Crece la demanda de ayuda en el IPS por casos de violencia


En conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se realizó este lunes una jornada organizada por el Departamento de Salud Mental del IPS, que tuvo lugar en el Museo “Aníbal Cambas”, donde la artista María Romi Colman, víctima de violencia de género, llevó a cabo una exposición artística.

La actividad se cumplió bajo el lema “Alzamos la voz por las máscaras de todas”, donde la renombrada artista misionera expuso parte de sus obras, a través de las cuales fue reflejando los difíciles momentos que le tocó atravesar en su vida.

En la oportunidad estuvieron presentes el director del Instituto de Previsión Social (IPS), Lisandro Benmaor, y la directora del Departamento de Salud Mental, Constanza Logegaray, quien durante la tarde dialogó con el programa Primera Plana de la FM 89.3 Santa María de las Misiones y confirmó la creciente demanda de ayuda por casos de violencia que reciben en la institución.

La funcionaria explicó que su equipo interdisciplinario trabaja con víctimas de violencia de género, familiar, escolar y laboral, brindando apoyo psicológico, social y jurídico. También mencionó que tratan a personas de todas las edades y que la duración del tratamiento depende de las herramientas y secuelas de cada individuo.

“Casi la mitad de nuestro padrón de afiliados está con temáticas de violencia. Son dos caras de una misma moneda: por un lado lamentablemente sigue habiendo un aumento de casos de violencia y por el otro, es positivo que la gente consulte para hacer tratamiento”.

“Dentro del equipo, además de haber psicólogos, hay trabajadoras sociales y abogados, que acompañamos todo el proceso. Si todavía no realizó la denuncia, orientamos cómo hay que hacerlo, acompañamos a la hora de hacer la denuncia y después la parte terapéutica, que tiene que ver con todas las secuelas que deja la violencia, así que es un trabajo integral”, explicó.

Logegaray destacó la importancia de la red de contención y mencionó que muchas víctimas se sienten culpables, por lo que trabajan en desmentir esa idea.

“Ningún agresor se presenta como agresor desde el inicio, entonces las víctimas llegan a un estado de mucha sumisión, de muchas cuestiones con su autoestima, de inseguridades, donde terminan creyendo lo que el agresor les dice y el agresor justamente les dice que es su culpa. Entonces tenemos que trabajar sobre todo esto, todo lo que se construyó en torno a ese vínculo. Eso es lo más dificultoso quizás en el tratamiento: poder reconocer que uno no es el culpable”, planteó.

También hizo hincapié en las dificultades que enfrentan las víctimas para reconstruir su vida después de salir de una relación violenta:

“Se tiende a creer que si termina ese vínculo se termina todo, porque de repente quizás se encuentran sin una red de contención, quizás con una cuestión de violencia económica, la víctima psíquicamente desgastada por todo lo que le produjo la violencia psicológica. Así que es un caminito de hormiga”

Respecto a la importancia de la protección judicial en casos en que las víctimas tienen hijos y la búsqueda de revinculación con cada uno de sus progenitores, Logegaray explicó que “en un primer momento generalmente se busca el intermediario para que (los adultos en conflicto) no se encuentren. En un primer momento está protegido por esta cuestión judicial y en ese tiempo es donde más tenemos que hacer hincapié nosotros, los psicólogos y el equipo en general, para poder reforzar cuestiones de que no vuelva a recaer en este vínculo”.

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