
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) genera incertidumbre y expectativa en el mundo laboral. ¿Cuáles son los trabajos que podrían verse afectados? ¿Es posible que la IA nos supere en todas las áreas? Leandro Di Persia, director de la carrera de Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), analizó estos temas en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Esto lo tienen que pensar en equivalente a lo que fue la Revolución Industrial. Esto va a cambiar la forma en que hacemos muchas cosas, pero de la misma forma que la revolución crea nuevas formas de trabajo. Son cambios de paradigmas donde algunas cosas se van a ver perjudicadas y otras van a surgir”, explicó. Y agregó: “Eso obviamente va a tener impacto social, pero nos tenemos que preparar para que sea lo mínimo posible”.
Consultado sobre los sectores que podrían verse más afectados, Di Persia explicó que “es difícil hablar de un sector afectado, pero más allá de sectores lo que tenés que pensar es qué tipo de actividades pueden verse impactadas. Y estas son las actividades muy repetitivas”.
“Esto va a ayudar a la productividad. Te cuestan, son tediosas, tenés que repetir, etc. Esos son los trabajos que pueden verse en jaque. Generalmente los trabajos en los que no tenés que pensar; para eso, estas herramientas son fantásticas porque te permiten hacerlo rápido”.
Respecto a los límites actuales de la creatividad de la IA, señaló: “Es un tema que está en discusión. Han visto las imágenes generadas con IA, hay discusiones de hasta dónde eso es creativo y si eso puede ir más allá de los paradigmas con los que fue alimentado el sistema”. Y puntualizó: “Se le puede decir que escriba un texto en el estilo de Borges, pero no se le puede pedir que invente un nuevo tipo de escritura propio”.
En cuanto al desarrollo de sistemas que ya superan a los humanos en tareas específicas, explicó: “Eso ya lo superó en actividades puntuales. Precisamente, la IA es una disciplina que logra que un sistema en una tarea puntual supere las capacidades de los humanos”.
Sin embargo, Di Persia se mostró optimista: “A mí no me preocupa. Soy docente universitario hace muchos años. Yo lo veo como herramienta. Siempre les advierto a mis alumnos que tengan cuidado, porque ChatGPT muchas veces inventa textos y no te da el texto ‘curado’, y lo inventa de forma que suene muy coherente”.
Una carrera pionera
Sobre la formación académica en IA, destacó que la UNL cuenta con una carrera específica desde antes del boom mediático de la tecnología: “En la universidad donde trabajo tenemos un instituto de investigación donde hace 20 años se hacen trabajos sobre IA, y allí surge la posibilidad de crear esta carrera”.
“Justo cuando logramos la aprobación del Ministerio, explotó el tema en los medios, y eso atrajo a mucha gente que quería estudiar. Esperábamos un primer año con 50 inscriptos y hubo 200”.
La carrera es una ingeniería con una fuerte base matemática y física, con tres años de ciclo básico y dos años de especialización. “El alumno puede elegir trayectos específicos: uno orientado a automatización y robótica, otro a procesamiento de señales e imágenes, y otro a aprendizaje automático”, detalló.
¿Hay que tener miedo?
Frente al temor que genera el avance de estas tecnologías, Di Persia respondió: “Esa pregunta me la hacen siempre. Creo que viene mucho de lo que vimos en el cine con las películas de ciencia ficción, pero obvio que es un temor natural. Si esto puede ser superior a mí en un aspecto, ¿por qué no puede serlo en todos los aspectos, no? Creo que estamos lejos de eso de todas maneras. A los que trabajamos de esto, nos preocupa o nos ocupa. Es todo tema de estudio”.
El avance
“El avance es a pasos agigantados, nos cuesta seguirle el ritmo. Lo que pasó con esta masificación de la IA es que el interés se trasladó a empresas, gobiernos y todo el mundo. Se comenzó a invertir mucho dinero, y eso hace que todos los días, donde antes había cinco grupos, ahora hay veinte. Eso nos trae novedades a diario”.
Finalmente, advirtió que en Argentina el principal obstáculo no es el conocimiento, sino los recursos: “Nuestro problema no es de capacidad. Tenemos investigaciones hace 20 años, tenemos historia. Pero el problema en Argentina es de recursos. Entrenar un sistema como ChatGPT no se hace con una computadora que tenés en tu casa. Necesitás un clúster de 100 máquinas con placas gráficas de las más avanzadas del mundo, donde cada una vale miles de dólares. Ese es el factor que nos retrasa”.
La entrada La IA y el futuro del trabajo: “Los puestos donde no tenés que pensar son los que están en jaque” se publicó primero en Primera Edición.