Hace un mes conmocionó al barrio Cocomarola Este de Posadas el hallazgo de una mujer con un balazo en la cabeza. Jesica Galeano (32) era integrante de Gendarmería y por el hecho fue demorado de forma preventiva su pareja, también de la misma fuerza.
En la escena se encontraba un Volkswagen Bora estacionado en el garage de la vivienda, en diagonal al frente. En el asiento delantero del acompañante se encontraba la mujer. El informe del médico policial indicaba un disparo efectuado de derecha a izquierda. La mujer era diestra, pero llamó la atención que su arma reglamentaria estaba en el medio de los dos asientos, es decir, en su lado izquierdo.
Este viernes 14 de abril se llevará a cabo una marcha organizada por los familiares y amistades de la oficial Galeano frente el Juzgado de Instrucción 7 de Posadas (Pedro Mendez casi Uruguay) a las 9 de la mañana bajo el lema “Justicia para Jesica”.
Desde su entorno aclararon que “no es una queja, es un apoyo y un pedido de justicia para Jesica”. Además exigen que “no suelten” al hombre de 35 años, que está detenido desde el primer momento en que se descubrió el hecho.
Ricardo Guanuco, abogado de la familia Galeano, habló este jueves con FM 89.3 Santa María de las Misiones y explicó que “la causa está es estado de instrucción, todavía faltan numerosas pruebas que tienen que llegar al juzgado, sobre todo las primeras que solicitó el juez” y agregó que “la carátula es de femicidio. Se ordenó el informe balístico, el informe de los teléfonos, el cotejo de muestra biológica y el resultado de parafina que dio negativo en la víctima”.
El letrado aseguró que “el acusado tiene varias denuncias por violencia” en su contra y remarcó que “no hay motivos para decir que (Jesica) estaba depresiva”, como respuesta al argumento de la defensa del sospechoso, que apunta a un supuesto caso de suicidio.
También dialogó con la radio de PRIMERA EDICIÓN “Maju”, una amiga de Jesica, quien remarcó que “siempre supimos que esto no fue un suicidio y lo que pedimos es que al asesino de mi amiga tenga lo que se merece, que es la cadena perpetua“.
Además, aportó que “cuando comenzamos a conocernos como amigas compartíamos mucho con ella, que en ese momento estaba sola, después conoció a esta persona que de a poco la fue alejando de todos los que la rodeaban a ella. Yo veía que ella se había vuelto más retraída, porque él era una persona muy celosa, muy hostigadora. Me contaba que él no le dejaba hablar con nadie, que era muy celoso, que por todo siempre se enojaba”.
Respecto a posibles episodios de violencia, aseguró que sí había presenciado varias peleas de pareja (ella y Jesica eran vecinas) pero no conoce que hayan existido amenazas de muerte ni la vio golpeada en ningún momento. “Sí sabía del maltrato psicológico”, pero “nunca imaginamos igualmente este desenlace, uno nunca se va a imaginar que puede llegar a pasar algo así, pero sí había indicios claros de que el hombre era es un hombre posesivo y que no la dejaba ella a hacer nada, la tenía todo el día encerrada”, describió.
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