del palo, se muele por separado y después se mezcla. Y también es diferente una molienda fina de una gruesa, cuanto más fina es la molienda más polvo produce”, apuntó.
Por ello, relató que “todas estas distintas formas de producir y la zona donde se produce la yerba, hacen que finalmente el sabor tenga su característica. Podríamos decir que la yerba del sur de Misiones y Corrientes, zona de campo, es mucho más suave que la producida en el Norte de la provincia”.
“Cada marca produce su mezcla para la zona en la que está vendiendo y el paladar de los consumidores que están comprando su marca. Incluso hay marcas que tienen un tipo de mezcla para la zona norte del país, otra para el centro y otra para el sur”, sostuvo.
Control y certificado de calidad
Al ser consultado sobre la rigurosidad de los controles que aplicará el Instituto con su presidencia para proteger la calidad de yerba mate que llega al consumidor final, Szychowski dijo: “Creo que la gestión que estamos haciendo se marcará en dos cuestiones fundamentales; una es la atención al sector de los productores más chicos, y en el otro punto es sobre la calidad”.
“Si uno produce calidad, en cualquier actividad, a largo plazo se impone”, opinó y recordó que “hasta ahora, el Instituto para poder controlar un paquete que estaba en la góndola tenía que ir de la mano de las autoridades de Salud Pública. El INYM nunca salió de forma directa a controlar, eso hace que se genere cierta burocracia porque Salud Pública depende de la Nación, está delegada en las provincias y a su vez muchas veces también en municipios. Todo se hace muy difícil”.
“El artículo quinto de la ley, en su inciso B, nos permite emitir un certificado de calidad de origen. El mes pasado, emitimos una resolución por la cual será obligatorio para todos los industriales que quieran vender, sacar el certificado de laboratorio sobre la calidad de origen de la yerba. Y en base a eso vamos a controlar que se cumpla la calidad en las góndolas”.
“Esto es algo inédito que está haciendo el Instituto, en este momento se está armando el protocolo que podría ser aprobado en las próximas semanas por el Directorio, y en un plazo no muy lejano, antes de fin de año vamos a estar controlando directamente los paquetes”, adelantó.
En ese sentido, expresó: “La gran mayoría de industriales hace un producto de excelente calidad, cuidando y respetando todas las normas del código alimentario pero, como en todas las actividades, hay algunos pícaros que adulteran el producto y dañan la calidad e imagen de la yerba mate ante los consumidores. Con esos sectores vamos a ser inflexibles, por eso estamos haciendo esta movida que es un gran esfuerzo del Instituto para que no estén estos vivos dando vueltas en el mercado adulterando y haciendo que el producto no cumpla con las normas del código alimentario”.
“Hay que dejar que los industriales serios, que son la gran mayoría, puedan competir por eficiencia y calidad, y que no tengan que estar permanentemente preocupados por esta gente que va con productos adulterados a cualquier precio rompiendo los mercados”, afirmó y completó: “Tenemos nuestro cuerpo de inspectores que en este momento está trabajando, vamos a reasignar funciones”.
Desde Paraguay y Brasil
En relación a esto, el titular del INYM destacó que en el último tiempo “se importó aproximadamente unos 20 millones de kilo desde Paraguay y un poco de Brasil. Esto se incrementó en los últimos años, antes el volumen era menor, por eso vamos a empezar a ser muy puntuales para hacer foco en la yerba que se está importando”.
“Estamos trabajando en el armado de protocolos para poder inspeccionar cada vez que entre un kilo de yerba de Paraguay o Brasil, para que cumpla los mismos requisitos necesarios que rigen en Argentina para la yerba canchada”, manifestó y agregó: “Tenemos muchos requisitos de calidad para la materia prima, o sea para la yerba canchada que se produce en nuestro país. Consideramos que la calidad es fundamental, y empieza por la materia prima. Entonces si exigimos un montón de cualidades que tiene que tener la yerba nacional, vamos a exigir lo mismo para el producto importado”.
“Desde el Instituto vamos a aplicar más requisitos para igualar a las condiciones que tiene la yerba mate argentina”, indicó.
Al mismo tiempo, sobre los niveles de importación contestó: “El consumo argentino es de 270 millones de kilos, entonces estamos diciendo que desde Paraguay y Brasil ingresó un 7% u 8% del volumen que se consume en el país”.
“La importación de yerba es una actividad permitida por la Nación, desde el Instituto no podemos prohibirla. La Nación habilita a importar esos productos, pero lo que sí vamos a hacer son controles exhaustivos sobre esa materia prima para que por cualquier problema de calidad que tenga no pueda ingresar. Es inminente la salida de una resolución que tiene aspectos muy rigurosos sobre lo que es la importación de materia prima”, deslizó.
Al laudo
Sobre la discusión del precio que tiene el producto, entre los diferentes sectores de la cadena productiva, Szychowski aseveró que “en este momento se están analizando los valores que podría tener el laudo. Lo lamentable es que tengamos que mandar a la Nación que nos fije un precio porque nosotros tendríamos que haber fijado el valor acá. Hubo muy buena predisposición de todos los sectores pero lamentablemente un sector presentó una nota y pidió el laudo, y cuando alguien pide que vaya a laudo en ese momento finaliza la negociación”.
