La Iglesia Católica en Argentina completó el proceso de renuncia a su aporte económico proveniente del Estado. La medida comenzó a regir a partir del 1 de enero de este año y quedó establecido luego de que la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) concluyó el proceso de renuncia de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares a la asignación mensual prevista en la ley 21.950.
Esta tarde en FM 89.3 Santa María de las Misiones hablaron al respecto con el sacerdote Alberto Barros, vicepresidente de Cáritas Posadas quien explicó que lo que va a dejar de percibir la Iglesia concretamente es un aporte histórico que recibían solamente los obispos, un pequeño aporte también para la formación de los seminaristas y algunas parroquias de frontera o de lugares con muchas adversidades como una colaboración para sobrellevar la tarea evangelizadora.
Indicó que se trata de un monto insignificante ya que representaría un 7% del presupuesto, del gasto que la Iglesia tiene en Argentina para su tarea evangelizadora, de caridad, agregando que detrás de esta medida hay cuestiones más ideológicas y políticas que económicas.
“En lo personal creo que nos hace mucho bien. Tal vez quienes proponen y han propuesto estas quitas lo hacen creyendo que nos complican la vida, pero en realidad nos favorecen la vida porque si hay algo que a la iglesia le hace bien, es tener la libertad total para realizar su tarea de anunciar la Buena Noticia de Jesús o sea, su buena noticia de una vida digna para todos, de amor, de perdón, de justicia, la libertad para poder denunciar también todo lo que atenta contra la dignidad humana”.
El padre Barros celebró que la Iglesia pueda sacarse de encima esos subsidios, pero también se tomó unos minutos de la entrevista para explicar que la Iglesia no fue la que pidió tener esos beneficios y explicó el contexto histórico en el que comenzaron a brindar ese aporte.
Relató que Bernardino Rivadavia siendo secretario de Gobierno de Martín Rodríguez, gobernador de Buenos Aires, decreta la expropiación de los bienes de la Iglesia, de las tierras, edificios que la Iglesia tenía producto de la donación de los fieles. “La Iglesia quedó pelada” y el mismo Rivadavia dispuso que a partir de ese momento el Estado iba a colaborar con la Iglesia mínimamente.
“Lo que hoy estaban recibiendo los obispos, es una compensación por todas las expropiaciones que se hicieron a partir de 1822. No es que la Iglesia pidió al Estado una subvención, no. A la Iglesia se le quitó todo y en compensación mínima se dejaron estos aportes. La Iglesia se autosustentaba absolutamente, nunca necesito de estos fondos”.
“Para la ideología liberal la Iglesia siempre es un problema”
El vicepresidente de Cáritas Posadas amplió su explicación del contexto que llevó a que la Iglesia deje de recibir esos aportes del Estado. En ese marco siguió su relato recordando que Marcos Peña, el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, fue el que impulsó la quita de estos aportes para los obispos , algo que la Iglesia aceptó pero pidió unos años para poder reestructurarse con este tema y se pautó que a finales del año 2023 ya definitivamente se dejaba de recibir ese aporte, cosa que fue lo que anunció ahora la Conferencia Episcopal.
“A veces yo entiendo que para la ideología liberal la Iglesia siempre es un problema, porque esta ideología te plantea siempre que lo importante es el individuo, el bienestar económico, el progresar individual, se pierde la dimensión de pueblo, de comunidad, de bien común, deja de lado a los más pobres, se olvida de los que no tienen las mismas posibilidades que otros, entonces la Iglesia siempre ha denunciado esto en este tipo de ideologías“, expresó Barros
Reiteró que celebra este cambio porque a la Iglesia le hace bien:
“Cuanta menos dependencia tengamos del Estado, de cualquier gobierno sea de color que sea, nos hace bien (…) porque nos hace tomar más conciencia de que como Iglesia nos autosustentamos con la generosidad de todos”
El padre Alberto recordó que en Posadas como es habitual Cáritas realiza en marzo la Colecta Solidaria del 1% para construir viviendas sociales y nunca pide ni recibe subsidios del Gobierno, ni de organizaciones del Estado.
“La colecta es pura y exclusivamente el resultado del aporte de las comunidades, de la gente, de los fieles y nos manejamos siempre así, no queremos desde Cáritas Diocesana ningún aporte del Estado para ninguna tarea, para nada“.
Sí hay diálogos con el Gobierno cuando se plantean temas comunes que enfrentar. Sobre esto dio como ejemplo el tema de las adicciones, una problemática que vuelve necesario tomar contacto, trabajar en conjunto con el Ministerio de Prevención de Adicciones y cuando hay que trabajar en asentamientos, reordenamiento de la gente toman contacto con el Ministerio de Desarrollo Social.
“Obvio que los diálogos (con el Gobierno) están, pero no tiene nada que ver con cuestiones de dinero y eso, sino de un trabajo conjunto por el bien de la gente”.
La entrada Padre Alberto Barros: “Celebro que la Iglesia deje de recibir aportes del Estado” se publicó primero en Primera Edición.