El último lunes un hombre de 30 años en Wanda mató a un mono carayá, lo filmó y se burló del animal muerto. El hecho fue rápidamente viralizado en redes sociales, donde el video del animal muerto fue difundido por el mismo autor del crimen, previamente a ser detenido.
El malestar y enojo se hicieron sentir en diferentes sectores de la sociedad misionera, sobre todo en lo que atañe al cuidado de la diversidad de la provincia, ante tal acto de maldad. Dante Di Nucci, veterinario del Refugio de Animales “Güirá Oga” en Puerto Iguazú, dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones y se refirió al caso.
“Lo primero que se me ocurre es la palabra imbécil, que por definición es aquella persona que tiene poca inteligencia o se comporta como una persona poco inteligente. Creo que define a la perfección a esta persona que no solo comete ese acto sino se ufanaba de hacerlo y se filmaba y disfrutaba mostrar lo que hizo”, expuso Di Nucci.
“Es un comportamiento repudiable, por supuesto, porque costó la vida de un mono que es un Monumento Natural Provincial o sea que es algo que nos representa a todos como provincia, además de otros delitos ambientales como fue la pesca en momento de veda y en un lugar protegido, y hubo varias otras cositas, que también se sumaron a la matanza de este de este mono”, agregó el profesional.
Más allá de la pérdida del animal, el veterinario señaló que es importante que todo el peso de la ley caiga sobre estos hechos: “Le debe caer una sanción económica importante porque hay legislación detrás y está estipulado, uno entiende que eso debería pasar. Lo económico no cambia el hecho pero tal vez haga cambiar algunas actitudes y ojalá que también eso económico se utilice para acciones en pos de cambiar estas conductas, en campañas de educación o algunas acciones de conservación”.
Resaltó además el rápido accionar de las organizaciones para dar con el culpable y destacó en este sentido el rol que juega la sociedad: “Es un mal que se repite con otras cuestiones diarias, y dan penas no tan duras. Lamentablemente por ahí no se mide con la vara que se tendría que medir. El costado positivo de todo esto salió por la condena social porque fue actores de la sociedad quienes se movilizaron y compartieron las fotos y se comunicaron con distintas personas que trabajamos en estos temas, como la Policía Ambiental y el Ministerio de Ecología, se accionó rápido. Hay una buena parte de la sociedad que repudia estos hechos”.
Respecto al ejemplar asesinado, señaló que era un macho adulto y que si bien no pueden saberlo, “posiblemente haya sido el alfa, o sea el que manejaba la manada, entonces en términos de reproducciones genéticsa seguramente tenga un rol importante en ese grupo”, explicó. A esto, se suma la pérdida de un ejemplar que cumple un rol importante dentro del ecosistema, “por su hábitos alimenticios, porque van moldeando la selva dispersándose millas, entonces es un elemento más para la salud de nuestra selva”, agregó Di Nucci.
En tanto, también dijo que estos monos son fundamentales para detectar la peligrosa fiebre amarilla: “Hay una cuestión que nos atraviesa a todos como personas que conocemos bien lo que es la fiebre amarilla. Los monos sufren también de la fiebre amarilla como nosotros y se comportan como centinelas, ya que no contagian la fiebre amarilla, ¿qué quiere decir esto?, que sufren de esta enfermedad y mueren rápidamente cuando se contagian y estos eventos nos avisan a nosotros cuando está la fiebre amarilla presente. Tiene un doble efecto tener monos en las áreas periurbanas, en las áreas cercanas a las ciudades, nos pueden estar avisando si hay algún evento de este tipo de enfermedad”.
También fue claro a la hora de dar un mensaje respecto de toda la biodiversidad provincial y dijo: “Nuestra selva no es algo abstracto, sino que es nuestra casa. Nosotros vivimos dentro de ella. La selva es buena parte de la provincia es algo que nos diferencia del resto, debemos tener un sentido de pertenencia importante. Nosotros somos un elemento más ahí adentro, entonces hay que aprender a convivir a coexistir”.
Por último, se refirió al otro mono que reside en la provincia y se encuentra en peligro de extinción, el Carayá Rojo, por lo que pidió extremo cuidado respecto de estas situaciones.
“Se cree quedan solo unos 25 ejemplares en una parte de la provincia alrededor de la zona de San Pedro. Las poblaciones fueron bastante afectadas por esta enfermedad. A partir del trabajo de conservación de ambientes de equipos de trabajo esta especie se van recuperando lentamente, pero lleva años y años, entonces la pérdida de un ejemplar aunque sea es una baja importante en las poblaciones que ya están ciertamente comprometidas”, cerró el veterinario.
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