Los índices de precios que debe enfrentar el consumidor continúan creciendo pese a la publicitada “guerra contra la inflación” que impulsó el gobierno de Alberto Fernández a mediados del mes pasado. Como agravante de la compleja situación, en Misiones el golpe se siente con fuerza en el rubro de la alimentación. Desde el sector empresarial afirman que los precios de alimentos y bebidas crecieron más del 10% en los supermercados durante marzo pasado.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Carlos María Beigbeder, empresario del rubro alimenticio y expresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) comentó que “nos vamos a tener que acostumbrar porque, lógicamente, cuando se suma la inflación de un montón de rubros posiblemente (el nivel general) ronde el 6%, pero la inflación solamente en el supermercado se ubicó arriba del 10% durante el mes pasado”.
Hay que recordar que a nivel nacional “el año pasado para los productos de supermercados la inflación tuvo un promedio del 65%. Y este año será un poco más”, indicó y agregó que “este es el efecto de todo lo mal que hace el Gobierno nacional. La causa es de un año antes (a la asunción de Alberto Fernández) pero este es el efecto y vamos a pagar todos los argentinos las malas decisiones de este gobierno”.
Por otro lado, cuestionó que en la provincia “tenemos la barrera de Rentas que es de 4 puntos. Sumado a la inflación, Rentas de Misiones nos sacude 4 puntos más por cada producto o servicio en la provincia. Después hay que sumar a la Municipalidad de Posadas con un punto más de incremento al cobrar la tasa de comercio”.
“Por eso, nosotros somos una provincia más cara que el resto, y sumado a la inflación los números son escandalosos”, analizó.
En relación a las posibilidades de reacción del Gobierno en la denominada “guerra contra la inflación”, Beigbeder planteó: “La batalla es desigual y lógicamente nuestro principal actor que lleva adelante esta guerra está ciego, no ve nada, entonces los tiros que pega son todos para otro lado”.
Cada vez está más demostrado que hacer control de precios no sirve, y que lo único que trae es que haya menos productos en las góndolas. Entonces, esos productos que llegan y quedan en las góndolas son más caros, porque hay menos oferta. La demanda sigue estando, pero como hay menos ofertas entonces el producto sube de precio”, criticó.
En relación a las expectativas puestas a futuro, sostuvo que “ya está visto que el Gobierno no tiene otras herramientas. Vamos a terminar el año con una inflación que rondará entre el 65% al 70%. Encima a la gente no se le actualiza el sueldo de la misma manera, y entonces otra vez el asalariado queda rezagado”.
En materia de consumo, el empresario del rubro alimenticio, sostuvo que “hay una mezcla donde la clase más baja deja de consumir, mientras que la más alta se da todos los lujos y premios porque la inflación no le afecta de la misma manera, y la clase media es la que se golpea y cae para convertirse en una clase media baja”.
El consumo seguirá cayendo en líneas generales. Habrá productos muy caros donde habrá cierto movimiento, pero muy pequeño. Y el consumo de la clase media es el que viene para atrás. El año se cerrará de forma negativa”, amplió.
Consultado sobre los incrementos que reciben los comerciantes por parte de las distribuidoras, Beigbeder recordó que “en marzo fueron terribles las subas. Aumentaron todos los proveedores, no quedó casi ninguno sin aumentar. El supermercado recibió en promedio entre 10% y 15% de incremento”.
Sin embargo, también resaltó que “las empresas que no aumentaron lo harán en abril, pero la inflación va a bajar un poco porque ya subieron todos en marzo. Entonces tendremos un poco de respiro. Pero en mayo o junio vendrán otros incrementos juntos”.
Al ser consultado sobre los niveles de desabastecimiento, dijo: “Ya hay faltantes, pero ahora se va a quedar en los mismos niveles”.
“El Gobierno hizo un acuerdo con algunos industriales para los ‘Precios Cuidados’ que se ve solamente en los grandes supermercados de Buenos Aires, acá no llega”, subrayó y agregó que “al tener que rendir cuentas en Buenos Aires, a Misiones siempre le toca lo peor con la falta de productos. Y todo el año seguirá así”.
Finalmente, sobre las tarifas de los servicios que golpean al poder adquisitivo, remarcó que “dentro de la canasta básica lo que se gasta en luz y agua no es demasiado influyente, el principal gasto es en la comida y más con un sueldo bajo donde todo va a parar al supermercado. Ahí es donde pega mucho más. El que peor la pasa en la inflación es el de la clase baja porque todo su sueldo se destina al primer gasto que es el supermercado”.
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