Los cambios climáticos que se vienen sucediendo en los últimos años, la falta de lluvias y la caída de las mismas en forma abundante en cortos períodos, complican el panorama en las cuencas de los ríos y es por ello que desde el Instituto Nacional del Agua (INA) avanzaron en diversos estudios que concluyen en que será un año con lluvias insuficientes y que ya afecta a la navegabilidad y a la calidad del agua extraída.
En diálogo con El Aire de las Misiones, que se emite por la FM 89.3 Santa María de las Misiones, el ingeniero Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), se refirió al escaso nivel que se observa en los ríos que rodean a Misiones y señaló que “la preocupación es lógica porque estamos viviendo el mismo escenario que teníamos el año pasado. Es un ciclo seco que no tiene visos de terminar todavía, es la misma situación que en 2020 con los mismos efectos. El mes de abril terminó con registros muy por debajo de los normales en prácticamente toda la cuenca del Paraná”.
Agregó que “toda la cuenca de formación de los ríos que tocan la provincia de Misiones fue dominada claramente por lluvias muy por debajo de lo normal, por sequías, tanto el río Uruguay como el Iguazú y el Paraná, toda la cuenca está realizando escaso aporte y con perspectivas al 31 de julio de continuar en esa situación que podría extenderse aún por más tiempo”.
Consultado sobre cuál serían las consecuencias de que se sostenga esta bajante de los ríos por la falta de lluvia, Borús destacó que “la gran diferencia con ese escenario del año pasado, que es desfavorable, es que los embalses de las represas que están en la cuenca del Paraná en Brasil hoy tienen un 30% menos de reservas. Esas reservas permitieron el año pasado realizar descargas especiales para favorecer la navegación fluvial en el tramo misionero-paraguayo del río Paraná y para que Paraguay sacara su cosecha en barcazas y pueda pasar por los embalses de Itaipú y Yacyretá. De paso, esa descarga especial sirvió para aliviar, aunque sea transitoriamente, el problema de las tomas de agua de Puerto Iguazú, Eldorado y de todas las localidades misioneras de esa zona del río Paraná”.
En el mismo sentido manifestó que “este año la situación es más complicada, más difícil, y vamos a depender fuertemente de la posibilidad que se de algún evento de lluvias como tuvimos, por ejemplo, en mayo del año pasado, concentrado sobre la zona que más nos interesa que llueva porque da respuesta directa y que es para darse una idea, situarse en Eldorado y trazar un círculo de 200 km a la redonda, que sería el área de la cuenca del Paraná donde más llueve en el año y que no tiene nada de estacionalidad. Es por ello que toda nuestra atención está centrada allí”.
Sin lluvias importantes
El especialista además remarcó que “la perspectiva meteorológica en el corto plazo es desfavorable. No tenemos lluvias significativas para ese lugar y en principio con la tendencia climática actualizada recientemente tampoco sería de esperar, o hay baja probabilidades de que cambie hasta finales de julio. Y si uno analiza cómo viene el clima global tampoco hay que esperar que haya un cambio sensible a partir de la segunda mitad del invierno y hasta la primavera como para que todos podamos estar bien y alcancemos la normalidad. Eso en principio, de acá a fin de año, tiene poca probabilidad de ocurrencia”.
Sin embargo, Borús recordó que “estamos acostumbrados a la fuerte variabilidad climática que tenemos en la región, basta recordar lo que ocurrió en años anteriores, que hubo cambios de poco a mucho y a la inversa, dentro del mismo año incluso, es por eso que nos mantiene con pies de plomo tratando de acotar nuestra imaginación. Pero con este presente, tenemos la perspectiva que se mantenga por todo el resto del año”.
También destacó que “afecta a las vías de desove de los peces, a la fauna íctica, allí se da otro de los impactos y hay poco por hacer. Lamentablemente ante esta posibilidad de que todo siga por varios meses hay que tomar todos recaudos desde el estado nacional. Nosotros hicimos un informe y desde Nación buscarán apoyar a la solución de las tomas de agua. No hay dos tomas iguales en el país, y eso es un desafío porque el problema de todos es distinto. Por eso fuimos lo más precisos posible en materia de pronósticos que estaremos muy parecidos al año pasado”.
Pérdida de la profundidad
Por otro lado, el ingeniero Juan Borus se refirió a cómo afectará esta bajante constante del caudal de los ríos en la navegabilidad y dijo que “ya lo estamos teniendo y no es sólo la pérdida de la profundidad efectiva, las barcazas tienen problemas, los remolcadores también, los buques de gran calado desde Rosario hacia abajo están con inconvenientes porque se va angostando el canal de navegación segura”.
Agregó que “cuando el agua desciende su nivel, la vía de circulación queda más estrecha. Otra complicación adicional es que en las tomas de agua van perdiendo calidad porque proliferan bacterias desde el punto de vista sanitario”.
La entrada “Es probable que todo el año haya problemas con la altura de los ríos” se publicó primero en Primera Edición.