“El sábado se cumplen cinco años de que los chicos fallecieran (en alusión a Víctor Javier González y Juan Mendoza embestidos en la ruta 105 y muertos en el acto en junio de 2018y saber hoy la sentencia del juicio por este crimen; alivia mi corazón. Realmente siento que los chicos van a descansar en paz después de este juicio. Yo le prometí a mi hijo (Víctor) que iba a liberar sus cenizas cuando terminara este juicio y ahora lo voy a poder hacer”. Con estas desgarradoras palabras describió la cantante Vanessa Avellaneda sus sentimientos tras conocer este martes la condena a cuatro años de prisión efectiva a Gabriel Pana, quien conducía el Chevrolet Agile que impactó y mató a los dos jóvenes.
Con el diálogo entre cortado varias veces, Vanessa dialogó con la FM 89.3 Santa María de las Misiones horas después del juicio oral que se llevó a cabo en el Juzgado Correccional y de Menores 1 de Posadas, a cargo de la magistrada Marcela Leiva.
¿Cuatro años de prisión son suficientes para el asesino de estos dos jóvenes?
Ni cien ni mil años van a ser suficientes. Mi hijo no va a volver. Esto es irreparable. Y como madre busco ayuda por todos lados. Estoy de pie de vuelta, un rato canto, un rato desaparezco, un rato grito… Creo que soy de expresarme muchísimo y eso a mí me ayudó. Me sentí muy contenida por todos. Pero nada es suficiente; solo alivia un poco el dolor.
¿Tuviste algún intercambio con Gabriel Pana durante el juicio?
Sí, la verdad que me sorprendió. El abogado (Jorge) Guimaraes me dijo que Pana quería hablar conmigo. Yo le conté a Isabel, la mamá de Juan, y ella me dijo que no quería. ‘Yo no quiero hablar con él. Nadie va a devolver mi hijo”, me dijo. Entonces le dije: yo sí le voy a dar la oportunidad de hablar. Yo necesito cerrar ciclos. Necesito cerrar esta página que duele tanto.
Cuando estuvimos frente a frente, me dijo un montón de cosas. Me dijo que fue un accidente, que no lo hizo propósito. Y yo le dije “no puedo perdonarte, porque sólo Dios perdona. Yo puedo disculparte como mamá. Acá estamos tres familias en la sala, pero de las tres familias, vos sos el único que quedaste vivo. Esa es la diferencia de las tres familias que estamos hoy acá. Vos tenés una familia; seguiste manejando un camión por cuatro años; tuviste un bebé. Mi hijo no tuvo la oportunidad ni siquiera de seguir viviendo”.
“Sentí que necesitaba estar acompañada”
Por otra parte, la cantante misionera contó que antes del juicio “sentí que necesitaba estar acompañada. En mi familia somos cuatro, cinco, somos poquiticos. Fui a llamar a los amigos de Víctor, a la escuela, a los profesores, a alguien que le conozca mi hijo o al otro chico; que se acerquen porque era un debate oral y público y la verdad que solo había visto un juicio en las películas. Yo realmente no sabía que iba a tener tanta dimensión. Estoy agradecida por el acompañamiento”.
Además, comentó que “la fiscal que estuvo defendiendo a las dos familias, la doctora (María Laura) Álvarez, digo yo que es como la ‘mujer maravilla’; porque fue increíble como defendió la postura de cómo murieron los chicos; y fue horrible todo lo que tuve que escuchar. Cosas de las que no quería saber nada. Era horrible todo lo que estábamos escuchando, cosa que nos enteramos en el debate”.
“La doctora Marcela Leiva también. Ella dio a conocer la sentencia y creo que ni escuché. Solo pude oír que dijeron cuatro años de prisión y 10 años que le sacaban el carné y ahí me abracé con mi familia, no vi más nada; no vi al chico, ni a la otra familia, a nadie, nada”, recordó.
“Es como que empecé a respirar de otra manera. Salí afuera sentí ese sol, ese cielo celeste. El día espléndido; y sentí que mi hijo estaba en paz. Yo nunca tuve bronca, ni quise tomar venganza, ni repudio por el otro chico, ni nada. Entiendo, que son cosas que pasan, pero, lamentablemente en esta vida es así. Yo perdí mi hijo y me voy a morir con esa falta, tengo que aprender a vivir con su ausencia”, sentenció entre lágrimas.
“La música fue una de mis mejores terapias”
Una vez conocida la sentencia, se le preguntó a Vanessa Avellaneda sobre su eventual regreso a su rol de artista y cantante, a lo que contestó: “Estoy en un rompecabezas; todavía tratando de rearmarme después de la muerte de Víctor. Pero la música a sido una de las mejores terapias que tuve en todo este proceso. Con una familia maravillosa, me vine a vivir a Candelaria. Con un esposo de fierro’, que la verdad que me acompaña siempre; con Lautaro de 11 años que me mostró su boletín y sacó de promedió 10. Por ahí quiere decir que Dios te saca, Dios te da. Después de Víctor vivo con otra clase de paz, pero necesitaba cerrar este juicio, para liberar sus cenizas y así tener otro alivio a mi dolor”.
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