El estrés laboral es un fenómeno que afecta cada vez a más personas, y a medida que se acerca el fin de año, las exigencias y presiones del trabajo parecen intensificarse. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la licenciada en psicología Nahir Britez (MP 1479) explicó las causas y consecuencias de este problema, y ofreció algunas recomendaciones para prevenir el agotamiento emocional y físico que conlleva.
“El estrés laboral surge como una respuesta a las exigencias a las que el trabajador no puede hacer frente”, señaló Britez, quien aclaró que esto se debe a que, en muchas ocasiones, el empleado percibe que no cuenta con los recursos necesarios para responder a dichas demandas.
“Son exigencias que terminan desbordando al trabajador, y esto genera estrés ante situaciones a las que no puede hacer frente”, afirmó.
Uno de los efectos más graves del estrés laboral es el síndrome de burnout, también conocido como el “síndrome del quemado”, en el que la persona experimenta un agotamiento extremo debido al estrés prolongado. “Es el estrés que termina siendo crónico, tanto en el tiempo como en la intensidad, por el agotamiento físico y emocional”, explicó la profesional. Entre los primeros signos de este problema, Britez destacó el cansancio físico y mental, la desmotivación y la disminución en la productividad laboral.
El impacto del estrés laboral se extiende más allá del trabajo, afectando también la vida personal. “Uno está intentando cumplir con las tareas laborales, y muchas veces, al llegar a casa, sigue pensando en el trabajo”, comentó la psicóloga. Este estado de agotamiento también se refleja en el equilibrio del sueño, la alimentación y la disposición para realizar actividades recreativas. “Se empieza a notar un cambio en la forma de alimentarse, optando por alimentos menos saludables y dejando de hacer actividades que antes disfrutaba”, puntualizó.
Fin de año: un período crítico
Britez subrayó también que el estrés laboral suele intensificarse a fin de año, cuando las personas realizan balances personales y profesionales. “Influye mucho la época del año, se suman las fiestas, el fin de las clases, las vacaciones. Es como que se juntan muchas cosas que una persona quiere organizar o hacia las que proyecta”, comentó. Este proceso de evaluación puede generar frustración y sentimientos de irritabilidad, especialmente cuando no se han cumplido las expectativas planteadas. “Aparecen pensamientos repetitivos que generan irritabilidad y un cambio en el estado de ánimo, sintiéndose indefensos, desmotivados e irritables”, agregó.
Para afrontar y prevenir el agotamiento laboral, Britez sugiere establecer límites claros en los horarios de trabajo y desconectarse al finalizar la jornada. “Es importante marcar los espacios y no estar todo el tiempo conectados; eso produce un agotamiento mental”, recomendó. También subrayó la importancia de aprender a decir “no” a tareas extras que no sean reconocidas y que solo aumentan la carga de trabajo. “Muchas veces uno acepta más trabajo pensando en un reconocimiento futuro, pero si eso no sucede, termina generando desilusión y frustración”, advirtió.
Además, enfatizó la importancia de contar con un entorno de apoyo, tanto dentro como fuera del trabajo, y destacó el rol de las personas en posiciones de autoridad. “Es fundamental que quienes ocupan cargos de mayor jerarquía estén abiertos a tener estas conversaciones, para que el trabajador se sienta acompañado y sostenido”, concluyó.
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