Hasta hace pocos días se conoció la noticia de que el médico misionero Aníbal Lotocki, sobre quien pesan múltiples denuncias y un fallo de la Justicia en su contra, podía seguir operando en clínicas, sanatorios y hospitales donde lo admitieran de la provincia, puesto que no había sido suspendido por el Colegio Médico de Misiones, pese a que la Cámara Nacional de Casación dejó firme la inhabilitación de Lotocki para ejercer la medicina por 5 años, en relación a la causa abierta por lesiones graves cometidas contra varias pacientes, entre ellas Stefanía Xipolitakis, Pamela Sosa y la fallecida Silvina Luna.
Esta situación se debía a que, tal como lo explicó Fernando Acosta, asesor legal del Colegio Médico, a FM de las Misiones 89.3, no habían recibido ninguna orden judicial “por la cual se nos haga saber que debemos dar de baja del padrón, o que esté o que se encuentre inhabilitado”, por lo que no podía tomar una determinación en el caso. “No podemos tomar una decisión de inhabilitar a un profesional sin una orden judicial“, insistió en una entrevista el pasado martes 26.
Enterada de la situación, Gabriela Covelli, fundadora de la ONG “Por la Vida y la Salud”, llamó al titular del Colegio misionero, Luis Flores, para indagar por qué no lo excluían a Lotocki. Covelli es mamá de Nicolás Deanna, quien falleció a los 24 años por una meningitis bacteriana que no fue detectada ni tratada a tiempo. Es, además, la impulsora de la Ley Nicolás, de Calidad y Seguridad Sanitaria.
En diálogo con el programa Primera Plana, que se emite por FM de las Misiones y canal 7 “Somos Misiones” de Flow, indicó que “los Colegios de Médicos, mis colegas los letrados, entienden que ellos tienen que esperar a la justicia, a que suspendan o inhabiliten a un médico, y esto no es verdad”, y explicó que “los Colegios de Médicos son los que tienen el poder de policía, delegado por el Ministerio de Salud de cada provincia, esto quiere decir que tienen el control de la matrícula de los médicos, y también tienen la facultad de realizar sumarios a los médicos, siendo su máxima sanción la suspensión“.
Es por ello que, al enterarse de la situación de Lotocki dentro de la provincia, tomó la decisión de interiorizarse del caso y, lejos de darse por desentendida, levantó el teléfono y habló con las autoridades provinciales. De esta manera, confirmó que “desde hoy Lotocki no está habilitado”
“Si lo buscan en el Colegio de Posadas van a encontrar que ya no figura, y no debería haber figurado“, agregó.
En ese sentido, llamó a que estos entes actúen en estos casos, precisamente para prevenir que aquellos profesionales judicializados por mala prácticas o praxis puedan seguir causando más daño. “Mientras las familias hacemos largos juicios de 10 años, los que están en riesgo son los otros hijos de las otras personas, por lo tanto me parece legal y moral que se hagan los legajos y sumarios correspondientes, porque en realidad los que manchan esta digna profesión son estos personajes y nos las familias que reclamamos por la seguridad de los pacientes“
“El procesado Lotocki estaba matriculado en cinco Colegios de Médicos distintos. El tema es que desde 2007 tuvo la primer denuncia por mala praxis, si alguien lo hubiera sumariado en ese momento, cuantas muertes y cuanto daño se habría evitado, y esto no tiene que ver con el principio de inocencia“, se preguntó.
Sobre la Ley Nicolás
El proyecto de Ley Nicolás, o de seguridad del paciente frente a los casos de mala praxis, fue presentado en julio de 2022 por el diputado Fabio José Quetglas (UCR) y fue aprobado en comisiones en la Cámara Baja. El mismo establece que las instituciones proveedoras de servicios de salud públicas o privadas tendrán que “dotar a su organización de los medios que permitan establecer protocolos de actuación para el personal de salud, tendientes a la prevención de daños evitables; diseñar planes de auditoría de los sistemas de trabajo, evaluación de las prestaciones individuales del servicio y monitoreo de indicadores de seguridad del paciente para perfeccionar los sistemas y mejorar las prácticas”, entre otros puntos.
En otras palabras, se centra en el control del ejercicio médico y en la prevención ante estos casos. “Mi hijo ya murió, y los hijos de nuestras familias, que son más de 300 en mi ONG, ya murieron, acá estamos defendiendo en honor a ellos, la vida y la salud de los demás, y hay muchos médicos”, señaló al respecto Covelli.
“No podemos dejar librada una profesión tan importante a la moral de quien la ejerce. Con Lotocki tenemos un muy buen ejemplo, pero no es el único en nuestro país, entonces algo tan importante como la vida y la salud de las personas debe tener un control exhaustivo, no solo del Poder Judicial, sino también del ministro de Salud y de quien ejerce el control de la matrícula que son los Colegios de Médicos”, cerró la fundadora de la ONG “Por la Vida y la Salud”, entidad de la cual formaba parte y participaba de manera activa la actriz fallecida Silvina Luna.
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