Trabajadores de la cultura contra el DNU y la Ley Ómnibus: “Es como pegarnos un tiro en las patas”


Artistas, cineastas, actores y tantos otros trabajadores de la cultura continúan movilizados contra el DNU y la Ley Ómnibus impulsada por el Gobierno nacional y que quita recursos al sector. Axel Monsú, cineasta integrante de Realizadores audiovisuales de Misiones Autoconvocados, dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones y se refirió al tema.

“Desfinancia no solo al cine sino a toda la cultura, ya se intentó hacer en 2017 cuando fue la ley de pacto fiscal, también se trataron otras leyes y ahí estaba la derogación de los fondos de la cultura. Desde ese entonces los trabajadores de la cultura estamos movilizados y el año pasado conseguimos la prórroga”, sin embargo “ahora esta ley vuelve sobre el mismo punto y tira todo tira por la borda”, comenzó diciendo Monsú.

Explicó además que las medidas que busca implementar el Gobierno nacional no eliminan totalmente el presupuesto al sector “pero lo reducen muchísimo y además sobre todo, estas leyes de cine y audiovisuales, que son las que yo conozco y de las que puedo hablar con más detalle, son leyes que impulsamos desde el sector privado. Desde la ciudadanía y desde el sector privado fuimos militándolas, se consiguieron mecanismos que son muy virtuosos”.

Asimismo agregó “se dice que es un ente autárquico por dos aspectos. Por un lado el financiero que es un impuesto que pagan las empresas que distribuyen audiovisual y cine en todo el territorio nacional. Es un dinero que no sale de otra cosa no sale de la salud, no sale de la educación, sale del cine y del audiovisual y se usa para fomentar a la industria de los autores locales, eso es la autarquía financiera”.

“Por otro lado tiene también una gobernabilidad multisectorial, o sea el representante del Ejecutivo Nacional en el INCA es el director o presidente del INCA, pero no define qué películas se hacen, qué temáticas y qué se financia sino que participa de dos instancias administrativas que tiene, una es el Consejo asesor, otra la Asamblea Federal que son ad honorem. Ahí están representados la industria a través de los directores, los productores, los actores, los sindicatos de la actividad y las regiones federales, por lo cual cómo se utilice el dinero que generan impuestos de la actividad audiovisual y del cine es definido democráticamente y multisectorialmente, donde el Gobierno tiene un voto“, añadió Monsú.

También apuntó sobre el DNU y la Ley Ómnibus, y mostró su descontento ya que, según el Gobierno nacional, “es un proyecto que busca poner en valor la inversión privada y viene a hacer todo lo contrario. Un dato interesante a tener en cuenta, es que la actividad audiovisual representa el 5,2% de toda la economía argentina y la inversión que le demanda al Estado nacional es solamente del 0,32% del gasto público”.

Por otro lado, Monsú reflexionó  que “hay cosas que para nosotros son fundamentales en las que creemos que es el derecho de acceso a la cultura, la identidad y la diversidad cultural que necesita tener una nación, para poder comercializar, o para que se la conozca en cualquier lugar del mundo en cualquier sociedad y para eso la cultura es fundamental. No llevemos esto solamente a un análisis económico en un momento en el que si nos pensamos como una familia que tenemos que recortar gastos, vamos a recortar gastos que dan pérdidas, no inversiones que generan ganancias como ésta”.

Este miércoles desde las 11, en Buenos Aires habrá una reunión donde estará el ministro Joselo Schuap, con referentes de la cultura de distintos sectores, conversando con legisladores. “Justamente hemos hecho una carta en la que explicamos cómo funciona y cuál es la situación porque tenemos que buscar el apoyo de la ciudadanía, así que también invitamos a todos, quienes puedan firmar esa nota en la cual les pedimos a los diputados que no voten a favor del DNU”.

Finalmente aseveró que “es como pegarnos un tiro en las patas, creo que es la mejor metáfora porque no lo entendemos ni desde una perspectiva de soberanía, ni desde una identidad cultural humanista y tampoco lo entendemos desde una perspectiva económica numérica. Realmente se trata de una industria del conocimiento que está en marcha, que está creciendo y se la tira por la borda”. 

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