El regreso a las clases presenciales en Misiones para todos los alumnos puede no darse este año. Sobre esta cuestión ahondó hoy sábado el vicegobernador, Carlos Arce, en el programa “Aire de sábado” en FM de las Misiones, la radio de PRIMERA EDICIÓN.
Al ser consultado sobre las condiciones que deben darse “sí o sí” para el regreso a la educación presencial, Arce, quien integra la comisión de especialistas que asesora sobre las medidas en torno a la pandemia de COVID-19 junto a la jefa de infectología del Hospital de Pediatría, Liliana Arce; el jefe de infectología del Madariaga, Gustavo Méndez; autoridades de la Dirección de Transporte, Educación y Salud Pública; opinó que “a mi entender, para el regreso a clases tenemos que tener la garantía de que se cumplirán todos los protocolos, tanto en los transportes como en las escuelas”.
Para el Vicegobernador, “una gran razón para retomar las clases es contar con una vacuna y es muy difícil que ésta se comercialice este año. Sin vacunas, tenemos que garantizar el respeto de un protocolo como lo hacemos en las otras actividades”.
Misiones, rodeada por 200 mil casos de COVID-19
Según argumentó, “los casos de COVID-19 que registramos en Misiones no están ligados a las actividades que fuimos liberando. Tanto los casos de Garupá como los de Andresito no fueron consecuencia de la liberación de las actividades de turismo o comercio. Esto mismo tenemos que asegurar con las clases presenciales”.
Arce destacó además que “Misiones tiene muchas escuelas rurales y la mayoría de ellas están en la costa del río Uruguay. En este momento, Misiones está rodeado por más de 200.000 casos de COVID-19 entre los estados de Santa Catarina, Río Grande, Paraná de Brasil, Paraguay y la vecina provincia de Corrientes”.
“No volveremos a clases para probar”
Teniendo en cuenta este contexto, Arce recordó que “el Gobernador (Oscar Herrera Ahuad) fue muy claro, no será una decisión política sino una decisión argumentada por el consejo científico y que priorice la salud. Evaluamos todas las posibilidades, nos preocupa principalmente la terminalidad, séptimo grado y último año del secundario”. Señaló que se toman en cuenta todos los factores, el uso de la plataforma Guacurarí y la continuidad pedagógica, el tema transporte “porque es un medio de contagio altísimo”, el potencial aumento de la contagiosidad cuando los chicos estén en lugares cerrados y el impacto en los adultos mayores. “Otra cuestión es el cumplimiento social de las medidas de prevención… ¿cómo enseñás a un chico menor de 4 o 5 años que no se saque el barbijo, que guarde distancia social, que no le abrace a un amigo, que no comparta el lápiz o el vaso? Sinceramente, creo que los chicos están esperando más volver a la presencialidad para estar con sus amigos y demostrar sus afectos que por la clase misma”, observó.
En este sentido, aseveró que “no queremos dar el paso para probar si aumentan o no los infectados, porque podemos perder vidas. Se demostró ahora que, pese a ser asintomáticos en su mayoría, los chicos tienen la misma capacidad de contagio que un adulto sintomático”.
Trabajo infantil
Al ser consultado sobre cómo trabajan para evitar que las familias lleven a sus hijos a la tarefa, Arce respondió que “con información, lo primero es que sepan que es un delito que un chico menor de 16 años esté trabajando”. Por ello, abogó por la creación de estas áreas específicas de la niñez y la juventud dentro de los municipios para facilitar el acceso a esta información. Destacó además el diálogo con los sindicatos de los tareferos e indicó que “ellos están haciendo un buen trabajo porque son los que están en contacto directo con los tareferos”.
En tanto, Arce se refirió que el Gobierno apuesta a la diversidad “para que cuando terminen la tarefa, tengan su unidad de producción y para que cuando los padres se vayan a las tarefas, los hijos queden en sus chacras”.
Ayuda para todos los sectores
Para Arce, a los actuales tiempos difíciles le seguirá un período aún más difícil pospandemia.
Recordó que “desde la Vicegobernación, a través de los municipios, ya llevamos más de 87 mil módulos alimentarios durante estos tres meses. Más el refuerzo del Programa de Emergencia Alimentaria cuyo presupuesto aumentó un 100% durante la pandemia”. Se refirió también al Programa “Empecemos de nuevo”, dirigido a emprendedores muy pequeños que no habían sido alcanzados por programas nacionales. “No les otorgaremos dinero sino insumos para que retomen sus actividades”, precisó.
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