Violencia doméstica: “A muchos les horroriza, pero es el pan de cada día en Misiones”


Misiones es la provincia con mayor porcentaje de alumnos de primaria de escuelas de gestión pública que reportan hablar de violencia en las escuelas, con un 60,1%. En tanto, en Argentina, la mitad de los chicos que estudian en el nivel primario hablan en las escuelas sobre las situaciones de violencia doméstica que sufren en sus casas.

Esto se dio a conocer merced al informe “Situaciones de violencia en los hogares: detección y prevención desde las escuelas”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Mercedes Sidders (Fundación Abrazar y Centro de Estudios para el Desarrollo Humano – UdeSA), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).

El dato donde Misiones está a la cabeza de las provincias donde “hablar de violencia en las escuelas” está por arriba del 60 por ciento marcó un cimbronazo en varios ámbitos desde el familiar, escolar, e inclusive gubernamental.

Tras este impactante informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, Paula Schapovaloff, subsecretaria de Primera Infancia y exdirectora de la Línea 102, reconoció a la FM 89.3 Santa María de las Misionesque “hoy a muchos al ver la tapa de PRIMERA EDICION les horrorizó, pero el es pan de cada día e nuestra provincia. Los niños desde muy temprana edad buscan la contención en sus maestros, en los espacios de primera infancia. Los niños desde pequeños cuentan todo, sea bueno o sea malo”.

 

“Hay muchas cosas que minimizamos y romantizamos con el maltrato”

“La violencia muchas veces no solo viene de la casa, la violencia también se manifiesta cuando el maestro no escucha, no ayuda no quiere meterse en líos; y digo maestros, por que el informe se da en ese contexto. Pero cuando todos miramos para otro lado y normalizamos, endulzamos o romantizamos el maltrato doméstico, es algo que pasa a diario en Misiones, pero no solo en nuestra provincia, esto tambien pasa en Chaco, en Formosa, es un problema cultural, lamentablemente”; remarcó.

Además dejó en claro que “hay un montón de cosas que minimizamos y romantizamos dentro del maltrato en el ámbito de la escolaridad primaria y dejamos de atender, por eso hay tantos casos. No es que ahora haya un boom, siempre existió”.

En otro tramo de la charla se le preguntó: ¿cuáles son las consecuencias de no atender estas situaciones para la salud mental de los niños y adolescentes? y contestó con una sola palabra: “el suicidio“.

(Imagen ilustrativa)

“El extremo de la salud mental de los niños: es el suicidio. Se llega a ese punto cuando el niño no se siente amado, contenido, escuchado, ridiculizado o minimizado y reitero, no solo en casa, sino también en la escuela”

Acto seguido dio a conocer un para de simples detalles a para tomar en cuenta: “Cuando el niño se come las uñas, se vuelve a hacer pis, no llega al baño, tiene una marcada ansiedad, se pone nervioso al llegar a la escuela o a la hora de irse a la casa, en el trato con sus compañeros o por los dibujos que hace; todos esos son indicios de que algo está mal; y hay que prestarles atención porque no todos los niños reaccionan igual”.

 

¿Qué está fallando o que falta para que no suceda esto?

“Falta prestar más atención y ‘un poco más de mano dura’, pese a que suene feo. Que los programas, las leyes y las sanciones se cumplan”, admitió Schapovaloff y a modo de ejemplo relató: “No va más decir ‘vas a tener problemas si maltratas a tu hijo’; hay que decir ‘tenes problemas porque maltratas a tu hijo’; porque no es normal, porque no esta bien hacer eso“.

 

“Hay docentes que quieren ayudar, pero la burocracia se lo impide”

También se le consultó si los docentes están preparados para lidiar con todo este tipo de problemáticas, de las nuevas y de las que siempre existieron y aún hoy están presentes: “La nueva generación de docentes no tanto; porque no tienen tanta empatía; pese a ello los docentes quieren ayudar, pero se encuentran con una burocracia que no les permite ayudar tanto en el ámbito público, como privado. Pese a todo eso, hay docentes que pasan todas esas barreras y denuncian, llaman a la línea 102, con nombre y apellido; y son muy pocos los valientes, pero de que los hay, los hay”, aseguró la especialista.

Asimismo contó: “Llegamos  a varias escuelas y tenían un protocolo de violencia, pero no sabían como implementarlo, no sabían para que sirve la Línea 102, la Línea 137, faltaba difusión, información y articulación entre los organismos, pero por suerte hoy sí hay esa articulación, difusión e información respecto a este tema”.

El mensaje que puedo dar como madre por sobre todas las cosas es: prestarles atención, escucharlos, hacernos un tiempo para ellos, dejar el celular, la televisión, el trabajo por un rato y preguntarles como está, como les fue en la escuela, por sus amigos; que miran en la tele, con quiénes juegan, a que juegan, mirar el teléfono celular, sin invadir su privacidad, pero si tener un control sano y empezar a fomentar la empatía; y entender que no todos los niños son iguales. Que no son como éramos nosotros. Tengamos paciencia porque nuestros niños vienen un poco más acelerados y a la vez más sensibles que nosotros; hay que comprenderlos y entenderlos, así nos vamos a evitar un montón de problemas, y en cuanto a los docentes que tengan más empatía, que no todos los niños son iguales; que tengan paciencia, que los escuchen, que no los cataloguen sin tener un fundamento, no los diagnostiquen, tengan paciencia y empatía”.       

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