Cuando el francés Antoine de Saint-Exupéry escribió “El Principito” no solo dio lugar a una de las novelas más tiernas e indispensables de la historia, sino que también inmortalizó una frase que quedó grabada a fuego: “Lo esencial es invisible a los ojos”.
Sin embargo, por más bello y romántico que suene eso de “lo esencial es invisible a los ojos“, son muchos los casos de la vida diaria que muestran como esa oración es incorrecta. Lo indispensable de la vida muchas veces está enfrente y adopta diferentes formas. Puede ser un abrazo, un beso o un consejo. Inclusive, hasta es posible que sea un objetivo material.
Por ejemplo, para el “criado y malcriado” en Oberá Cristian Ganz lo indispensable de la vida podría estar en un pedazo de papel que certifica que es profesor en historia. Ese “título” que detrás de esa letra esconde una vida plagada de determinación y superación que es digna de estar en esos libros que le despertaron la pasión por su profesión y que podría llevarlo a estar en esas páginas. Es que el próximo 12 de noviembre, este graduado de la Universidad Nacional de Misiones (UNAM) será reconocido por la Academia Nacional de la Historia en Argentina como el mejor promedio de su carrera entre todas las universidades nacionales del país.
En una entrevista conFM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, compartió recientemente su experiencia tras recibir la notificación de esa distinción.
“Estaba teniendo una semana bastante complicada, una semana como le puede pasar a cualquiera con complicaciones, y estaba haciendo mis cosas tranquilamente y me llega un correo electrónico donde la Junta Nacional de la Historia me da aviso, me comunica que voy a ser premiado con esta felicitación, con este… podría decirte este incentivo a los universitarios y nada, me quedé muy sorprendido, quedé contento”, expresó.
Ganz describió cómo el reconocimiento superó sus propias expectativas: “Uno de los objetivos cuando yo me puse a estudiar la carrera, era que yo quería tener el mejor promedio de la carrera pero dentro de la universidad. No pensé que esto iba a llegar a nivel nacional. La verdad que no me tenían tanta estima, pero bueno, el esfuerzo valió la pena y se logró”.
Desde su infancia, Ganz tuvo un vínculo profundo con la historia, un interés que comenzó con su amor por la lectura. “De pequeño, de muy chiquito, siempre me gustó leer”, relató, detallando que gran parte de su infancia transcurrió en una casa sin televisión, lo que lo acercó aún más a los libros.
“Siempre tuve al alcance libros de vecinos, libros que tenía en la casa, libros que podía sacar de la biblioteca, de la escuela, y mi primer libro de historia fue un atlas ilustrado que cuenta la historia desde la llegada de Colón a América hasta 1852, que es la derrota de Rosas y su exilio, finalmente”.
Ganz relató que su vida no fue siempre fácil y que sus estudios debieron postergarse durante varios años: “Lastimosamente, una vez que yo termino la secundaria,no puedo acceder a una educación universitaria, me toca trabajar, que es la historia de muchísimas personas, no solo en esta provincia, sino en todo el país y en todo el mundo, y tardo muchísimo en reencontrarme con mi amor, que es la historia”.
En 2018, tras perder su empleo, Ganz decidió retomar su sueño de estudiar Historia. Con recursos limitados, se las ingenió para ingresar en la Universidad Nacional de Misiones. “Digo, bueno, ¿cómo hago para ir a estudiar? Realmente no podía pagarme una educación privada, no podía pagarme una educación porque no estaba en mis posibilidades”, explicó. A pesar de estas dificultades, encontró alojamiento en los albergues de la ciudad de Posadas y se inscribió en la facultad en diciembre de 2018, comenzando sus clases en febrero de 2019.
Durante la entrevista, Ganz también se refirió a los retos y gratificaciones de estudiar Historia: “Uno cuando va a estudiar historia tiene una idea diferente, tiene una idea de batallas, de grandes personajes… pero lo que uno va a hacer cuando va a estudiar historia es realmente a conocer el mundo, a conocer la realidad en la que nosotros estamos insertos, a cómo funciona el mundo”, señaló.
En cuanto a los sacrificios que hizo para alcanzar este logro, Ganz recordó que tuvo que vender su moto, “mi gran amor”, para subsistir durante sus primeros meses de estudios. Una vez que agotó ese dinero, trabajó en distintos oficios, principalmente pintura, para cubrir sus gastos. A esto se sumaron las dificultades de la pandemia, que obligó a muchos estudiantes a adaptarse a la educación virtual. “Tuve la suerte de que tenía conexión a internet, pude acceder a las clases virtuales, otros no tuvieron tanta suerte porque vivían en lugares mucho más alejados”, añadió.
Ganz también se refirió a sus planes a futuro. Actualmente trabaja como docente en la ciudad de Puerto Rico, en Misiones, y espera continuar sus estudios en la Universidad Nacional de Misiones: “Mi idea es seguir estudiando, seguir estudiando con las posibilidades que me da la Universidad Nacional de Misiones, que es estudiante-trabajador”, explicó. Remarcó que su meta es lograr el título de licenciado y dedicarse a la investigación.
Con respecto al viaje a Buenos Aires para recibir su reconocimiento, Ganz afirmó que el decano de la Universidad Nacional de Misiones se comunicó con él y le confirmó el apoyo necesario para asistir a la ceremonia el próximo 12 de noviembre. “Si me toca hablar y tengo que hablar en ese momento, lo que quiero decirles es que Misiones está presente, la historia de Misiones es importante, y no es solo un paréntesis en la historia nacional”, concluyó, resaltando la riqueza de la historia provincial y su deseo de que sea más reconocida a nivel nacional.
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