Está más que claro que la obra pública y la construcción fueron los sectores más golpeados con el nuevo cambio de Gobierno debido a la paralización total de las que tenían contratos con la Nación. Llevado a las provincias, Misiones lo sufrió y lo sufre hasta el día de hoy.
Y en el plano de los arquitectos, que son la cabeza de la obra, la situación es parecida, con poco trabajo en obras nuevas, y con profesionales que se dan de baja, ya sea buscando otro rubro, emigrando hacia otros países, o ejerciendo la profesión sin estar matriculados.
Así lo advirtió Claudia Hollenika, presidenta del Colegio de Arquitectos de la provincia de Misiones, quien contó que “hoy tenemos 693 matriculados de los cuales hay 460 habilitados, y en el padrón alrededor del 50% reviste de habilitados en Posadas”. Asimismo, dijo que “en este momento hay 20 personas que están en un período de averiguaciones, y que están en baja“.
En comunicación con FM 89.3, la radio de PRIMERA EDICIÓN, la arquitecta visibilizó la preocupación que genera puertas adentro de la comisión directiva del Colegio, la cantidad de jóvenes que dejan en ‘stand by’ su matrícula tras recibirse para ganar dinero de otra forma, sin pagar matrícula, o en otro rubro.
“A lo mejor porque vienen de la era de las redes y hoy muchos deciden trabajar para el exterior, desde las redes, desde sus casas, algunos que forman comunidades; entonces se abren otros parámetros de ver la profesión sabiendo que hoy hay una baja en el trabajo”, confió.
“En la mesa de comisión directiva nos preocupa qué va a pasar con estos jóvenes que se están recibiendo, con qué panorama se empiezan a recibir, uno no puede ejercer la profesión en forma clandestina. Siempre decimos: después del título es la matrícula, que no es para nada onerosa, y hace que se pueda trabajar no de forma clandestina”, aseguró Hollenika.
En este tramo, también se abre otra arista que preocupa cuando un profesional, sin matrícula al día, gestiona planos de una obra en ejecución. “Hasta que el plano está aprobado lo tenemos bajo control en el Colegio de Arquitectos, porque sabemos que el profesional que está gestionando ese expediente está matriculado; pero si yo tengo la carpeta aprobada y la inicio con los papeles de la Municipalidad dentro de seis meses, el Colegio y la Municipalidad no saben si el arquitecto que va a iniciar esa obra está matriculado al día”, ejemplificó la profesional.
Sumó que “hay una erogación constante por la matrícula y los aportes previsionales, que hacen que el profesional solicite la baja. Además está la posibilidad económica de construir en lo privado”.
Hoy, un arquitecto de Misiones debe pagar una matrícula mensual de $6.000 (con actualización trimestral) para estar habilitado y poder ejercer. “Es un rango mínimo, que es homogéneo en toda Argentina. Es más o menos un kilo de carne para ejecutar una profesión que es de riesgo, donde vas a cobrar por honorarios con respecto al metro cuadrado que hoy está en 100 dólares, entonces ¿cuánto en relación a eso vale la matrícula?”, justificó Hollenika.
Sin obras nuevas
El presente de los arquitectos, al menos en Posadas, no es tan crítico, pero es difícil, más teniendo la cantidad de arquitectos habilitados, esperando trabajar y pocas obras que ven la luz.
“Desde que comenzó 2024 estamos haciendo muchos trabajos de relevamiento y regularización, recordando que la Municipalidad (de Posadas), que registra el trabajo y la que exige que se entreguen los planos, sacó una ordenanza donde hay que regularizar un montón de obras existentes que a la fecha estaban de forma clandestina”, contó la arquitecta.
Todo esto, “generó 50 expedientes de locales comerciales, de viviendas, y poca obra nueva. Entonces hay 460 (arquitectos) habilitados y hay 50 expedientes (paso previo a la obra)”, con todo lo que eso significa, aseguró Hollenika.
La importancia del final de obra
Por otra parte, en un tramo interesante de la charla radial, Hollenika dio certezas acerca del final de obra y su importancia para tener el título de propiedad de un inmueble. “¿Por qué se debe hacer el trámite y llegar al final de obra cuando tengo una propiedad horizontal? Porque sino no la pueda ejecutar. Puedo hacer un edificio espectacular, gastar toda una moneda y después no puedo darle el título de propiedad a cada uno de los fiduciarios si no cumplimenté con ese final de obra. Para eso tengo que cumplir con el Código de Planeamiento de la Municipalidad de Posadas”, resumió.
En Posadas, “hay muchas obras sin certificado de finalización. Justamente es una preocupación de la Municipalidad, que ve que en la ciudad hay una barbaridad de edificios (puso como ejemplo general 100) que no tienen final de obra, por lo tanto, sus propietarios, que pagaron fondos fiduciarios, al no tener esto, no están en la posibilidad de ser propietarios de esta unidad funcional que han comprado”, advirtió Hollenika.
Como ejemplo mencionó algo recurrente que sucede con la construcción de una casa simple. Con la obra casi finalizada, el cliente da por terminado “el trato” con el arquitecto, sin el final de obra. De esta manera, “la persona se queda sin tener los planos actualizados de su obra: el primer plano, que sería ‘la previa’, donde está el diseño y la Municipalidad actúa, muchos clientes interpretan que es el plano para siempre, pero es el plano que habilita que pueda construir. En el transcurso de la obra se agregan habitaciones, baños, etc. Llega un momento que ‘la previa’ no coincide con la obra terminada, es decir, el final de obra”, apuntó.
Para la arquitecta, “tomar conciencia del final de obra, es tomar conciencia de que ahí recién comienzan los cinco años de la responsabilidad civil del profesional que ejecutó esa obra” y agregó que “es importante que se tome conciencia de los finales de obra, porque sino el arquitecto debe renunciar o queda enganchado civilmente a esa obra, que mañana ‘doña Rosa’ hace un segundo piso y esa losa se cae, y eso no tiene final de obra, van de las pestaña al profesional”, cerró.
La entrada Preocupación en Misiones por arquitectos que trabajan “clandestinamente” sin matrícula se publicó primero en Primera Edición.