Trastornos de la conducta alimentaria y la necesidad de abordarlos de manera responsable


Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son problemas que afectan los comportamientos alimentarios de una persona, así como la actitud con respecto a la comida y el aspecto físico. Pueden afectar la salud mental y causar daños graves a la salud física de las personas.

Cada 30 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, una jornada que busca sensibilizar a la sociedad acerca de esta problemática que no discrimina edad, género, raza o estrato económico. 

La licenciada Florencia Córdoba, presidenta del colegio de Nutricionista de Misiones destacó, a Fm 89.3 Santa María de las Misiones, la radio de PRIMERA EDICIÓN, la necesidad de llevar a cabo un tratamiento interdisciplinario e integral de los TCA, que “son muy frecuentes” y “muy complejos” de abordarlos.

Los trastornos de la conducta alimentaria que se detectan frecuentemente son la bulimia y la anorexia, pero también está la vigorexia y otros TCA menos conocidos. Y todos tienen un diagnóstico en común: el miedo a engordar.

 

“Existe un miedo irracional a engordar, miedo a la alimentación en sí misma, ya no importa si es nutritiva o no, la persona puede llegar a pesarse y sentirse gorda por tomar un vaso de agua”, advirtió Córdoba.

Bulimia y anorexia 

Son de los TCA más frecuentes que se detectan, principalmente en adolescentes y jóvenes.

La bulimia nerviosa se caracteriza por los episodios de atracones, en los que se ingiere una gran cantidad de alimentos en poco espacio de tiempo, y generalmente, en secreto. Además, constantemente sienten preocupación por la silueta y el peso, aunque no se producen alteraciones en los mismos, ya que pueden presentar peso normal, como peso bajo o sobrepeso.

Como conductas compensatorias insalubres para rebajar los efectos sobre la ingesta, recurren a vómitos autoinducidos, al aumento de la actividad física, al ayuno, a laxantes o diuréticos.

Por otra parte, la anorexia nerviosa se caracteriza por la restricción y reducción de la ingesta nutricional que provoca una pérdida significativa de peso. Esta puede venir dada por una restricción alimentaria acompañada de ejercicio físico intenso o bien por autoprovocarse el vómito y abusando del uso de diuréticos o laxantes. También por el miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso. Suelen tener una alteración en la percepción del peso y la silueta corporal. Es decir que, aunque la persona sea excesivamente delgada (con una masa corporal menor a 18,5 kg/m2), puede verse grasa o con medidas desproporcionadas. Hay una distorsión importante de la imagen corporal, con preocupación extrema por la dieta, figura y peso.

 

Vigorexia y otros trastornos alimentarios “ocultos”

Las personas con vigorexia tienen la obsesión por ganar masa muscular, viene acompañado por una alteración de la imagen corporal. Muchas veces recurren a anabólicos o esteroides. 

La vigorexia es cuando las personas hacen mucho ejercicio para compensar lo que comió. “Es muy recurrente escuchar que alguien coma una hamburguesa y luego diga ‘tengo que correr dos horas para bajar esto que comí’ es muy frecuente, es un mecanismo de compensación que puede ser que aparezca de forma informal en algún momento, pero cuando se vuelve una obsesión puede diagnosticarse como vigorexia”, contó la nutricionista.

También existe el trastorno por atracón, que se caracteriza por la presencia de episodios de atracones de manera recurrente: al menos una vez a la semana durante tres meses. A diferencia de la bulimia, no se caracteriza por la búsqueda de eliminar el peso supuestamente ganado por la ingesta masiva de alimentos, es decir que no se presentan conductas compensatorias. Los estudios indican que el 40% de los cuadros de obesidad tienen origen en el atracón. 

También está la ortorexia, que se caracteriza por la obsesión por la ingesta de alimentos saludables, es decir, por la “comida sana”.

La potomanía se considera un TCA no especificado y consiste en la ingesta compulsiva de líquido, generalmente agua, aunque no existe la sensación de tener sed. Consecuentemente, afecta a la salud de manera grave. Tomar más de tres litros de agua al día es perjudicial para el organismo ya que puede sufrir una hiperhidratación y afectar el funcionamiento de los riñones y la composición de la sangre.

La drunkorexia o ebriorexia es un TCA que consiste en la restricción de los alimentos antes de consumir bebidas alcohólicas con el objetivo de compensar las calorías que el alcohol aporta.

 

Indicadores de alerta

La licenciad Florencia Córdoba explicó que, para prevenir y actuar en consecuencia, hay señales de alerta que se pueden detectar. El principal indicador es no sentirse a gusto con su cuerpo, luego el miedo irracional a engordar, y allí vienen las técnicas que usan para modificar su cuerpo:

• En la mayoría de los casos es la dieta, que comienza a los 6 años y va hasta los 15 años, “desconocemos la situación particular de cada caso, pero puede ser grave”, dijo.

• También está la app cuenta calorías, el uso de laxantes, el vegetarianismo, usado por algunas personas para bajar de peso como “excusa”.

• Profesionales que indican metanfetaminas para bajar de peso, que son pastillas. “Esto es grave y hay que decirlo”, alertó Córdoba. También gente que recurre a los vómitos autoinducidos. 

• “Hay gente que sale a la siesta a correr con bolsas (de peso) con la idea de pesar menos después de haber realizado la actividad física”, advirtió Córdoba.

Estos son algunos de los “indicadores de que algo está pasando y que está influyendo mal el tema de la alimentación y el cuerpo”, dijo la titular del Colegio de Nutricionistas de Misiones.

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