El empresario obereño Enrique Wojtowichz hace muchos años que se instaló en las playas de Bombas-Bombinhas, desde donde se dedica al alquiler de alojamientos (rubro por el que es más conocido en la provincia) y a la venta e instalación de acondicionadores de aire. En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, describió cómo se vive la pandemia de COVID-19 en el sur del país vecino y cuáles son las perspectivas respecto a la próxima –y en principio complicada- temporada turística.
“Ahora que pasó la temporada (de verano hasta Semana Santa), no se nota mucho porque nosotros estamos acostumbrados a trabajar cuando ustedes (por los misioneros y argentinos) están de vacaciones, normalmente cada temporada se empieza a regir a partir de septiembre, las reservas se producen desde julio, agosto en adelante. Cada año es distinto, varía mucho, pero lo que sí se ve es que hay mucha incertidumbre, no se sabe qué va a pasar en 2020, especialmente por las medidas drásticas que se tomaron en Argentina”, admitió.
En ese sentido, reveló que en el sector ya circulan “menciones hipotéticas de que las fronteras serán abiertas recién en marzo de 2021 y entonces hay cierto temor. De todas formas, el brasilero y los que estamos acá siempre tendemos a ser más positivos y pensar que no va a ser así”.
Wojtowichz remarcó que “por mucho tiempo fue la única ciudad de Brasil que se mantuvo aislada, sin dejar entrar a nadie que no viva aquí o no dependa de algún trabajo o servicio. No tuvo casos hasta ayer (por el lunes), cuando se dio uno, y fue gracias a esas medidas. Pero ¿qué pasa? Esa barrera produjo problemas policiales, una denuncia en el Ministerio Público contra el intendente y el municipio y se tuvo que liberar” la semana pasada.
Entonces, “el primero de mayo entró mucha gente y entre todo eso apareció el primer caso: una persona que salió de acá para visitar a un familiar en Curitiba y volvió”, precisó.
Ahora, al ingreso a la ciudad, solo hay que pasar un control donde se mide la temperatura corporal.
Respecto al día a día que se vive en la zona de Bombinhas con respecto a las medidas de prevención del coronavirus, la suspensión de actividades y la restricción de movimientos, el obereño contó que “salvo la escuela, prácticamente todas las actividades están liberadas, con los recaudos necesarios, como no juntarse más de cinco personas, y varios protocolos a respetar. En el supermercado por ejemplo hay un cupo de personas y cuando entran tienen que usar barbijo, lavarse las manos con alcohol”.
Pese a la flexibilización de actividades, en el ámbito familiar Enrique trata de que “nadie salga si no es por necesidad. Mi señora y yo vamos al supermercado a comprar, pero cuando tenemos los productos los dejamos aparte para desinfectarlos y tratamos de ni entrar a la casa con la misma ropa”.
“Desde que comenzó la cuarentena la gente estaba totalmente de acuerdo con el presidente de no hacer aislamiento estricto para las personas sanas, solo para los más vulnerables: las personas de mayor edad y los que tienen problemas de alto riesgo. La gente dice lo mismo que Bolsonaro: si te encerrás, no salís a tomar sol y a hace r ejercicios, te vas a enfermar más; y además va a haber muchos más problemas de alcohol, por ejemplo, o de violencia de género. Yo creo que el 60-70% de la población lo apoya al Presidente” en esta cuestión.
“Hoy (por ayer) fui hasta Itapema en bicicleta y el movimiento es 60% menos de lo normal, allá no toman mucha conciencia en relación a Bombinhas”, contó a PRIMERA EDICIÓN.
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