“Cuando estaba internado, sólo pensaba en volver al automovilismo y gracias al Señor eso sucedió”


En Misiones cada 16 de julio se celebra y recuerda el Día Provincial del Donante, una jornada que es una verdadera oportunidad para aumentar la conciencia sobre la importancia de la donación de órganos y tejidos, y para agradecer a quienes se suman a este acto de generosidad y valentía.

Por ello, en esta semana especial, la FM 89.3 Santa María de las Misiones dialogó con Gastón Vancsik, piloto misionero que recibió en 2013 una donación de médula ósea. A una década de aquel hito en su vida y de toda su familia, contó las sensaciones como trasplantado, cómo sigue su vida y sobre el acto de generosidad y amor que realiza un donante.

“Mi trasplante ocurrió en 2013 y es como que ya pasó mucho tiempo y a la vez no. Es en síntesis un aprendizaje enorme en lo personal; y una vez que me recuperé y culminé con mi tratamiento, me metí de lleno de nuevo en lo que es la concientización y estudié más del tema, más allá de lo que me sucedió en lo personal”, contó Gastón.

 

En tanto, al preguntarle a qué se aferraba, que sentía y qué veía cuando la cosa estaba difícil, reveló que “me aferraba al automovilismo, que siempre fue mi pasión, hasta el día de hoy. Cuando estaba internado, mi meta era pensar en que algún día tenía que volver a estar corriendo en una pista de automovilismo. Todo sea por volver a correr, que pase este obstáculo. Gracias al Señor eso sucedió y hoy estoy corriendo en las pistas y manejando un auto de carreras”.

Volviendo el tiempo atrás, le recordaron a Gastón que en 2013 y en su Oberá natal se llevó adelante para él una exitosa campaña de donación de sangre (vital para la donación de médula), que al principio era por un día y duró 72 horas. “La verdad es que fue increíble, yo no estaba en Misiones pero estaba al tanto en Buenos Aires. para mi familia y para mí fue realmente conmovedor la ayuda de todo el pueblo. Fue increíble realmente”, recordó.

En otro tramo de la charla, se le consultó si evolucionamos en cuanto a la toma de conciencia en esta última década, en cuánto a donaciones, campañas, voluntades y leyes: “Creo que sí, se evolucionó mucho en referencia a las generaciones más grandes. Hoy las actuales generaciones tienen otra cultura, sin ir más lejos vas a los hospitales o a donar sangre y ahí nomas ya te consultan si querés ser donante de médula y eso hace una década atrás no sucedía”.

“La médula que me trasplantaron a mí llegó desde Alemania, con un voluntario que lo traía en su regazo. Se bajó del avión y una ambulancia la acercó hasta el hospital donde yo estaba y me la trasplantaron”

Vancsik detalló que “el donante se llama Martín, es alemán y toda la logística para traer dicha médula hasta la Argentina duró tres días. Si uno lo ve en comparación al trasplante de otros órganos, no fue tan complicado todo este periplo de Europa a América”.

“Tras cinco años de mi trasplante el INCUCAI me reveló la identidad de mi donante; así que lo contacté, le agradecí y cada tanto nos escribimos, la última vez fue en estas fiestas de Navidad y Fin de Año… Sólo me falta visitarlo en Alemania”.

“Una vez recuperado mi vida siguió de manera normal, como cualquier otro joven de mi edad. Sólo tuve un inconveniente al poco tiempo del trasplante, pero por suerte antes de los dos años y lo puede revver. Me hice un tratamiento prolongado, pero todo finalmente salió bien”, continuó el obereño.

Explicó que “durante ese tiempo me hice una fotoferesis, un tratamiento muy parecido a una diálisis, ya que uno está conectado a una máquina que te centrifuga la sangre. Necesitaba hacerme ese tratamiento para que el cuerpo no me rechace la médula. Antes probamos con otros tratamientos, menos invasivos, pero no resultaron; pero por suerte con la fotoferisis sí anduvo. Era un tratamiento muy nuevo en ese entonces, casi experimental. En Argentina había solo una máquina y justo estaba en el hospital que me trasplantaron y ahí me quedé unos seis meses más haciéndome la fotoferesis; y después cada tanto viajaba a Buenos Aires por un tiempo más hasta que terminé el tratamiento y ya no tuve ningún sobresalto más, después del 2015″, destacó.

En referencia a que pasó después dijo que “ya recuperado totalmente me puse a trabajar en la empresa familiar y al poco tiempo volví a correr y eso me ayudó mucho en lo anímico. Después siempre le di para adelante, tratando de progresar, de ir para adelante. Siempre en ese sentido”.

En otro tramo de la comunicación surgió que el misionero Gastón Vanscik es todo un “amuleto” celeste y blanco, ya que estuvo en memorables victorias y celebraciones de la Selección Argentina de fútbol y rugby. Estuvo en el Mundial de Qatar, en la reciente Copa América de Estados Unidos; y también en el histórico partido en que Los Pumas le ganaron a Nueva Zelanda, en Australia.

“En referencia a esta última Copa América, fue increíble. Este viaje salió muy rápido. Tratamos de organizarlo antes, pero por diferentes motivos no lo pudimos armar con más tiempo y sacamos finalmente los pasajes y llegamos al partido de Ecuador y después le seguimos a la Selección Argentina hasta la final, con la alegría de una nueva copa”, remarcó emocionado por haber estado en una nueva consagración Argentina.

Por último Gastón contó que no es de hablar mucho sobre lo que le pasó, pero a veces cuando va al hospital en Buenos Aires, pasa al lugar de trasplantados y le da una palabra de aliento a los que están pasando por lo mismo que pasó él en el pasado; “Esa charla es como una luz al final del túnel, es alentador y te da esperanza saber que se puede, que hay gente que estuvo ahí y salió, como yo“, sentenció.

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