En una entrevista exclusiva con “Aire de sábado” por FM de las Misiones 89.3, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, habló sobre el regreso a clases en el país, no sólo en la educación obligatoria, sino también en la Universidad. También se refirió al temor de los padres, la responsabilidad del Estado en la adecuación de las escuelas para poder volver a la presencialidad y anticipó que habrá fondos nacionales para colaborar en este proceso.
¿Cuáles son las condiciones mínimas que tienen que tener las aulas para ser habilitadas en este regreso a clases en pandemia?
En primera instancia, que haya un muy bajo nivel de circulación del COVID-19 en ese distrito, provincia o comunidad. A partir de ahí se aprobó un protocolo que es un piso de medidas que hay que tomar en todas las escuelas del país y cada provincia puede desarrollar un protocolo más estricto, siempre respetando el piso mínimo del protocolo nacional que está construido sobre la base del distanciamiento social y de las medidas de seguridad e higiene. Distanciamiento social que implica que hay que sostener un metro y medio en las aulas y dos metros en el resto de la vida escolar. Eso implica además que no podrán concurrir todos los estudiantes todos los días porque no se puede, según la infraestructura que tenemos, planificar que todos los estudiantes entren en las aulas respetando las distancias. Eso implica un enorme desafío porque implica que haremos un sistema dual, unos días en la escuela y otros días en el hogar. Transitaremos este modelo hasta que haya una vacuna o tratamiento contra el COVID-19.
¿Qué pasará en las aulas donde esta modalidad no se pueda adaptar?
En todas las aulas habrá que dividir los estudiantes, en las divisiones con muchos estudiantes y espacios pequeños se tendrá que dividir en tres grupos de estudiantes para lograr el distanciamiento social. En ningún país del mundo se adoptó el camino de ampliar la infraestructura escolar para sostener el distanciamiento social porque es imposible resolverlo. Lo que sí todas las escuelas tendrán que garantizar todas las medidas de limpieza y desinfección de las aulas, y es ahí donde el Estado provincial con la colaboración del Estado nacional tienen que readecuar todos los establecimientos educativos para que se garanticen esas medidas mínimas de bioseguridad. Por eso, en las próximas semanas, en aquellas provincias que comiencen a proyectar el regreso a clases presenciales para agosto se verá el intenso trabajo para preparar la infraestructura, preparar a directivos, docentes y a los estudiantes para el regreso.
Usted dijo que Misiones estaría en condiciones de abrir las escuelas en agosto pero la Provincia aún no puso fecha. ¿Hay diálogo con el Gobernador por este tema?
Sí, hay diálogo con el Gobernador. Misiones podría ser una de las provincias en volver a la presencialidad porque está en una fase que le permitiría regresar. Todo el Norte Grande argentino, salvo Resistencia, está en una situación epidemiológica que le permite el regreso a la presencialidad, pero la decisión final del cuándo la van a tener los gobernadores.
En el caso del gobernador Oscar Herrera Ahuad, me planteó que el regreso a las aulas se adoptará cuando tenga la seguridad que no se pondrá en riesgo la salud de la comunidad educativa. Obviamente compartimos con el Gobernador esa mirada. Es claro que Argentina está en distintos momentos en cuanto al impacto de la pandemia, una situación es la de la ciudad de Buenos Aires, la zona metropolitana y la ciudad de Resistencia (Chaco) y otra es el resto del país. Por supuesto que ese resultado implica sostener todas las medidas que prioricen el cuidado de la salud de la comunidad educativa.
¿Habrá recursos nacionales para adaptar las escuelas a este retorno?
Hay colaboración y lo hablamos con los ministros provinciales. De todas maneras, acondicionar las escuelas no implicará un gran gasto porque lo que se tiene que garantizar es la higiene y la seguridad.
La próxima semana presentaremos tres programas para colaborar con las provincias, con una inversión que supera los 2.000 millones de pesos entre los tres programas, vinculado a infraestructura sanitaria y con la adquisición de insumos para garantizar la limpieza de las escuelas. Los protocolos aprobados por unanimidad priorizan el cuidado de la salud pero son de aplicación posible, con pequeñas modificaciones junto a la lógica de funcionamiento de cada escuela. Si una escuela no puede garantizar estos protocolos tendremos que trabajar para que pueda hacerlo y, una vez logrado esto, volverán sus estudiantes y docentes.
La preocupación de los docentes es quién pagará el alcohol en gel, las toallitas de papel y qué pasará en las escuelas que no tienen porteros…
Por supuesto que todas estas cuestiones es responsabilidad de los gobiernos, no de los docentes. Por eso, en este momento tan complejo, la prioridad del Estado nacional y provincial, es cuidar la salud de nuestra comunidad educativa.
