Si bien en la actualidad van en aumento las dietas veganas o vegetarianas de las que no forman parte las carnes, también es cierto que Argentina es un país “carnívoro”. De acuerdo a datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) el consumo per cápita en 2022 fue de 47,2 kg/año, el mayor en el mundo.
En este marco, a pesar del contexto económico complicado que transita el país debido a la inflación constante, aseguran que el consumo de carnes no disminuyó, sino que cambió en su forma.
Así lo asegura Gabriel Vidal Rodríguez, asesor de la Cooperativa Virgen de Fátima. En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones confió que “venimos con una tendencia sostenida, estable. Por supuesto que va variando el porcentaje del consumo de los cortes de acuerdo a la época”.
Con el ingreso del frío, “la gente va cambiando el menú y hay más tendencia de consumo de ciertos cortes. Pero hasta ahora venimos en un consumo bastante estable”, reiteró.
En ese sentido, destacó que el consumismo no cambió, pero sí la forma y lo atribuyó a “la forma de vida de la gente. Hoy en una familia tipo clase media: el hombre trabaja, la mujer trabaja, los hijos estudian. La forma de alimentación viene cambiando”.
Admitió que los precios siguen en alza, pero esto no es un impedimento para que la gente igual compre carne. “La gente por una cuestión de tiempo consume”, dijo y atribuyó que “si el problema fueran los precios, los supermercados no le venderían comida a nadie por los precios, no son baratos”.
“La carne es un producto que si comparamos con otra cosa sigue siendo barata”, aseguró y explicó que “no acompañó para nada al ritmo de la inflación”.
El pollo a la par de la carne
Seguidamente, Vidal Rodríguez contó que el pollo sufrió otra suba este martes. Según consultoras especializadas, el precio aumentó el doble y es por ola de calor que afectó a zonas productoras en febrero y parte de marzo, y no se debió a la influenza aviar, informan.
En ese sentido, el asesor explicó que “hoy el pollo está casi al mismo precio que la carne, es inaudito, porque el valor de referencia del pollo era del 30%, o sea era un kilo de carne igual a 3 kilos de pollo. Por eso digo que la carne vacuna sigue siendo lo más económico, dentro del rubro”.
Asimismo, contó que “el cerdo también está caro. Toda la semana tenemos 1, 1,5 y 2 por ciento de aumento en las listas. No es un producto que ya sea accesible, tampoco veo que esté dentro de la dieta normal de la gente pero creo que en los últimos años el cambio se dio en la forma de consumo de la gente, en la forma de vida de la gente”, reiteró.
“Hoy la gente te paga una hamburguesa lo que vale un kilo de costilla, entonces vos decís: ‘¿o la hamburguesa está muy cara o la carne está muy barata?”, se preguntó.
Preferencia por los cortes frescos en vez de los congelados
Ante la consulta de si hay mucha gente que va y compra al por mayor, para frizar o stockearse, debido a las persistentes subas de precios, explicó que “en una época sí noté que la gente tenía esa tendencia, pero ahora te diría que no. Son muy pocos lo que hacen ese tipo de economía”.
“La gente es un poco reacia a la carne congelada, hay una resistencia a eso. Si bien es lo que nosotros le sugerimos siempre, todavía culturalmente la gente quiere la carne fresca“, destacó.
En materia de precios, dijo que en la Cooperativa se consigue un cuarto trasero de 30 kilos a $1.800 el kilo. “Estamos hablando de un cuarto trasero donde están todas las pulpas: nalga, cuadrada, peceto, bola de lomo, cuadril. Entonces, quizás en un supermercado ni siquiera el precio de la paleta o la aguja lleguen a ese valor. Es bastante más caro”, cerró.
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