Encontrar una casa o departamento ajustada a la economía de las familias misioneras, suele ser una difícil tarea para quienes deben renovar contrato o llegar a la primera experiencia como inquilinos. Pero esto no sucede solo en Misiones. También en la mayoría de las ciudades del país, con mayor énfasis en las capitales de provincias o localidades importantes, peor aún si son de mucha demanda por la presencia de universidades.
El presidente de Movimiento Nacional de Inquilinos, el cordobés Maximiliano Vitar fue muy duro al contextualizar el panorama actual para el sector. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, sostuvo que “la realidad es que estamos en una situación muy compleja, realmente es muy difícil poder transmitir cierta tranquilidad cuando el bolsillo de las familias que alquilan está cada vez más golpeado, no solo por la situación macroeconómica que golpea a todo el país sino también por quienes salen a trabajar solamente para poder tener un techo donde vivir con su familia, donde dormir”.
Para Vitar “desde diciembre para acá hay muchísima volatilidad e incertidumbre, desprotección principalmente porque, corriéndose el Estado y derogando la ley de alquileres, no hay un parámetro claro o el parámetro lo define, por un lado la necesidad y, por el otro, la voracidad y a la ambición del mercado inmobiliario de tratar de recuperar o ganar en términos de dólar o rentabilidad su inversión cuando esas dos visiones no tienen un punto de equilibrio. O que ese punto tiene una posición dominante de la parte que puede decirte ‘si no te gusta no alquiles’ o ‘si no te gusta andate’ y, del otro lado, la única opción sea aceptar esa condición o vivir en la calle”.
No hay muchas opciones
Vitar no dudó en asegurar que mucha gente optó por dos situaciones, ambas de peor calidad de vida. Fue al referirse a que existe mayor oferta de propiedades en alquiler y que la inflación bajó con respecto a diciembre o enero.
“Seguramente hay más gente en la calle, o más hacinada. Donde había una familia viviendo en una casa ahora hay dos. Donde había un jubilado viviendo solo en un departamento, ahora se vuelve con un familiar. Donde tenías a un estudiante que iba a una localidad con independencia, incluso trabajando, hoy se vuelve a la casa de sus padres o en su defecto tiene que estar viajando para cursar por no poder pagar el alquiler. ¿Dónde está lo beneficioso?”, se preguntó.
Quienes siguen alquilando, lo hacen a costos mucho más elevados, a partir de la desregulación. Según Vitar “es una realidad que ha aumentado 10 puntos el gasto sobre los ingresos familiares para destinar a un alquiler. Desde la derogación de la ley, vemos aumentos de un 100% de los que tienen un contrato viejo al renovar con la nueva legislación”.
“Más de la mitad de los contratos que se firman se hacen por ajuste por inflación en base a un aumento abrupto que tuvimos los primeros tres meses. Ese festejo que se hace sobre esta supuesta estabilidad de inflación, se acompaña de otro festejo por la mayor oferta”, indicó.
En ese sentido, agregó que “esa mayor oferta se hace en términos de cantidad de bienes ofertados, producto de la ley de alquileres lo que es una realidad parcializada. Hay más oferta porque el 100% se volcó por la desregulación total, con peores condiciones, eso no es beneficioso para el inquilino. No hay demanda, la gente en esas condiciones no puede alquilar. La mayoría no tiene una paritaria ajustada a la inflación, ni siquiera los estatales de las provincias que mayores incrementos salariales han tenido. Hoy pagamos el alquiler ajustado a inflación de manera acumulativa”.
Y finalizó sobre este tema asegurando que “el vuelco en la oferta ha sido también en términos turísticos, estamos muy caros en dólares y la cotización oficial no tiene una brecha muy alta. Esa brecha que se utilizaba para mover los alquileres temporarios en dólares, ya no se pactan más y las propiedades se volcaron al mercado inmobiliario tradicional”.
“Es una situación muy delicada”
En el cálculo de las Canastas que definen a la población en situación de pobreza o, peor aun, de indigencia, no se incluye en los valores al alquiler. Sobre la cuestión, Maximiliano Vitar del Movimiento Nacional de Inquilinos, aseguró en FM de las Misiones que “es una situación muy delicada”.
Sobre la cuestión sostuvo que “cuando se plantea sobre qué necesita una familia para no ser considerado pobre, esa familia es propietaria porque no se tiene en cuenta el alquiler y los impuestos de ese alquiler. Si eso se considerara sobre el millón de pesos para no ser pobres, hay que sumarle alrededor de 500 mil de promedio para no ser pobres y no quedar en la calle”.
“Se profundiza una crisis habitacional que desnudó la pandemia”, sentenció Vitar en este complejo contexto en el que se busca un lugar para albergar a las familias.
“Planteamos que el problema no es la ley sino la inestabilidad política y económica que seguimos viviendo al igual que el Gobierno anterior. Hay una fuerte recesión que genera mayor preocupación. La inflación ya no es la principal preocupación de los argentinos sino el desempleo y la inseguridad. Podes perder el trabajo si sos propietario, tenés una casa. Un inquilino no la tiene”, indicó Vitar.
El titular del Movimiento Nacional de Inquilinos puso como ejemplo que “alguien que alquilaba en abril por 300.000 pesos ahora pasó a 600.000 pesos”, para reflejar ese 100% de aumento mencionado.
La entrada Asociación de Inquilinos: “Seguramente hay más gente en la calle o hacinada” se publicó primero en Primera Edición.