“No será solo un problema de precios en el sector, sino también el ingreso de yerba de otros países”


Desde ayer, 1° de abril, adquirió plena vigencia el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70 del presidente Javier Milei que desregula totalmente el mercado de la yerba mate, quitándole las potestades al Instituto Nacional para establecer precios de referencia y equilibrar la oferta y demanda. A partir de ahora, solo se publicarán, en forma mensual, valores de referencia.

 

El DNU

En los considerandos de la normativa se indica: “Se torna imperioso acrecentar actividades productivas que permitan expandir la producción y reducir los precios de los productos, fomentando asimismo el desarrollo de las economías regionales, de manera de hacer realidad el plan federal que nuestros padres fundadores tuvieron en mente al sancionar la Constitución Nacional”.

“A tales fines, resulta necesaria una modernización del Instituto Nacional de la Yerba Mate, previsto en la Ley N° 25.564, que lo equipare con el Instituto Nacional de la Vitivinicultura, focalizando sus actividades en las verificaciones de calidad, al tiempo de impedir su intromisión en un mercado competitivo, replicando así el exitoso modelo de la industria del vino que ha logrado una mayor inserción internacional”.

 

Reacción en Misiones

Cuando se publicó esa norma desreguladora, el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, le dijo a la prensa: “El DNU afecta directamente a los productores, en particular a lo pequeños y medianos, que se esforzaron en pedir y conseguir la creación del INYM a los efectos de que los proteja de los grandes jugadores yerbateros”.

El INYM equilibra la cadena de la yerba mate “ya que fija los precios, estampilla garantizando la calidad del producto, protege el trabajo infantil, proyecta con sus técnicos las matrices productivas, ayuda a mejorar la distribución y conexión de nuevos mercados en el exterior con exportaciones crecientes en los últimos años y establece volúmenes de producción para sostener el precio”, entre otros aspectos, detalló Passalacqua.

 

Preocupación en la producción

“Hay una diferencia muy grande entre lo que gana la industria y nosotros, los productores”, explicó el director del INYM por la Producción, Jonas Petterson, al explicar la diferencia de fuerzas entre los sectores y la necesidad de regular valores.

Sostuvo que “era importante mantener la fijación de valores porque es lo que garantiza al productor tener un precio justo”.

Explicó que “el valor del paquete no lo definimos nosotros. En gobiernos anteriores había un tope de precio en góndola, ahora la industria no tiene ese tope y tampoco se sientan a negociar valores con nosotros. Entonces hoy arranca la zafra gruesa sin garantía de un precio justo para el productor”.

Por su parte, Marcelo Hacklander, director por la Producción, opinó que “somos 12.000 productores de yerba y el 70% son pequeños productores, es un volumen importante de gente que queda desprotegida totalmente con estas medidas drásticas que aplicó el Estado nacional”.

Además de que no hay precio regulado para cobrar por su materia prima, se suma la preocupación de las importaciones abiertas. El ingreso de hojas de Paraguay y Brasil, a menor precio que las locales, sería otro golpe a la economía agropecuaria: “Si llegan a autorizar del todo el tema de la importación va a ser algo muy complicado para nosotros. Si bien sabemos que de 1.200 cargas que intentaron ingresar el año pasado y antepasado, apenas 20 pudieron ser ingresadas al país por los controles de calidad que hizo el Instituto”.

 

Precios y calidad de la materia prima, “ejes que preocupan”

En diálogo con FM Santa María de las Misiones, Ricardo Maciel representante de Misiones del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate) expresó que sienten “mucha preocupación porque después de 22 años no hay precio oficial de base para los productores. Ya pasó una vez y eso significó mucho desarraigo y afectó a las chacras”.

De igual manera, sostuvo que todavía “hay que ver cómo avanza el DNU en la Cámara de Diputados” para saber si a partir de esa instancia “se pueden recuperar las facultades que tiene el instituto”.

A su vez, mencionó que dentro del INYM y en conjunto con la provincia están pensando mecanimos para proteger la producción “a través de normativas”. Como por ejemplo, dentro de la “misma legislación del instituto”, intentar fijar precios de referencia para orientar a los productores, reforzar el control de calidad y otras acciones.

Marcó que la preocupación principal del sector es atravesada por “dos ejes”:

“Por un lado el tema precios puntualmente; y por otro, lo mucho que va a afectar, según los indicios, el tema del ingreso de yerba de otros países competidores (…). Los precios van a repercutir en el consumidor también, y lo que preocupa es traer materia prima de otros lugares, ya que la calidad de producto no es la que nosotros logramos acá en la producción local (…) además se ha hecho una propaganda muy fuerte de la yerba mate argentina en el mundo, y traer un producto que no reúne las condiciones pone en riesgo también a nuestra economía, desde el punto de vista del producto en sí”, describió Maciel.

 

El pequeño productor “necesita del acompañamiento del Estado”

En caso de materializarse la desregulación del mercado yerbatero “el productor no tendrá segunda oportunidad de afrontar la crisis”, apuntó Ricardo Maciel.

“En esta zafra no se va a notar mucho, pero de acá a uno o dos años será muy duro para el sector. Los pequeños productores necesitan del acompañamiento del Estado, por la fijación de precios, la incorporación de tecnologías, capacitación, y otras actividades“, argumentó.

Por último mencionó que de los 12.000 pequeños productores registrados son entre 8.000 y 9.000 los que se verán directamente afectados. “No tienen la fuerza como para salir a negociar o a imponer las condiciones para vender”, cerró.

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