La doctora Ingrid Paul, médica generalista y de familia con posgrado en endocrinología y naprotecnología, explicó en una entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones los fundamentos de esta alternativa para abordar la infertilidad desde una perspectiva diferente a la medicina reproductiva convencional.
¿Qué es la naprotecnología?
Es una palabra “un poco difícil para los argentinos”, admitió Paul, pero aclaró que su significado es claro: “Deriva de ‘natural procreative technology’ (tecnología procreativa natural). Es un protocolo médico patentado en Estados Unidos que se enfoca en hacer todo lo posible médicamente para diagnosticar la infertilidad y restaurar la capacidad inherente del sistema reproductivo para lograr un embarazo natural”.
Un enfoque diferente a la medicina reproductiva asistida
A diferencia de las técnicas de reproducción asistida, que buscan directamente inducir el embarazo, la naprotecnología se centra en detectar y tratar las causas subyacentes de la infertilidad.
“Nosotros entendemos la infertilidad como un problema, no como un diagnóstico final”, señaló Paul. “Buscamos la causa y, dependiendo de lo que encontremos, el tratamiento puede ser quirúrgico, hormonal, antibiótico o antioxidante”.
Uno de los aspectos clave de este método es el análisis detallado del ciclo menstrual de la mujer. “No nos quedamos con una sola valoración, sino que hacemos un seguimiento en dos o tres ciclos para evaluar más precisamente las alteraciones hormonales y funcionales”, explicó la especialista.
Eficacia y costos
Según Paul, la naprotecnología logra identificar las causas de infertilidad en el 95% de los casos, reduciendo drásticamente el porcentaje de diagnósticos de “esterilidad sin causa aparente”. Además, la tasa de embarazo natural con este método es del 50% entre quienes completan el tratamiento.
En cuanto a los costos, la doctora explicó que, si bien las consultas suelen ser particulares debido a la escasez de profesionales especializados en el país (solo cuatro en Argentina), la mayor parte de los medicamentos utilizados están cubiertos por las obras sociales. “No utilizamos materiales ni insumos costosos como en las técnicas asistidas, que manejan valores en dólares”, indicó.
Un proceso integral y personalizado
El tiempo necesario para obtener resultados varía según cada caso. “Hasta cuatro meses puede llevar encontrar el diagnóstico, y entre seis meses y un año es el tiempo promedio para lograr el embarazo”, comentó Paul. No obstante, hay parejas que lo consiguen en menos de tres meses y otras que deben esperar hasta 18 meses.
La naprotecnología también contempla un abordaje interdisciplinario para acompañar a las parejas en el proceso, incluyendo apoyo emocional para manejar la ansiedad. “Es un desafío profesional encontrar las causas de la infertilidad, pero también es muy gratificante cuando logramos ayudar a una pareja a cumplir su sueño de ser padres de manera natural”, concluyó la especialista.
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