En la edición del Boletín Oficial de ayer, se oficializó el Decreto Nº 0014 del Ejecutivo de Garupá que vetó la Ordenanza Nº 565/2.022, sancionada el pasado 19 de mayo por el Concejo Deliberante local, mediante la cual se creaba un programa denominado “Castración masiva y Gratuita”.
La medida tenía el propósito de realizar 200 castraciones mensuales, más vacunación antirrábica.
No obstante, el intendente de Garupá Luis Ripoll decidió vetar la norma “por ineficaz e inconsistente al no tener respaldo ni garantías onerosas, ni en títulos ni en recursos”. Asimismo, en los considerandos aseguraron que “este Departamento Ejecutivo realiza en modalidad aleatoria y permanente por medio de operativos programados, castraciones masivas y gratuitas, más vacunación y otras recomendaciones en cuanto al programa de tenencia responsable de mascotas”.
Enfatizaron que “con la recesión económica y efectos de la crisis pospandemia, el Departamento Ejecutivo no dejó de realizar esta actividad”.
En FM 89.3 Santa María de las Misiones hablaron al respecto con el concejal Gustavo Ernst quien calificó de “lamentable” la decisión que tomó Ripoll.
“Anoche nos enteramos (del veto) y nos dio tristeza porque teníamos la esperanza de poder trabajar sobre estas cuestiones, que el municipio aborde este tema que hoy es una problemática en Garupá la cantidad de perros y gatos que hay en la vía pública (…) animales, que pasan frío, tienen hambre que son atropellados y es una problemática que irá creciendo al no haber castraciones”.
Al ser consultado sobre cuáles fueron los motivos que llevaron a Ripoll a tomar la decisión de vetar la ordenanza que creaba un programa denominado “Castración masiva y Gratuita”, Ernst indicó que desde Ejecutivo argumentan la falta de fondos, de recursos.
Reconoció que el municipio realiza alrededor de 20 y 50 castraciones por mes, pero aseguró que para un municipio de casi 80 mil habitantes es un número insuficiente para abordar la cuestión.
Actualmente realizan castraciones “aleatorias”, pero el municipio no tiene una política clara al respecto, expresó Ernst. ” Cuando el veterinario puede hace un par de castraciones en alguna delegación, pero la verdad no hay una política clara (…) por ahí hacen 20, 50 al mes, no hay una cuestión organizada y programada. Avisan una semana antes a gente aprovecha pero no se ataca la cuestión como se debería”.
Bronca de los rescatistas
El veto a la ordenanza molestó a los rescatistas de mascotas quienes piden abordar la situación de la gran cantidad de perros y gatos que existen hoy en la ciudad, que se reproducen continuamente, y que significan un problema para la sanidad municipal.
“Él (Ripoll) siempre se manejó de esa manera en todo lo que tiene que ver con los animales. No me sorprende la despreocupación y el desinterés sobre la superpoblación en su municipio”, expresó la rescatista Ivana Arzamendia.
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