María Goncalvez es de Oberá y con su pareja Mauro Domínguez venían viajando por distintos países de Asia cuando la pandemia de COVID-19 los sorprendió en Malasia, donde ahora están varados a la espera de alguna posibilidad de repatriación.
La obereña contó a la FM 89.3 Santa María de las Misiones que “mientras estudiábamos en la universidad pública, al mismo tiempo trabajábamos para ahorrar y cumplir nuestro sueño de conocer esta zona del planeta una vez que termináramos nuestras carreras. Hace un par de meses nos decidimos a viajar, con presupuesto mochilero pero con muchas ganas. Íbamos recorriendo algunos países, haciendo couchsurfing (red mundial de alojamiento gratuito solidario), realizando trabajos de voluntariado, en granjas, o enseñando español, a cambio de hospedaje y comida. Pero cuando se declaró la pandemia, todo empezó a cambiar día a día”.
En ese momento “estábamos en Malasia y teníamos pasajes para continuar viaje hacia Japón, donde nos esperaban con voluntariados tanto en un hotel como en una granja. Nuestro plan era desde allí volver a Argentina, porque teníamos fecha de regreso prevista para los primeros días de mayo, para empezar a ejercer nuestras profesiones”, explicó María, quien se recibió en Psicología, mientras que su novio lo hizo en Derecho.
“Cuarentena total”
Ahora, desde la ciudad portuaria de Melaka, detalló que “desde el 18 de marzo el país está en cuarentena total, las calles están desoladas, no hay nadie, los policías y los militares están controlando que se cumpla y sólo se pueden hacer pequeñas salidas con máscaras faciales y todas las medidas de seguridad para los supermercados, donde la Policía controla el distanciamiento social”.
Además, “todos los alojamientos están cerrados oficialmente, pero cuando nos cancelaron el vuelo a Japón, el dueño de nuestro hotel nos permitió quedarnos alquilando la habitación, somos los dos únicos huéspedes. Lo que se nos complica es conseguir comida, porque en el hotel no tenemos cocina y hay muy pocos restaurantes abiertos. Por suerte, no tenemos problemas de seguridad, es un pueblo muy respetuoso, al contrario de otros países como India donde están atacando a los turistas varados”.
“Para un mes”
“Día a día esperamos una respuesta de parte de Argentina para poder volver. Pudimos hablar con la Embajada en Malasia, pero no nos pueden dar una respuesta, están atados de pies y manos por el momento. No tenemos una fecha estimativa para volver y eso es lo desesperante, tanto en lo económico como emocionalmente. No se ha realizado ningún vuelo todavía desde Asia y el problema principal es que Argentina tiene las fronteras cerradas para sus propios ciudadanos, algo que jamás nos imaginamos”, lamentó.
Respecto a su situación económica, “nos quedan ahorros máximo para un mes más, pero tampoco sabemos cuánto pueden costar los vuelos de regreso, así que también tenemos que contar con eso, porque no estamos pidiendo un vuelo gratis, sino que habiliten a las aerolíneas a viajar desde acá”, aclaró.
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