En temporada de verano, las familias agarran sus vehículos y se vuelcan a las rutas buscando su destino elegido para vacacionar. Sin embargo, muchas no tienen en cuenta la importancia de tener el rodado en condiciones a la hora de “agarrar viaje”.
Uno de las principales recomendaciones de los que saben es realizar un control general del vehículo, y una de las partes importantes del automóvil o la camioneta que se debe controlar son los neumáticos, que pueden ser causantes de siniestro si no están “a punto”.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Lisandro Gessinger, jefe de taller de Fontana Neumáticos, expresó que “nadie va a querer viajar y a mitad del camino tener problemas, o sea que tenemos que evitar cualquier tipo de inconvenientes”.
Aseguró que “siempre hay detalles para arreglar”, sobre todo en la suspensión del vehículo. En ese sentido, dijo que “nosotros todas las veces que tenemos que hacerle una alineación, le revisamos el vehículo y el cliente siempre piensa que está bien”, cosa que no es así.
“Siempre conviene controlar sobre todo la parte de neumáticos y frenos, porque vos no vas a notar que no frena pero por ahí tiene poca pastilla, por eso siempre hay que acudir al taller antes de viajar”.
Agregó que, en este caso, la VTV no es suficiente. “En la VTV te van a mirar el freno, el auto te va a frenar, pero a lo mejor ya tiene poca pastilla de freno y la verdad no te va a descartar esa posibilidad, porque ellos no ven la pastilla. Hay vehículos que traen sensores y te marcan cuando la pastilla está gastada, pero hay otras clases de vehículos que no traen sensores y tenemos que determinar visualmente si están en condiciones o no”, resumió.
Además contó que la gente toma conciencia y recurre a los talleres, principalmente en esta época. “Es donde más se elabora la parte de alineación y balanceo y tren delantero”, contó.
Gessinger resaltó también que tener en condiciones los neumáticos y los frenos, es una parte “principal y fundamental”, ya que “es tu seguridad, y son los que te brindan la mayor seguridad del vehículo”. En ese sentido, contó que, por ejemplo, las ruedas de auxilio, “la mayoría de las veces que revisamos están desinfladas”.
Otro ítem que se debe tener en cuenta es el calibrado de las ruedas. “Siempre se respeta al calibrado que pide el fabricante del rodado, las libras que llevan las cubiertas, entonces se consulta al cliente cuando viaja si lo va a hacer con mucha o con poca carga, entonces sabemos a qué punto de calibrado debemos dejar las cubiertas”.
Cubiertas recapadas, no
Por otra parte, el especialista destacó que muchos automovilistas llevan a controlar su vehículo con cubiertas recapadas, pero Gessinger no recomienda hacerlo en autos particulares y camionetas.
“No es lo mismo que una cubierta nueva, adelante todos sabemos que en un vehículo no da. En ese (tren) delantero no van cubiertas recapadas, muchas camionetas le ponen el recapado en la parte de atrás, pero la cubierta no queda balanceada”, aseguró.
Explicó que “las cubiertas recapadas no se pueden balancear porque giran muy mal, es una banda que va pegada sobre el casco y no tienen los detalles que se calibran en el tema del balanceo. Y tampoco sabés qué tipo de contacto tiene el recapado con el suelo, es una banda que por ahí uno no sabe para qué velocidad es, cómo es el contacto con el suelo, porque si vos leés al costado de las cubiertas te dicen qué agarre tienen con el piso, cuánta carga llevan, y con el recapado no tenemos esa información”.
Costos y turnos
Por último, contó cuánto cuesta poner a punto el vehículo. “Lo que nosotros más trabajamos, que sería la parte de alineación y balanceo, para un coche tiene un costo de $7.250; para una camioneta subiría un poco, el costo es de entre $8.000 y $10.000″, contó.
“Los costos de tren delantero y suspensión son muy variables, dependiendo la clase de vehículos varía mucho”, dijo y recomendó “que se revise también el líquido refrigerante, que el líquido de freno esté a nivel, que no esté muy viejo”.
En esta temporada son muy demandados los talleres. A modo particular mencionó que “en parte trabajamos por orden de llegada en alineación y balanceo, y lo que sea reparación de mecánica es con turnos como en todos los talleres, porque lleva un tiempo”.
Finamente recomendó “no dejar todo para último momento” y hacerlo con anticipación, unos 15 o 20 días antes de viajar.
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