Así, en relación al mecanismo de votación utilizado que exige la unanimidad, consideró que “si todos somos responsables y maduros, y vamos con los porcentajes adecuados de ganancia y una estructura adecuada de costos, no debería ser imposible llegar a la unanimidad. Pero no se puede empujar toda la cadena hacia arriba porque hay que recordar que también hay un consumidor que así no va a comprar el paquete”.
“En Misiones y norte de Corrientes nos conocemos entre todos, tenemos que trabajar juntos por el bien de nuestra actividad, y cuando hacemos un planteo a Nación lo tenemos que hacer en conjunto”, señaló y añadió: “Cuando estamos todos juntos es mucho más fácil, por eso se genera el malestar cuando alguien presenta una nota y rompe todo el sentido de trabajar juntos en pos de algo”.
Obra social para productores
El presidente del Instituto Nacional, también destacó que la creación de una obra social para los trabajadores de la actividad, “es un pedido de un sector muy importante de la producción, sobretodo de los pequeños y medianos productores, creo que sí es muy importante trabajar en ese sentido”.
“La salud es una de las cuestiones más importantes que debemos atender. Todos vemos a la yerba como un negocio, pero tiene que ser siempre algo que permita que la gente que está vinculada a esa actividad esté bien, esto para todos los trabajadores. Es un planteo que está hecho y lo estamos analizando”, aseguró.
Mercado, marcas y molinos
“El mercado de volumen es donde podemos vender la yerba como la tomamos nosotros, dentro del mate. Esos mercados de volumen son principalmente Chile, Paraguay, sur de Brasil, Argentina, Uruguay, Siria, un poco Estados Unidos y Alemania, y ahora vamos a empezar una expansión en el mercado turco”, explicó Szychowski y completó: “El mercado de volumen es lo que nos permite sacar la gran cantidad de kilos que tenemos”.
“Los mercados de especialidad son de muy poco volumen pero con alto valor agregado, por ejemplo las cápsulas, la yerba en saquitos, la que se utiliza para realizar algunas bebidas, pero son mercados donde se deben hacer desarrollos muy puntuales sabiendo que requieren grandes inversiones pero son pocos los kilos de yerba que van detrás de esa producción. Son formas de segmentar el mercado. La mirada que tenemos varios es que en realidad hay que hacer un esfuerzo en el mercado de volumen que es el que redistribuye la ganancia en toda la zona productora”, relató.
Mientras que sobre la cantidad de marcas de yerba que se pueden encontrar en las góndolas, especificó que “hay aproximadamente mil, eso no significa que existan mil molinos sino que hay algunos que poseen varias marcas. Pero un dato que es más impresionante es que de la zona productora cada día sale más de un millón de paquetes hacia el mercado, el consumo”.
Finalmente, informó que “los diez primeros molinos en importancia venden aproximadamente el 80% del volumen total. El resto son pequeños y medianos molinos, por eso debemos trabajar mucho en ese sector para que los pequeños molinos, que muchas veces son familiares, siempre tengan su lugar. Es una actividad complicada y desde el INYM debemos realizar un gran esfuerzo para que cualquier industrial pequeño tenga su lugar y pueda seguir vendiendo”.
Aumento del precio en las góndolas
El titular del INYM, opinó que “si la actividad funciona tenemos que ganar todos, el precio tiene que ser bueno tanto para el cosechero como para el productor, el secadero y molinero; y también debe ser un valor acorde para que el consumidor pueda comprar un paquete de yerba con un valor que no le justifique una erogación exagerada”.
En ese sentido detalló que “todos los días competimos con distintas infusiones”
“Cuando el consumidor va a un negocio puede elegir entre un paquete de yerba, café, té o una gaseosa. La competencia es permanente, por eso nosotros tenemos que tener en cuenta siempre a toda la cadena, que empieza con el tarefero y termina con el consumidor cuando elige un paquete de yerba sobre otras infusiones”.
Al ser consultado sobre el pedido realizado por el sector industrial con el objetivo de lograr una suba para el precio en las góndolas, Szychowski dijo que “tenemos que ser muy conscientes que está el consumidor al final de toda la cadena. La verdad es que el sector industrial viene con un reclamo hace un tiempo, diciendo que no les alcanza los valores del precio de salida de molino. Estuvimos analizando los costos del sector y sabemos que están con un retraso en el precio de salida de molino”.
“Esta semana que estamos terminando, les otorgaron desde la secretaría de Comercio Interior un aumento del 6% en góndola. Me tendría que reunir con ellos para saber bien cuánto más les estaría faltando, es una negociación permanente que se está haciendo con la Nación para tratar que los precios acompañen los incrementos de costos en toda la cadena y tener la rentabilidad que corresponde”, completó.
Efectos de la escasez
En relación a la escasez de materia prima, Szychowski señaló que “de acuerdo a las estadísticas que tenemos, va a seguir faltando materia prima. Analizando los valores de hoy creo que habrá faltante el año que viene”.
“La yerba se vio afectada por unas heladas que cayeron fuera de época cuando las plantas estaban brotando, hace 2 y 3 años. Eso hizo que se quemen muchos gajos, hubo mortandad de plantas. Generalmente, los efectos de una gran helada o sequía se ven reflejados en los volúmenes de producción a los dos o tres años. Lo que está pasando ahora fue producido por los efectos del clima de hace unos años”, manifestó y completó: “La sequía actual afectará más adelante porque estamos en plena etapa de brotación”.
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