Los niveles de consumo, principalmente en supermercados y shopping, cerrarán el 2024 muy por debajo del año anterior a pesar de que en los últimos meses del año se han registrado los niveles de inflación más bajos desde la pandemia. Esto se debe, principalmente, a que los salarios han quedado muy retrasados en comparación de la suba de precios, que fue muy acelerada en el segundo semestre de 2023 y el primero de este año.
A raíz de esto, por más que la inflación haya bajado a casi dos puntos y la proyección se mantenga en esos parámetros para los primeros meses de 2025, las ventas no crecen. Los supermercados tienen la certeza de eso ya que sus niveles de venta se encuentran ampliamente por debajo, incluso con algunos precios modificándose a la baja.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones el empresario Carlos María Beigbeder, extitular de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, opinó favorablemente respecto a la inflación, pero advirtió que no es la única solución que necesita la economía.
Comparó que “de donde veníamos a estos 2,4% de noviembre es muy bueno”, aunque deslizó que “en la provincia siempre es un poquito más caro” que en las provincias del centro del país, a raíz de los costos adicionales que se generan por transporte de energía, flete y la distancia a los centros de producción.
Destacó Beigbeder que este descenso en la inflación “en líneas generales es positivo”, el número era el esperado, incluso sostuvo que en enero puede ser inferior y “yo lo aplaudo, un país sin inflación puede proyectar para adelante más cosas y transformarse en algo serio”.
Sin embargo, señaló que esta baja “no te asegura el consumo, te dice que los precios vienen desacelerándose”. “Es cierto que está muy caído el consumo y parte de aplanar la inflación tiene que ver con eso: la gente no tiene plata, entonces no compra”, sintetizó.
Asimismo, evaluó que el siguiente paso que se debe dar es avanzar “reactualizando el sueldo” para que “te alcance todos los meses para consumir lo que querés”.
Explicó que, a pesar de tener menos inflación, probablemente “tu sueldo no se reactualizó 200 puntos, como la canasta básica en este último período”, y eso genera que el consumo no se reactive. A pesar de todo, dijo que la disminución de la inflación “es una realidad, lo veo con los proveedores nuestros que nos pasan los precios”.
En este sentido, el empresario analizó que al tener “en la fábrica una capacidad ociosa que preferís, en muchos casos, bajar el precio para movilizar stock, para que no se te venza, para no tener que despedir gente, antes que seguir con estos ritmos de no venta”.
Por otra parte, a nivel político, Beigbeder opinó que “evidentemente la gente estaba re podrida del sistema anterior y por eso votó con bronca a un cambio”. Sobre la figura de Milei, respondió “nuestro señor presidente tiene un problema de modos y de inteligencia emocional, pero hay que reconocerle que el tipo viene bajando la inflación. Puede gustar más, menos, pero esa es la realidad, si está loco o no, ese es otro cantar”.
Al respecto, indicó que “teniéndolo a Massa de presidente, iba a ser otra la realidad. No sé si mejor o peor, pero yo no quiero un país donde vivan mis hijos con 200 o 300 puntos de inflación anual”.
En materia de precios al cierre de año e inicios del 2025, analizó que “se van a mantener de esta manera, por ahí alguno que puede subir, pero en línea general, estamos hablando de total canasta, no van a cambiar los precios”.
Además, “todo tiende a ir para abajo, no para arriba”, pero advirtió que Misiones y las provincias del NEA tampoco tienen un alto consumo e impacto en la economía nacional ya que “son las más pobres del país”.
Bajar impuestos
El empresario remarcó que “no tenemos como única solución bajar la inflación” y destacó que, el segundo paso, es reducción de impuestos. “No hay otra manera de hacernos competitivos que reducir impuestos, porque tu sueldo no es el que termina impactando en ese producto”.
Y ejemplificó que “vos vas a hacer una fábrica semi industrializada que produce 100.000 latas y tiene 5 operarios, ahí no está el problema; el problema está en los impuestos: cuando vos compraste la chapa para hacer la lata, te cargaron IVA, ganancias, ingresos brutos, derecho a la importación, impuesto el cheque, etc., empezás a sumar y son 70 puntos de impuestos. Entonces, al paraguayo le salió 10 dólares y lo puso en Paraguay a 11; y a nosotros nos sale 10 dólares y lo pusimos en Argentina a 17 y ahí está el problema. No somos competitivos por los impuestos que tenemos”, cerró.
Con el anuncio de la apertura de mercado, Beigbeder advirtió que puede ser negativo para las economías regionales: “Vivimos en una provincia fronteriza y todas las provincias que son fronterizas quedan al lado a países más ordenados, más organizados, más serios, con menos inflación”.
Por tanto, es probable que “viviendo en Misiones vamos a tener grandes fugas de capital hacia Paraguay a Brasil“, relató. A este ritmo, “veremos qué es lo que sucede en los próximos meses”, porque aún “quedan muchas cosas por solucionar, aparte de bajar la inflación”.
Caídas comparativas
El consumo volvió a caer con fuerza en el mes de septiembre. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las ventas se desplomaron 12,8% en relación al mismo mes del año anterior y retrocedieron 0,4% en comparación con agosto. De esta manera, los súpers e hípers del país acumulan una baja de ventas del 11,6% en los primeros nueve meses del año. En Misiones esa caída se acerca al 20%.
Según el informe, las ventas no fueron lo suficientemente importantes como para contrarrestar el efecto de la inflación, razón por la cual el resultado “real” del período fue negativo en un 12,8%.
Además, solo un rubro de ventas logró un crecimiento nominal interanual superior a la inflación registrada entre septiembre de 2023 e igual mes de este año (209%). Se trata de “artículos de limpieza y perfumería”, que registró un aumento de facturación del 216,5% en términos nominales (7,5 puntos por encima de la inflación). El resto de los segmentos de artículos comercializados por los supermercados tuvieron subas de facturación impulsadas por los aumentos de precios, pero no por un incremento del volumen de ventas.
Dentro de esa realidad aparecen sectores claves, como los productos de almacén (169,8%), bebidas (146,3%), lácteos (199,4%) y carnes (150%). Los cuatro rubros cayeron en términos reales y condicionaron el resultado general de venta de los supermercados.
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