La pandemia de coronavirus significó la ida de muchas empresas nacionales e internacionales del país, otras se mantuvieron a flote, reduciendo personal, su producción y perdiendo mercados. Tal es el caso de Aguas Misioneras Sociedad del Estado (AMSE), que está en un proceso de “reordenamiento”, sosteniendo mercados y buscando “ganar” otros a nivel nacional con “Aguas de las Misiones”, con su tradicional botella PET (plástico) de color verde.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, la radio PRIMERA EDICIÓN, Ángel Vallejos, presidente de AMSE, explicó que más que una “reconstrucción” de la empresa, fue un “reordenamiento” durante estos dos años de gestión que cumple al frente del directorio.
“Cuando asumimos la gestión en el directorio, la empresa ya llevaba alrededor de diez años de existencia, pero venía de un trance que la había golpeado bastante como fue la pandemia, había golpeado muy fuerte a la actividad de la empresa. Y a nosotros nos tocó encarar la tarea de la reconstrucción o reordenamiento, y es la tarea en la que seguimos”, aseguró.
Antes de la pandemia, Agua de las Misiones llegaba a casi todas las provincias, pero con la llegada del COVID-19 y su estadía durante más de dos años en el país y el mundo, hizo que se perdieran muchos de esos mercados. Ante ello, Vallejos explicó que “nuestra decisión fue replegarnos geográficamente pero buscando consolidar la marca a nivel regional, y en eso estamos. Hoy por hoy estamos un poquito más afianzados en la producción y en la continuidad de la misma, lo cual es clave para un producto de consumo masivo como el agua mineral, la leche, el pan. Es muy importante que haya rotación constante”, explicó.
De cara al corto plazo, contó que “ahora estamos en condiciones de buscar mercados de mayor consumo, como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Son los próximos objetivos”.
En ese marco, dijo que el desafío es llegar y asentarse en el tiempo en el mercado del AMBA, el más importante a nivel país. “Actualmente estamos en Buenos Aires, específicamente en el sector de gastronomía, pero entrar en supermercados y otros canales implica estar en condiciones de afrontar la eventual demanda que representa un mercado tan grande”, resaltó Vallejos.
Para ese objetivo, Vallejos estimó que deben tener ventas mensuales de 1,2 millones de botellas. En esa línea, remarcó que “el año pasado cerramos con un promedio de 600.000 botellas vendidas”.
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