
Se viralizó en las últimas horas en las redes sociales un incidente de tránsito en Posadas, en el que dos personas a bordo de una moto, en aparente estado de ebriedad y sin casco, desafiaron un control municipal.
La situación se tornó caótica cuando la mujer que viajaba como acompañante forcejeó primero con uno de los agentes y luego se llevó el rodado empujándolo, al grito de: “Me la llevo y me voy”.
Este episodio de rebeldía ante la autoridad competente suscitó de inmediato un intenso debate sobre la efectividad de los controles de tránsito y la capacidad de los inspectores para actuar en situaciones de este tipo.
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La discusión se centra en por qué los agentes permitieron que los infractores se retiraran sin más y qué medidas pueden tomar -según la normativa vigente- en circunstancias como esa.
Para aclarar ambas cuestiones, la FM 89.3 Santa María de las Misiones consultó a Rubén Tamis, especialista en seguridad vial, quien opinó que los municipales “actuaron bien, porque fueron hasta donde pudieron, hasta el límite que les está permitido”.
Explicó al respecto que el poder de policía de los inspectores se limita a garantizar la seguridad y el bienestar público, pero no les otorga autoridad para detener a las personas en situaciones de resistencia.
“Supongamos que el inspector ejercía la fuerza, sosteniendo la moto o para retener a la mujer: en lo que iba a terminar esto era en una denuncia contra el inspector: el que pierde siempre en estos casos es el agente de tránsito“, que pone en riesgo su integridad y su carrera, argumentó Tamis.
El debate giró también en la consideración de parte de algunos de que la mujer involucrada en el incidente estaba aprovechándose de la aparente inacción de los agentes de tránsito. Respecto a ello, el entrevistado remarcó que “lo que hizo el inspector fue solamente cubrirse, o sea, evitar la agresión. Podía ponerse más rígido o estricto, pero iba a terminar peor. Entonces, buscando el mal menor, uno le toma los datos y hay que dejarle que se vaya, ese es el límite que tienen los agentes”, insistió.
El especialista abordó también la eventual responsabilidad de los agentes en caso de que la moto se escape y cause un accidente: según él, “si el inspector no persigue a la moto, no puede ser considerado responsable de los daños que esta cause. Sin embargo, si decidiera perseguirla, podría ser considerado culpable si se produce un accidente”.
Es que el artículo 61 de la Ley de Tránsito especifica que los “vehículos de emergencia, en la estricta misión de su función, pueden no respetar normas respecto a estacionamiento, velocidad y señalamiento, siempre y cuando no causen un mal mayor al que intentan resolver” y siempre utilizando las balizas y las sirenas puestas.
Tamis, quien reveló que fue inspector motorizado durante cinco años, compartió su experiencia sobre la peligrosidad de su trabajo, especialmente al tratar con personas que pueden volverse agresivas: “El que uno menos piensa se vuelve un problema, con una herramienta como es un vehículo, hasta una abuelita es peligrosa si se pone agresiva con los agentes de tránsito. Con esto tienen que lidiar siempre los inspectores”, describió.
Aclaró que, en el caso del video, la situación habría sido “totalmente diferente” si en el lugar había un policía provincial, porque ellos sí tienen la potestad de arrestarlos, tanto al conductor en caso de que se confirmara que estaba alcoholizado, e inclusive a la mujer, que fue la más agresiva.
“Según el artículo 86 de la Ley 24.449, aquel que conduce un vehículo con alcoholemia positiva tiene que ir arrestado, entonces ahí el conductor y la mujer deberían ir arrestados si había un personal de la policía”, argumentó.
Lo que mejoró y lo que queda por mejorar
A pesar de todo ello, el especialista en tránsito vio el costado positivo a este episodio y destacó que “en los comentarios al video, la misma sociedad se ve indignada con el accionar de esta mujer”.
También se mostró optimista respecto a los avances en la seguridad vial en Posadas, ya que según él, “hoy el 98% de los motociclistas ahora utilizan casco, y la maravilla es que la misma sociedad ahora lo hace cumplir: si hay 10 motos en un semáforo y uno no tiene casco, todos le miran raro al que no tiene”.
No obstante, advirtió que es necesario seguir trabajando en la educación vial y en la implementación de controles más efectivos.
El especialista sugirió que se debería aumentar el número de inspectores y utilizar patrullas en movimiento para mejorar la seguridad en las calles. Según él, los controles estáticos son insuficientes y no abordan adecuadamente el problema de las infracciones de tránsito: “Se vuelven solamente un trámite administrativo y para controlar papeles. Los papeles no lastiman, lo que lastiman son las acciones”, remarcó.
Entonces, agregó, “en mi opinión tendrían que entrar 30 inspectores nuevos, comprar 30 bicicletas, 30 motos chicas o monopatines y recorrer toda Posadas, que es grandísima“.
Finalmente, Tamis enfatizó la importancia de que los conductores se queden en el lugar de un accidente en lugar de huir, ya que las consecuencias suelen ser mucho más graves y, con la tecnología actual, como las cámaras de seguridad, es cada vez más difícil escapar de la Justicia.
La entrada Motociclistas alcoholizados se “retobaron” en control de tránsito en Posadas: ¿actuaron bien los agentes? se publicó primero en Primera Edición.