Cada paso que demos tenemos que preguntarnos si estamos priorizando el cuidado de la salud. Por supuesto, la primera medida es la definición de volver a las clases a partir de una realidad epidemiológica de circulación del virus que lo permita. Una vez que damos ese paso, por supuesto debemos aplicar el protocolo y ahí tenemos que desplegar -gobiernos y comunidad- todas las medidas necesarias para garantizar lo que es más importante para nosotros, que es cuidar la salud de la comunidad.
¿El regreso será obligatorio o con posibilidad que sea optativo?
Estamos trabajando en ese sentido, es lógico que haya sectores de la sociedad que tengan temores de lo que estamos transitando pero la manera de superar el temor es con información. Tenemos arduas semanas por delante de trabajo en todo el país para reafirmar el desafío que tenemos por delante de volver a las aulas. Para nosotros es muy importante tener en claro que no todos los estudiantes podrán volver a la presencialidad, porque no podrán hacerlo los que tengan una enfermedad crónica, y tendremos que sostener el proceso de aprendizaje a distancia y reforzarlo a partir del regreso al aula de sus compañeros. Lo mismo ocurre con los docentes, los que están en la población de riesgo van a tener que sostener su trabajo desde el hogar y a partir de estas realidades también vamos a trabajar con las familias para poder escuchar y entender los temores que pueden tener… y llegado el momento, por supuesto tomaremos una decisión de manera colectiva con las provincias y el Estado nacional, pero siempre atendiendo la mirada de toda la comunidad.
¿Qué pasará con los exámenes?
Sobre este tema se está trabajando en las escuelas. La decisión que se tomó en el Consejo Federal de Educación (CFE), con el acompañamiento de todas las provincias, es sobre el sistema de evaluación: en esta situación se aplica un modelo de evaluación pedagógico, no numérico, que es lo que se implementa en todo el país.
Cuando los alumnos regresen a las aulas y tengamos los resultados de esta evaluación nacional de continuidad pedagógica que estamos llevando adelante, tendremos que reorganizar este ciclo lectivo. Este no es un año escolar perdido, pero tendremos que reorganizarlo en interacción con el ciclo lectivo 2021 para que aquellos saberes que no podamos abordar este año lo hagamos el próximo año. Garantizamos todos los aprendizajes y una propuesta pedagógica acorde al momento complejo que estamos transitando.
¿Ya hablaron con los ministros provinciales sobre el dictado de un módulo extraordinario para los alumnos del último año del secundario?
Sí, lo hablamos con los ministros y también con los rectores de las Universidades del país, a través del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) donde están las Universidades Públicas y el Consejo de Rectores de Universidades del sector privado. Primero, queremos brindar tranquilidad a los estudiantes secundarios, decirles que el año próximo podrán iniciar sus estudios superiores universitarios y no universitarios. De ser necesario, estableceremos un módulo extraordinario en el primer trimestre de 2021 para cerrar los 14 años de educación obligatoria y darles todas las herramientas para enfrentar la vida universitaria. Cada decisión será consensuada con las provincias y con el sistema universitario. Incluso, varias Universidades propusieron como alternativa que ese módulo específico se pueda llevar adelante directamente en la Universidad. Con los estudiantes que no vayan a la Universidad podríamos trabajar un módulo específico para garantizar el cierre de la educación obligatoria.
¿Vuelven las clases en la educación superior?
El martes aprobaremos el protocolo con el CIN y el Consejo de Rectores de la Universidades Privadas. En este protocolo participaron los sindicatos docentes y no docentes. Esto nos permite proyectar un regreso a las aulas en el sistema universitario, pero quienes tomarán la decisión final serán los rectores. Obviamente, basados en los distintos elementos: realidad epidemiológica del lugar donde esté emplazada la Universidad o cada una de sus sedes pues pueden estar en localidades con fases distintas como ocurre con la Universidad Nacional del Nordeste que tiene sede en Corrientes Capital y en Resistencia. No obstante, según lo conversado con los rectores es que dada la realidad de muchas Universidades que dieron pasos firmes en la educación virtual, muchos están pensando terminar el año con esta modalidad a distancia y sólo llevar adelante en las aulas en forma presencial las instancias de evaluación y, en algunas carreras, lo que son las prácticas. Pero eso dependerá de cada rector o rectora.
¿Se habilitará desde el Ministerio de Educación la instancia de los exámenes virtuales?
Sí, por supuesto. Estamos trabajando en una instancia de desarrollo de una solución con el Ministerio del Interior para que los estudiantes puedan rendir en forma virtual. Creemos que hay que usar la tecnología para mejorar los procesos de enseñanza/aprendizaje y facilitar la vida a nuestros estudiantes, mucho más en un proceso como el actual.
La entrada Trotta: “Muchos rectores están pensando terminar el año con la modalidad virtual” se publicó primero en Primera Edición.