El precio de la carne en Argentina sigue siendo motivo de preocupación, tanto para los consumidores como para los comerciantes. En una reciente entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Esteban y Alejandro, dos comerciantes de carne del mercado de Villa Urquiza, compartieron sus perspectivas sobre el reciente aumento en los precios y cómo esto está afectando el consumo.
Esteban Basterra señaló que, aunque la carne se había mantenido estable durante algunas semanas, recientemente experimentó un aumento significativo. “Se actualizaron un poquito, subieron casi un 10%. Hace 3 semanas aproximadamente que no subía la carne”, comentó.
Este incremento llega en un momento en que otros tipos de carne, como el pollo y el cerdo, ya habían registrado aumentos. “El pollo subió lo que va del último mes un 20% por lo menos, estaba 20 o 22 mil la caja y ahora se fue hasta casi 28.000 pesos”, detalló. Agregó que en su opinión, “nunca fue una opción el pollo, comprás los 3 kilos de pata muslo pero llevás también mucho hueso”, remarcando la conveniencia de los cortes de cerdo.
Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes Y Derivados de la República Argentina (CICRA), el consumo de carne vacuna cayó un 14,1% en los primeros siete meses de este año con relación al mismo período del año pasado y se convirtió en el menor de los últimos 26 años, según datos sectoriales. Precisó que en ese período se habrían consumido 1.248 millones de toneladas, unas 205 millones de toneladas por debajo del período de comparación.
El costo de preparar un asado, una tradición argentina, se ha vuelto un lujo para muchos hace tiempo. Según Basterra, “con 2 kg de carne, serían 14.000 pesos, 4 chorizos 2.000 o 3.000 pesos, con 20 o 25.000 pesos un muy buen asado”. A pesar de esto, advirtió que no toda la carne que se vende es de buena calidad: “Siempre hay que ver las calidades. Hay asados que venden sueltos que los llevan para chicharrón, no es para asado”.En este local el precio del kilo de asado de novillo cuesta 6900 pesos.
Alejandro, por su parte, resaltó la acelerada alza en los precios y cómo esto ha afectado el comportamiento de los consumidores. “Hay que sumarle más o menos 250 pesos al precio que ya estaba, la gente en estos momentos se está cuidando”, expresó.
Al igual que su par, remarcó el fuerte incremento en el precio del pollo. “La caja de muslo estaba el lunes a 22.500 o 23.000 pesos, y en dos o tres días subió a 27.500 pesos, subió una barbaridad”.
Alejandro también mencionó que los clientes están optando por cortes más económicos. “Llevan molida, paleta, aguja, no llevan más chuleta. Si llevan chuleta o cuadril están tocando el cielo”, señaló riéndose. Como comerciante, Alejandro busca opciones: “A veces trato de hacerle una ofertita para vender y que no me quede la carne. Uno como comerciante tiene que entender a la otra persona, y además tiene que tener tu negocio, cerrar la venta, las compras y llegar a fin de mes”.
Por último, comentó que “Este es el aumento que me comentó el abastecedor, que el precio queda ahí, pero por ahí el lunes nos dicen que sube de nuevo y nos caemos de espalda, ¿no?”, concluyó Alejandro, reflejando la preocupación generalizada ante la volatilidad de los precios en el mercado de la carne. En el local el precio del kilo de asado de novillo es de $6500.
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