Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, consideró que –a pesar de todo– “hoy podemos festejar que hay una cantidad importante de jóvenes que están muy comprometidos con la cuestión ambiental” y que “de alguna manera, la movilización por el tema ambiental sigue en pie. Por supuesto, con un planeta más degradado y con una situación casi al límite en muchos aspectos, pero uno tiene esperanza en las nuevas generaciones y en la capacidad de poder realmente torcer el brazo a los sectores que no quieren cambiar los modelos de producción que atentan contra el ambiente y nos están poniendo realmente en un riesgo muy alto si uno piensa en la crisis climática que estamos sufriendo, la crisis sanitaria que hoy tenemos (y que tiene mucha relación con la gestión ambiental) y la crisis de biodiversidad (hay cada vez más especies en peligro de extinción)”.
“Podemos decir que hay una especie de renovación en la cuestión ambiental de muchos jóvenes y eso genera esperanza. El tema es que obviamente el tiempo cada vez se acorta más en cuanto a poder cambiar una vez por todas nuestra mentalidad. Si bien la sociedad está cambiando, falta que se tomen decisiones que realmente reflejen lo que está pidiendo esta sociedad”, advirtió.
El impacto de la deforestación
Giardini se refirió también a la deforestación, especialmente en Brasil, que “nos cambia drásticamente la cuestión climática” en toda la región “por la pérdida de nuestra ‘esponja’ natural que son los bosques y la poca capacidad de absorción que tienen los suelos desnudos después del paso implacable de las topadoras”.
De esta forma –denunció- “un negocio para unos pocos impacta directamente sobre la biodiversidad y a la larga también sobre los que vivimos en las ciudades, porque nos llegan las inundaciones o nos falta el agua: el desequilibrio ambiental lo sufrimos tanto los que estamos en la ciudad como los que están en los bosques, que además en muchos casos sufren el impacto ambiental de la pérdida de recursos: alimentos, medicinas, madera… Son muchos los impactos que implica la destrucción de los bosques nativos, no sólo la pérdida de animales y plantas”.
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