Este viernes se cumple un año de la invasión armada de Rusia a Ucrania, por lo que esta triste fecha será recordada con distintos actos, misas y actividades en diversas parte del mundo, Argentina y Misiones incluidas. Es que en la tierra colorada existe una amplia y activa comunidad asentada desde hace más de un siglo.
En ese marco, este jueves por la tarde la FM 89.3 Santa María de las Misiones convocó al periodista dedicado al ámbito del deporte, la producción y descendiente ucraniano, Jorge Balanda, quien contó las actividades y el desandar de esta insólita guerra en pleno siglo XXI que ya se extendió por más de 360 días y que toca muy de cerca Misiones.
“Mañana a un año de la invasión de Rusia a Ucrania, la comunidad se va a manifestar en Capital Federal frente a la embajada Rusa en Argentina; y aquí en Misiones, el sábado vamos a hacer una jornada de oración entre la Iglesia greco católica, el consulado de Ucrania y las comunidades descendientes de ucranios de toda la provincia”.
“El acto central va a estar presidido por monseñor Daniel, invitando a los integrantes de la comunidad y la gente que obviamente se solidariza con con esta trágica histórica que vuelve a vivir el pueblo ucraniano; Será este sábado a partir de las 20, en la iglesia San Vladimiro de Posadas“, detalló Balanda.
Consultado por la cantidad de descendientes ucranianos en Misiones, mencionó que “siempre se habló de una cifra de unos 200 mil descendientes de ucranianos. Si vamos a ver la vieja vía telefónica encontramos que esto tiene cierto asidero. Misiones es la provincia que más descendientes posee en el país; luego viene Buenos Aires, Chaco, Santa Fe, Mendoza y Río Negro; luego hay algunos grupos en el Salta y en el Sur del país”.
En otro tramo de la charla, se le preguntó como sigue la comunidad misionera de Ucrania este año de guerra: “Hay mucha solidaridad y sentimiento. Hay algunos soldados que murieron en el frente y son de apellidos muy conocidos aquí en Misiones y son de la zona de donde vinieron los primeros inmigrantes a la Provincia, a unos 500 kilómetros de la capital y a unos 700 kilómetros, de la zona de guerra”, explicó.
“La verdad que hoy las sirenas suenan en toda Ucrania. Hablaba con unos familiares que tengo en un pequeño pueblo, cuya traducción en castellano sería Trigales, y me decían que todos los días deben estar muy atentos y a la noche apagar las luces y correr rápido a sus sótanos para guarecerse”.
También se encargó de reseñar que “lamentablemente hay muchos soldados jóvenes muertos que pertenecen a la zona más nacionalista de Ucrania, la que siempre se mantuvo muy viva y que tardó en incorporarse a lo que fue la Unión Soviética. Esta parte, recién pudo incorporarse a la exURSS allá por los años cuarenta. Mientras tanto, tuvo tiempos de independencia. Es una una verdadera tragedia”.
A un año del inicio de la guerra, “esta semana pensaba que es lo que se puede decir en este aniversario; en esta guerra que según el presidente ruso Vladimir Putin, iba a durar 72 horas y que iban a aparecer las banderitas de bienvenida y que ya van más de 8 mil de horas y Rusia no ha avanzado casi nada en territorio ucraniano“, reseñó.
“Si medimos el territorio ocupado en su momento desde el 2014, con Crimea y demás, vemos que Rusia no ha progresado nada en el campo de batalla. Sí ha hecho daño en cuanto a ciudades y en cuanto a infraestructura civil, con miles de crímenes cometidos”, acotó.
De igual manera y con un dejo de tristeza, este misionero con sangre ucraniana en su venas remarcó: “Me quedo con aquello del pueblo ucraniano, de la defensa de su identidad. Es increíble cómo a pesar de no tener luz, no tener agua, de perder familia, amigos, siguen luchando y están convencidos en la victoria y convencidos de su identidad”.
“No hay ninguna duda que si algo ha hecho Putin en estos 364 días, es haber exacerbado la identidad del pueblo ucraniano”.
Los exiliados
Por otra parte se le preguntó si hubo muchos pedidos de asilo en medio de esta contienda bélica. “En un primer momento, la verdad que fueron como 3 millones de personas, la mayoría mujeres y niños, en su gran mayoría en Europa. Europa los ha acogido y los ha atendido convenientemente, Sobre todo Polonia, que fue el gran centro de recepción ucraniana”.
“Pero, se ha dado un hecho solito insólito para los que estamos tan lejos y no entendemos mucho: la gran mayoría de los que se fueron regresaron. Esta mujeres volvieron para combatir y otra para ayudar en situaciones de emergencia”, contó.
Hay alrededor de 3 millones de ucranianos exiliados en Europa a raíz de esta guerra. También se pudo saber que hay algo en Canadá, en Estados Unidos, Brasil y un número muy reducido en Argentina y Paraguay.
“La mayoría quiere volver a su tierra. Un 90 por ciento quiere volver a su tierra. Nadie salió para buscar su residencia, en algún otro país”.
Uno en Misiones
Asimismo, se le preguntó sobre el ucraniano que vino a Misiones escapando de la guerra, el cual -contó Balanda- volvió a su tierra natal.
¿Que pasó? “Llegó a Misiones en marzo de 2022 un joven ucraniano. Es una tarea muy difícil. Era un hombre solo que vino a la provincia, pero que dejó a su madre en Ucrania. Le costó mucho adaptarse, aprender el idioma; pese a que tuvo cursos en la UNaM”, contó.
“Tratamos de acompañarlo, pero al parecer no hicimos lo suficiente o no estamos preparados para ese tipo de asilo. Finalmente empezó a trabajar en un afamado supermercado de la calle Córdoba, pero no terminó de adaptarse, extrañaba demasiado; no encontró su lugar y el deseo de volver le ganó. En octubre regresó y no volvimos a tener contacto con este hombre”.
Por último, se le consultó si algún misionero se sumó o se fue a Ucrania a combatir o a realizar ayudas humanitarias, respecto a lo cual explicó que “en la página del Consulado se reciben en forma habitual peticiones para viajar y hubo un grupo de argentinos, no misioneros. Lo que sí hubo fue misioneros voluntarios con ganar de colaborar, pero se derivó directamente a la Embajada de Ucrania”.
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