Hoy se cumplieron 250 días de aquel trágico jueves 11 de abril, cuando el Peugeot 207 conducido por Tomás Mieres (17) despistó y volcó en plena Costanera de Posadas, a la altura de la exusina de EMSA. En el auto también viajaban Luca Ceballos, Juan Cruz Martínez, Damián Jalil C. (17) y Máximo F. (16), compañeros de clase que se dirigían a una clase de Educación Física. El impacto, registrado cerca de las 13.40 a una velocidad de casi 100 kilómetros por hora, le costó la vida a Ceballos y Martínez, quienes fallecieron seis días después producto de las graves lesiones.
En estos más de ocho meses, el dolor y la ausencia se convirtieron en una constante para las familias de las víctimas. Al mismo tiempo, la causa judicial avanzó rápidamente, atravesada por pericias y declaraciones que confirmaron los detalles del siniestro. Mientras tanto, el entorno escolar y social también se vio sacudido, no solo por la tragedia en sí, sino también por el regreso del conductor a clases en su momento, lo que generó el repudio de compañeros y familiares.
Finalmente, este martes al mediodía se confirmó una de las decisiones más importantes del proceso. Tomás Mieres firmó un acuerdo de juicio abreviado, aceptando una pena de tres años de prisión en suspenso y diez años de inhabilitación para conducir, en el marco de un consenso alcanzado con la Fiscalía y las querellas, entre ellas la de la familia de Juan Cruz Martínez, representada por el abogado Claudio Quevedo, quien explicó que el acuerdo será homologado en los próximos días por la jueza de Menores, Marcela Leiva.
“Nosotros, como querella, manifestamos que no había problema en que se suspendiera el juicio y que se aceptara el abreviado, pero solicitamos que, independientemente del monto de la condena, se aplicaran determinadas accesorias e inclusive reglas de conducta que el artículo 27B del Código Penal enal establece para estos casos”, señaló el letrado en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero.
En ese sentido, confirmó las condiciones acordadas. “Solicitamos que hubiera una inhabilitación de 10 años para conducir debido a la carga lesiva del hecho y que además se le establecieran algunas reglas de conducta al imputado”, aportó.
Sobre la pena de tres años de prisión en suspenso, Quevedo aclaró que “la ejecución es condicional a dos cosas. “Primero, que no cometa ningún delito y, segundo, que cumpla con las reglas de conducta”, enfatizó.
Consultado sobre el contexto en el que se llevó adelante este acuerdo, el letrado afirmó: “Es una propuesta que fue analizada y aceptada porque responde a los límites que permite la legislación vigente”.
El abogado también hizo hincapié en la responsabilidad que debe tener la Justicia en estos casos y en la situación particular del imputado. “Si bien la ley es tajante y establece que de un día para el otro sos adulto, no tenemos que dejar de pensar que estamos hablando de un menor”, añadió
Respecto a la velocidad a la que circulaba el Peugeot 207 al momento del accidente, Quevedo indicó que “las pericias accidentológicas señalaron que el vehículo transitaba a un promedio de 100 km por hora.
“Hubo dos testigos presenciales que vieron el accidente. Además, uno de los damnificados también pudo relatar cómo el vehículo impactó contra la camioneta que estaba estacionada”, acotó.
Si bien aclaró que la decisión final sobre la pena “corresponde siempre al juez”, marcó que la familia de Martínez no puso reparos al fallo. “Como querella y como víctimas, tuvimos la posibilidad de evaluarlo y no hubo objeciones(…) La pena, según la legislación, tiene una finalidad de resocialización”, sentenció.
Finalmente, respecto a los próximos pasos, el abogado aclaró que la homologación del acuerdo quedará en manos de la jueza, quien deberá realizar un examen “de visu” con el imputado antes de resolver.
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