“Si me acusaran de un delito prefiero que me juzgue el portero de un edificio que un juez”


EN LA MIRA. Se multiplican las críticas contra la Justicia, de parte de abogados, y puntualmente contra el STJ.

El funcionamiento de la Justicia se encuentra en el ojo de la tormenta a raíz de las numerosas críticas que se multiplicaron en los últimos días. Y el hecho de que nadie de ese Poder salga a responder ni defender la situación, posiblemente, demuestre que mucho de lo que se dijo es verdad.

Primero fueron los abogados Rodrigo Bacigalupi y Fernando Orbe, y ahora fue el turno del penalista Eduardo Paredes, quien dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones y brindó sus apreciaciones sobre la situación.

Recordó que “desde el ‘83 nunca hubo una discusión profunda sobre una reforma para adecuar al modelo original, por ejemplo, en cuestiones penales, el modelo acusatorio. Con eso no se van a resolver todos los problemas, pero se va a empoderar a gente en una de las agencias del Estado más oscuras”.

Y dijo que “en 2014 había un proyecto de Código Procesal Federal que incorporaba el juicio por jurado, que sacaba mucho poder a los jueces federales y pasaba todo a los fiscales”, agregando que “finalmente (Mauricio) Macri cuando asume, con DNU, lo pone en suspenso” y también mencionó que “hubo mucho lobby de los jueces de Comodoro Py para que no cambie nada”.

Paredes sostuvo que ahora “el Gobierno nacional crea juzgados pero es una gran burocracia con sueldos muy altos y un servicio muy pobre. Los jueces condenan en materia penal de forma rutinaria, burocrática, con pocas pruebas, no hay niveles de revisión”.

 

EDUARDO PAREDES. Abogado penalista y docente universitario.

Si a mí me acusaran de un delito yo preferiría que me juzgue el portero de un edificio que un juez profesional, salvo alguna excepción, porque es una gran burocracia”, dijo tajante.

 

 

 

 

 

Agregó: “En eso coincido con Bacigalupi acerca de que no hay empatía por la estructura burocrática. No es sólo en Misiones porque es similar lo que pasa a nivel nacional. Toda esa estructura carísima, con sueldos altísimos, debe ser discutida”. Y comparó, por ejemplo, la situación de Misiones con Neuquén: “Si Neuquén tiene un 7% (de presos sin condena) con proceso acusatorio, porqué Misiones tiene 50%. Porque no hay una política coordinada, en definitiva, no va a cambiar si no hay una decisión política de que cambie”.

 

Consejo de la Magistratura

El penalista también opinó que “en lo penal el Consejo de la Magistratura (de Misiones) no ha mejorado nada. Después de 20 años tenemos la misma tasa de gente condenada sin prueba y sin revisión de lo que han hecho”.

Recordó el caso Cristina Vázquez, la chica murió, dos veces anuló la Corte (la condena) y el Superior Tribunal de Justicia de Misiones lo confirmó, no se dio ninguna explicación”.

Indicó que “en prisión preventiva más de la mitad de los presos no tiene condena, tienen años tirados en cárceles sin sentido, las cárceles deberían ser cómodas, para los condenados”, y esto ocurre “porque no hay una política que tiene que bajar del Superior Tribunal, coordinando con Ministerio de Gobierno, las estrategias a mediano plazo”.

Remarcó que el Consejo de la Magistratura “no ha funcionado por los resultados que tiene, pero tampoco se definió un modelo de juez. Se traen profesores que toman un examen que no supera un examen de grado, después es decisión política del gobernador de elegir a quién quieren”.

Sobre el proceso de selección de jueces, consideró que “es preferible volver a la nominación a dedo porque no se sabe qué modelo judicial queremos, un modelo con pocos presos, como el noruego, muy civilizado o queremos organismos verticalizado con las cárceles saturadas, son preguntas políticas, qué queremos hacer, para qué, qué modelo queremos”.

“Son preguntas políticas antes de (crear) cualquier Consejo de la Magistratura y que define el modelo. Esta pregunta no se hizo y no creo que se vaya a hacer”, explicó.

 

No interesa a la política

El abogado opinó que el tema de mejorar la Justicia no le interesa al poder político: “a nivel nacional hay una discusión pero en la provincia este tema evidentemente no interesa, no se discute”.

Explicó que “al poder político le interesa tener un Poder Judicial y un fuero penal cercano porque tiene la idea de que puede convertirse en un arma de persecución”.

“El fuero penal no es operativo contra el poder sino contra gente vulnerable, es una regla universal. Si uno con poder se pelea con otro con poder, la justicia puede operar sobre uno de los dos” dijo y puso como ejemplo los procesos judiciales que atraviesan los dos expresidentes, Cristina Fernández y Mauricio Macri.

“Eso hace que ellos terminen por construir un Poder Judicial burocrático, verticalizado y cercano, para manejar y establecer operadores con la idea de que no sea un problema. En ninguna parte del mundo es un problema para la clase política”, reflexionó.

Y advirtió que “el problema lo tiene el ciudadano de a pie que cae en esa burocracia. Es ahí donde no interesa políticamente. En la provincia no hay un norte teórico, no saben a dónde van”.

“Hay que deconstruir esto, pero políticamente no interesa, se pretende un Poder con presupuesto bajo, cercano, verticalizado, tener cercanía con el Superior Tribunal, estamos en las antípodas de un modelo libre, eso no interesa políticamente”, enfatizó Paredes.

Y en términos electorales tampoco interesa, y contó por qué: “Hay 1.700 presos, si uno suma abogados y familiares serán 20 mil personas, eso no mueve la aguja política para nada”.

 

El Superior Tribunal de Justicia

El penalista Eduardo Paredes enfatizó que “el responsable de no tener una política clara en prisión preventiva es el STJ, no tiene norte, no está discutido, es un órgano burocrático, no hay una definición política de qué se quiere hacer con este poder”.

Sobre cómo se podría cambiar el rumbo y mejorar el servicio de justicia, sostuvo que “hay prácticas internas en las burocracias que no se cambian, las prisiones preventivas no terminan nunca. Pero acá se debe dar una discusión política amplia para cambiar este modelo de jueces, pasar a un proceso acusatorio, empoderar a la gente, reformular la estructura de legislación de procedimiento”.

 

Si uno mira nuestro Superior Tribunal, con todo el respeto a los que están ahí, no se puede ver una gran trayectoria académica en algunos”, remató.

 

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