El subgerente de información y alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús, afirmó que el río Paraná está en alerta, con índices muy similares al período del 2020, 2021, 2022. No obstante, aclaró que será más breve.
El ingeniero manifestó al programa Primera Plana que se emite por FM 89.3 Santa María de las Misiones , que “es una variabilidad climática que tenemos en la región realmente nos desvela y nos llama la atención permanentemente. Si uno mira el mapa de la Cuenca del Plata, el mapa completo y se fija la lluvia que cayó en los últimos dos meses se va a dar cuenta de que estamos en un escenario muy parecido a algunos escenarios de gran escasez, que vivimos en el trienio 2020 2022 o sea, estamos en un escenario realmente de sequía regional generalizada y no hay una provincia que se escape; quizás Misiones sea la provincia privilegiada de alguna manera porque si uno mira cómo ha llovido aquí y compara como como no ha llovido en las otras provincias, bueno encuentra algo mejor. Y, sobre todo la región más favorecida de alguna manera hasta ahora, ha sido la franja que va en el extremo sur de Misiones, la cuenca de vertiente ‘misionero paraguayo’ del río Paraná y la vertiente ‘misionero brasileño’ del río Uruguay. Es ahí donde se dieron algunas lluvias, cuyo aporte han sido importantes tanto para el Paraná como para el Uruguay en medio de una escasez”.
Además, sostuvo que “estamos en un escenario, claramente de seca y casi diría que con la misma incertidumbre que teníamos entonces con respecto a la duración que puede llegar a tener esta situación. En principio yo me hago la idea de que no va a ser tan largo por un lado y que no va a ser tan profunda la cosa, pero bueno, nos encuentra igualmente con caudales muy bajos”.
En esta línea, el ingeniero dijo que “los embalses están ya por debajo de lo normal, la regulación que está haciendo la alta cuenca del Paraná es muy marcada y uno mira los números y realmente son el mismo caudal que viene descargando prácticamente desde hace dos meses. Es decir, es una regulación total de lo poco que hay. La mitad sur, que es la que no tiene embalse, la más cercana a Misiones, que es la de aportes directo al embalse de Itaipú es una región que está teniendo una seca importante. Hace poquito hubo algunas lluvias, ahora tenemos la previsión de un evento que podría mejorar levemente, atenuar por lo menos, muy tímido, muy poco, pero en términos generales la sequía las condiciones de seca en esa región son marcadas, e insisto con el concepto del principio se parece mucho a unas cuantas semanas que vivimos en el 2020, 2021, 2022”.
Con respecto a la extensión de tiempo que podría darse este fenómeno, Barús dijo que la perspectiva es “en principio lo que tenemos cubierto con algún grado de certidumbre es todo lo que falta del invierno y la primera mitad de la primavera y, en ese periodo, con un horizonte por decir al 30 de septiembre, indica escasez, indica pobreza de lluvias por debajo de lo normal, mayormente en toda la región. Quizás se vea atenuada precisamente en el centro de la cuenca del Plata que incluye la provincia de Misiones, puede ser que las lluvias sean normales. Con lo cual no digo nada porque no es la época en ese lugar que haya lluvias en general significativas, o sea, en términos muy generales en todo ese periodo hasta el 30 de septiembre deberían privar condiciones de escasez y de lluvias por debajo de lo normal”.
Según el ingeniero del Instituto del Agua: “Los impactos son los mismos que tuvimos en marzo, abril de 2020, cuando nos encontramos con una situación extrema, pero con algunas ventajas en este caso, porque en ese momento la bajante fue tan abrupta y tan marcada en la ribera misionera. Por ejemplo, en ese entonces, hubo que atender el problema de las tomas de agua urbanas, que es un tema muy serio, muy difícil, y bueno han pasado muy pocos años, pero ya tenemos una experiencia recopilada, ganada, y eso nos permite afrontar una situación de bajante con mayor flexibilidad, con un mayor rango de captación de agua en las tomas. Ha habido una mejora sin ninguna duda, pero el impacto va a seguir estando”.
Y añadió otros efectos negativos que “en el caso que la bajante se prolongue muchísimo el otro de los impactos que tuvo aquella bajante que fue el de la fauna íctica, que puede volver a reeditar con la misma intensidad y con el mismo alcance que tuvo ese entonces. Otra cuestión que seguramente va a volver a ser importante y, en este caso no hay manera de condicionar, es lo de la navegación fluvial; es decir si esta situación de aguas muy bajas vuelve a darse con la intensidad que se dio en el 2020, por ejemplo, es posible que tengamos limitaciones severas a los calados. Seguro recordarán que en el año hubo tres descargas especiales por parte de Itaipú para favorecer el transporte en trenes de barcazas desde el Este paraguayo pasando por Yacyretá y yendo hacia Rosario. En aquella oportunidad se pudo hacer y poniendo en evidencia una excelente coordinación entre los tres países de Paraguay y Brasil y Argentina, pero no sé si las condiciones actuales dan como para imaginarse semejante procedimiento”
En otro tramo de la entrevista, el ingeniero afirmó que “ahora tenemos la expectativa de algunas lluvias que pueden llegar a ser importantes y viene a cuento justo que tocamos este tema porque se van a dar lluvias sobre la alta cuenca del Iguazú y las nacientes del río Uruguay al mismo tiempo que se de lluvias sobre esa zona de vertiente en Santa Catarina y a la altura de Curitiba, por ejemplo”.
“Esas lluvias podrían por un lado producir un repunte acotado de la alta cuenca del Uruguay pero también y esto es lo más importante podría tener un efecto mucho más favorable la de producir un repunte una modesta onda de crecida en el río Iguazú que eso se podría llegar a dar y eso es lo que estamos atentos a que se confirme esa perspectiva porque en ese caso vendría muy bien para compensar la escasez de caudal que viene del Itaipú, que está en el orden de los 5.500 metros cúbicos por segundo el orden de la mitad de lo normal, por lo tanto esa esa lluvia, si se diera, sería muy favorable”, agregó.
Con respecto a la fauna íctica, Barús indicó que “hasta donde yo he podido observar y la información que me ha llegado de la fauna íctica, es que la Comisión de Pesca Continental o la organización en la Argentina para atender el problema de la pesca y de la fauna íctica está en alerta. Tenemos el refresco el recuerdo muy fresco de la situación vivida especialmente en 2020-2021 y cuanto más largo es, mayor es el impacto en actividades como la pesquera.
“Sin embargo, insisto que esto no va a ser tan largo, esa es mi impresión. Nosotros trabajamos codo a codo con el Servicio Meteorológico Nacional y de hecho está por salir un nuevo boletín en conjunto, con informes que tienen un límite temporal y, que en este caso, el límite temporal va a llegar hasta el 30 de septiembre”, cerró el Subgerente del INA.
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